viernes, 11 de mayo de 2012

DE: PATRICIA CORI ... "VUELVE LA ATLÁNTIDA" ...Parte 2 ... Capítulos 1 y 2 ...


Conforme os acercáis a la fecha que señala el fin del calendario maya 
(21 de diciembre de 2012), os sentís cada vez más alarmados ante el panorama de un desastre global inminente — el escenario del Armagedón — que se ha convertido en una posibilidad muy real a causa de la insensata proliferación nuclear, de vuestro contaminante desperdicio de los recursos y de vuestra ira.


 CAPÍTULO 1 - 
LAS PRIMERAS TRANSMISIONES 

 Una comprensión contemporánea de la evolución personal —vuestro camino acelerado hasta llegar a ser seres humanos plenamente conscientes del siglo XXI— requiere profunda introspección, compromiso e integración de las mitades lógica e intuitiva de la mente. Necesita una limpieza de las viejas programaciones, la liberación de las energías bloqueadas y un nuevo planteamiento de vida en el que seáis los cuidadores del ser celestial donde residís y del que os nutrís. 

 Esto requiere el pleno despertar del corazón y silenciar la identidad impulsada por el ego. Éstos son los procesos fundamentales que determinarán cómo os plantearéis el proceso de transformación planetaria, a medida que definís vuestra experiencia personal de ascensión del reino de la materia. 

 Conforme os acercáis a la fecha que señala el fin del calendario maya (21 de diciembre de 2012), os sentís cada vez más alarmados ante el panorama de un desastre global inminente — el escenario del Armagedón — que se ha convertido en una posibilidad muy real a causa de la insensata proliferación nuclear, de vuestro contaminante desperdicio de los recursos y de vuestra ira.  

Evidentemente, los cataclismos ya han empezado a producirse en todos los rincones del mundo. Muchos temen que tal vez sea demasiado tarde..., que estáis yendo hacia lo inevitable y que no hay modo de detener vuestra caída.  

Otros comprenden que creáis vuestra realidad con cada pensamiento, cada palabra, cada gesto..., que vuestro viaje podría ser muy cómodo si os enfocarais en la «acción justa», manteniendo vuestras mentes centradas, claras y maravilladas ante el potencial que se abre a vosotros como Nuevos Acuarianos del planeta Tierra. 

 Todo este proceso es atemorizante y al mismo tiempo excitante, puesto que, como sabéis a cierto nivel intuitivo, ya habéis pasado por esto anteriormente. Es evidente que la humanidad sobrevivió. Como seres reencarnantes, habéis conocido la muerte y el renacimiento una y otra vez, aunque la mayoría de vosotros no recordáis conscientemente vuestra entrada y vuestra salida del reino físico. 

 Pero esto es muy diferente. Quienes habéis elegido nacer en esta era de la Tierra estáis experimentando la muerte, o transmutación, de todo el planeta, y os encontráis en el núcleo, aferrándoos a vuestra vida, felicidad y seguridad que se ven constantemente amenazadas por el fantasma de la aniquilación total. 

 Como la gente de la Atlántida, parecéis estar al límite, anticipando vuestra precipitación al abismo. Vuestra idea de la vida y de vuestro propósito como seres humanos está cambiando; vuestra fragilidad e impermanencia están cada vez más presentes en vuestras mentes; vuestro hogar mayor, el planeta que está bajo vuestros pies, se ve amenazado por un peligro «claro y real».

 Es un tiempo difícil y desafiante y, por tanto, haríais bien cu recordar que, independientemente de lo que parezcan ser vuestras circunstancias personales, habéis elegido estar aquí. 

 Aunque pueda pareceros incomprensible a nivel consciente, sabéis de la evolución planetaria... la transmutación de la forma y de los sistemas biológicos La humanidad lo ha experimentado antes, cuando la gran civilización antediluviana de la Atlántida alcanzó tal estado de desarmonía que cortocircuito las redes energéticas del planeta, y la vida quedó casi borrada de muchos rincones de la Tierra. 

 Las estructuras de poder de la época (las omnipotentes faenas del sacerdocio oscuro de Atlán) creyeron, en su ciega arrogancia, que se podían adueñar incluso de las fuerzas de Gaia, y que podían ponerle riendas como si fuera una bestia de carga. 

