El mayor Amor que puedes experimentar
es la comunión con Dios durante la meditación.
El Amor entre el alma y el Espíritu
es el Amor perfecto,
el Amor que estás buscando.
Cuando meditas, el Amor crece.
Millones de emociones pasan a través de tu Corazón.
Si aprendes a controlar la atracción sexual
y el vínculo a los seres humanos
y procuras Amar a todas las cosas
y meditar más profundamente,
vendrá a tu vida un Amor que nunca creíste posible.
Este es el Amor que Krishna dio
y que Jesucristo expresó
a todos sus discípulos.
Es el Amor que Jesús tenía con María.
Marta trabajó duro para el Maestro,
pero su mente estaba en el trabajo, no en Él.
María se preocupaba más del Maestro que del trabajo.
Por su mayor Amor, Jesús dijo de María:
‘Ha escogido el buen camino, del cual no debe ser apartada’.
Y en otra ocasión, cuando María trajo ungüentos para los pies de Jesús.
Judas dijo: ‘¿Por qué no hemos vendido este ungüento y hemos dado el dinero a los pobres?’.
Dijo Jesucristo: ‘Los pobres siempre estarán, pero Yo no’.
Él aceptó la devoción de María,
no para Sí mismo, sino para su Espíritu.
Y María, mientras lavaba los pies de Jesús,
expresaba su Amor por Dios.
El hecho de que María ofreciese primero su Amor al Señor del universo
y después a los demás,
demuestra su buen juicio.
No hay nadie a quien debamos Amar más que a Dios.
Y no hay ningún Amor tan dulce
como el que Él da a aquellos que le buscan.
Así que: ¿Por qué perder el tiempo persiguiendo amor temporal?
Conyugal, fraternal, familiar -
todos los tipos de amor humano son ciegos.
El Amor Divino es el único Amor perfecto.
Es Dios quien juega al escondite en nuestros Corazones.
Detrás de los amores humanos
hallarás su Infinito Amor.
Así pues, Ama a Dios, no por Sus regalos,
sino porque te pertenece y por que te hizo a su imagen;
así Le encontrarás.
Si meditas profundamente,
vendrá a Ti
un Amor que ninguna lengua humana puede describir;
conocerás Su Amor Divino
y serás capaz de dar ese Amor puro a los demás.
Ese Amor Divino vino a mí la pasada noche.
Fue tan sobrecogedor que solo pude dormir un instante.
En esa enorme Llama de Amor os veo a todos.
¡Tal es el Amor que siento por Vosotros!
En vuestras caras veo lo que hay en vuestros Corazones.
En la conciencia de aquél que está inmerso en el Divino Amor de Dios,
no hay decepción, no hay intolerancia de casta o de creencia,
no hay límites de ningún tipo.
Cuando experimentas el Amor Divino,
no verás ninguna diferencia entre una flor y una bestia,
entre un ser humano y otro.
Te unirás con la Naturaleza y Amarás por igual a toda la Humanidad.
Viendo solo una raza - los Hijos de Dios,
tus Hermanos y Hermanas
y te dirás a Ti mismo:
‘¡Dios es Mi Padre. Yo Soy parte de Su Vasta Familia de Seres Humanos.
Los Amo a Todos.
Amo también al Sol y la Luna
y a todas las Criaturas que mi Padre ha creado
y en las que Su Esencia Fluye’.
¡El Amor Verdadero es Divino
y el Amor Divino es Alegría!.
Cuanto más meditas, buscando a Dios con ardiente deseo,
¡Con mayor fuerza sentirás ese Amor en tu Corazón!...
¡Entonces sabrás que el Amor es Alegría!...
¡Y que la Alegría es Dios!...
Por: PARAMAHANSA YOGANANDA
Editado y Publicado por ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
http://loqueheaprendidode.blogspot.com
http://romancesdivinossohin.blogspot.com
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