 Ellos sobrepasaron los límites, y prácticamente todo fue barrido por el agua en la Gran Inundación, con la que Gaia Limpio su cuerpo de aquella intensa vibración negativa y volvió a centrarse para empezar de nuevo, renovada y revitalizada. 

 Y aquí estáis, una vez más, sacando a la Diosa de su curso, desequilibrándolo todo al exacerbar la dualidad subyacente a la realidad tridimensional. Desde vuestro limitado punto de vista, parece que la naturaleza misma de la existencia es una guerra entre el bien y el mal, y que, incluso ahora, en la espiral que lleva al futuro, tenéis que afrontar este dualismo en cada cruce de caminos... en cada momento de vuestra vida. 

 Es posible que os hayáis resignado a la idea de que no hay esperanza para la humanidad, de que habéis alcanzado el punto sin retorno... y ésa es una estructura de creencias peligrosa y auto derrotista. 

 Sólo alimenta la oscuridad, y fortalece a quienes creen poseeros para seguir tomando más de vosotros. Potencia la oscuridad, catapultándoos todavía más hacia la desesperación. Se lleva vuestra luz... vuestro poder... vuestra alegría.  

Vivís en un mundo que alberga personajes extremadamente oscuros y seres espirituales maravillosamente amorosos, pero lo cierto es que la mayoría de los humanos se encuentran en algún punto intermedio. 

 Cada uno de vosotros conoce y ha confrontado el brillo y la sombra de su propia personalidad, y eso es dualidad, la naturaleza misma de la vida tal como la conocéis en la experiencia humana. A lo largo de la historia ha habido momentos de increíble irradiación y de oscuridad impenetrable, y estos dos extremos, según comprobáis, a menudo conviven en el mismo momento, ocupando el espacio como polos de una misma energía. Los polos chocan y entran en conflicto y, sin embargo, os dais cuenta de que son simples reflejos de la totalidad. 

 Como estudiantes de la sabiduría esotérica, estáis aprendiendo que debéis integrar los aspectos polares: lo bueno y lo malo, la luz y la oscuridad, el amor y el odio. Mientras sigáis alimentando estas fuerzas opuestas, habrá guerra a todos los niveles. 

 Ahora más que nunca, las luchas y conflagraciones os rodean, y la humanidad parece perdida en la violencia sin sentido y la desesperación. Es una época de comportamientos extremos, en la que estos aspectos, una vez más, están en conflicto total. 

 El sufrimiento humano, el descuido de la vida y la belleza, y el abuso de quienes quieren tener poder sobre los demás parecen haberse convertido en una experiencia omnipresente de vuestra civilización contemporánea, haciendo que os cuestionéis hasta qué punto ha progresado la raza humana en el curso de la evolución social. 

 Estáis reviviendo, en este momento histórico, las mismas comentes subterráneas, las mismas manipulaciones energéticas y abusos de poder que vivieron las últimas generaciones de la Atlántida... una civilización que había alcanzado (en algunos aspectos) unos niveles de desarrollo tecnológico muy superiores a los que conocéis actualmente. 

 Era una sociedad que disfrutaba de la ayuda directa de seres multidimensionales que entrenaron a los sacerdotes (que también eran descendientes de otros reinos) y trabajaron con ellos. Sus enormes capacidades y su comprensión de las leyes universales y de las fuerzas elementales los cualificaron como Guardianes de los Registros. 

 Los dones del conocimiento extraterrestre estaban destinados a elevar la conciencia de vuestros antepasados, dándoles a conocer su lugar en el gran esquema de las cosas. Paradójicamente, las sacerdotisas de las primeras generaciones usaron la Sabiduría para la luz, mientras que, incitadas por Annunaki, las siguientes generaciones del Sacerdocio vieron precipitarse una parte de la Hermandad al lado oscuro, dirigiendo los poderes que habían adquirido —sus dones— contra la gente. 

 ¿Cómo podríais dejar de daros cuenta de que el tiempo de la oscuridad, el flagrante abuso de la Sabiduría, está volviendo a producirse? 

 Nosotros, Emisarios del Alto Consejo de Sirio, confirmamos que muchas de las sofisticadas tecnologías resultantes de ese intercambio están siendo utilizadas contra la humanidad y contra Gaia. En su consumidora búsqueda y persecución del poder, los sacerdotes oscuros de Atlán, unidos con otros del linaje de Annunaki, se han reencarnado ahora. 

 Os aseguramos que son más voraces que nunca en su apetito de cosechar y consumir vuestra energía, vuestro poder y vuestros recursos. ¿Es posible que tengáis que revivir de nuevo la caída de la Atlántida? La alianza de las fuerzas oscuras es devastadora y, sin embargo, la luz os rodea por todas partes* Sólo tenéis que establecer vuestra intención, vuestra mente grupal, para detener y desarmar a quienes difunden la ignorancia. Sabed que, por más determinados que otros estén a usar vuestro poder, la oscuridad sólo puede alimentarse de oscuridad, y os recordamos que no es otra cosa que miedo, ignorancia y furia. Recordando a naturaleza estructural del polo oscuro, podéis atravesar los Cambios Terrenales que se avecinan sin sufrimiento ni dolor. La elección depende de vosotros... como siempre. 

 Aún podéis alterar el resultado para que, esta vez, la manipulación de la energía y el abuso del poder que se producen en vuestro reino no provoquen la devastación que antiguamente casi borró toda vida de la faz del gran planeta Tierra. 

 Podéis elegir no sufrir en absoluto la transformación que se avecina y, en cambio, esperar ansiosamente el proceso de renacimiento de vuestro planeta, honrando la intención de vuestra alma de tomar parte en esta experiencia.

 Pero ¿lo haréis? ¿Lo haréis, hijos de la Atlántida? ¿U os diréis que es imposible que la mano humana haya podido cambiar tan drásticamente el curso de todo un planeta, y que Vuelve la Atlántida sólo es una historia... un cuento para adultos del que no existen pruebas ni evidencias tangibles? Ocultándoos todo registro de la Atlántida, convirtiendo los cien mil años de preeminencia de un continente sobre la tierra en mera leyenda, la élite del poder ha conseguido, hasta hace poco, ocultaros la mayor rapiña de vida y recursos que haya ocurrido en vuestro mundo. 

 Os sugerimos que si preferís considerar estas enseñanzas una obra de ficción —si hacer eso permitirá que vuestras mentes lógicas lean la información que de otro modo podríais descartar como meras fantasías— , nos sentimos felices de serviros como simples narradores de historias. 

 O puede que consideréis nuestro material como una llave que os abre a vuestros propios recuerdos de la Atlántida, seguros de que no os estamos pidiendo que descartéis todas las demás creencias y escritos relacionados con la verdadera historia de la humanidad. 

 No somos tan pretenciosos o autocentrados para interferir en vuestra experiencia personal, que os lleva a adquirir conocimientos sobre la experiencia humana que precedió a la vuestra a vuestro propio paso. 

 Tampoco queremos alterar el libre albedrío de vuestros campos de visión dibujando dogmáticamente un futuro irreversible en proféticos versos estelares, porque ya habéis escuchado a suficientes videntes y predicciones para saber que estáis cambiando constantemente el curso de vuestra realidad. 

 No obstante, una suposición que podemos hacer es que, si os sentís atraídos por estas enseñanzas, sin duda se debe a que, como la mujer que ahora es nuestro instrumento, estuvisteis allí... formasteis parte de la Última Generación de la Atlántida. 

 Y ahora volvéis a estar aquí, al límite de la realidad, empezando a recordar. A medida que vayáis limpiando telarañas y oteéis los pasillos de vuestra mente, iréis reuniendo penosamente algunos fragmentos de recuerdos, fragmentos raídos de un antiguo mosaico, recreando imágenes de lo que consideráis «vuestro pasado». Hay huecos, puntos donde las imágenes se pierden, y es aquí donde queremos ayudaros a poner las piezas que os faltan.  

Tenemos la intención de proporcionarte la información perdida —los secretos guardados de la Atlántida— que os impulsarán a reclamar el poder y establecer vuestra libertad, estimulándoos a buscar las verdades que durante tanto tiempo han permanecido ocultas bajo las cambiantes arenas del tiempo.

 ¿Verdad o fantasía? Vosotros, atlantes del nuevo milenio sobre la Tierra, que estáis reescribiendo el futuro desde los manuscritos cuarteados de vuestros recuerdos enterrados, tenéis la respuesta a esta pregunta dentro de vosotros.

 Atreveos a mirar profundamente dentro del pozo y veréis el suave ondular de la verdad en vuestras almas... siempre tan sutil, como una suave brisa sobre las aguas serenas. 

 CAPÍTULO 2 - 
LA ATLÁNTIDA EMERGE 

 Estáis recordando la Atlántida en esta época porque debéis expandir vuestra visión para incluir las posibles realidades que habéis ignorado u olvidado. 

 La Atlántida ha sido objeto de muchas especulaciones, investigaciones y fantasías porque el continente perdido yace enterrado en vuestra mente grupal —vuestro recuerdo universal—, y en este tiempo en que la moderna sociedad terrenal está en paralelo con el modelo de la Atlántida, lo estáis trayendo a la conciencia, redescubriendo vuestras identidades ancestrales. 

 A medida que en estos últimos años la humanidad acelera los avances tecnológicos, estáis empezando a identificar, en los relatos de la Atlántida, las energías arquetípicas y las fuerzas geotermales que os sacuden para que salgáis de vuestro lecho y confrontéis el futuro como residentes siglo XXI de lo que parece un planeta moribundo. 

 La información relativa a los abusos del poder y de la tecnología en la Última Generación ha empezado a emerger en vuestra mente grupal, permitiéndoos tomar conciencia más sucintamente de que la destrucción de la Atlántida guarda un paralelismo con vuestra situación actual. 

 Aun así, la mayoría de vuestras investigaciones y expresiones artísticas reflejan una glorificación de la Alta Cultura de aquella civilización, porque el recuerdo de los últimos días es demasiado doloroso y pavoroso, y por eso lo habéis enterrado en lo profundo del subconsciente: se trata de un testimonio silencioso de un pasado deliberadamente olvidado. 

 Sin embargo, lo necesitáis. Vosotros, la raza humana, tenéis que poner luz en los recesos oscuros de vuestra memoria para poder reconocer el paradigma atlante en este punto del viaje evolutivo de vuestro planeta. 

 La antigua lección os será útil ahora. Nuestra intención es ayudaros primero a recuperar, y después a procesar, la experiencia que yace dormida en vosotros. 

 Estimulando el recuerdo de aquella enorme lucha —el enfrentamiento de las fuerzas de la luz y la oscuridad en las últimas horas de la Atlántida—, creemos que podemos impulsaros a producir el tipo de modificación en el pensamiento/conducta grupal que ayudará a los seres humanos conscientes a alterar la severidad de los Días del Desierto que se aproximan. 

 En la Tierra, el estado de emergencia lo abarca todo, puesto que ella sacude y atrona desde las profundidades de su ser interno, preparándoos para atravesar la inevitable tormenta de la transformación planetaria. 

 Como en el hundimiento de la Atlántida y el desastre consecuente, el difícil proceso de purificación —la incontrolable respuesta de Gaia al abuso humano del poder— es, una vez más, una realidad inminente. Vosotros, la totalidad de la humanidad, formáis parte importante de la cadena de causas y efectos, el síntoma y la cura. 

 Todo se halla interrelacionado en la danza cósmica del proceso kármico. A pesar de vuestros mitos y mistificación de la superior cultura atlante, a vida estuvo lejos de ser idílica en las últimas generaciones, cuando abandonó su profundo enfoque espiritual en busca del materialismo y del poder, y las polaridades energéticas alcanzaron puntos extremos. 

 La intervención de fuerzas extraterrestres estimuló deliberadamente en ciertos individuos conductas que dividieron la sociedad todavía más; esto es lo que elaboraremos a lo largo de estas transmisiones. 

 Incluso es posible que lo recordéis, puesto que muchos de vosotros estabais allí... sosteniendo vuestro lado de la polaridad con convicción, trabajando para la oscuridad o para la luz. 

 En aquella hora final del declinar de la civilización, las masas fueron esclavizadas, hasta tener que arrodillarse ante la jerarquía y vivir su conciencia de víctimas, tal como ocurre ahora. 

 Como la mujer que ahora nos sirve de instrumento, es posible que hayáis vuelto para equilibrar los platillos de la balanza, y para ayudar a aquellos que esta vez tienen intención de escapar de la esclavitud y alzarse contra los maestros oscuros. 

 No obstante, en primer lugar debéis confrontar vuestra propia sombra. Si queréis transformar esas energías en el fuego exaltado de verdadero poder y devolver el péndulo al centro, vuestra concentración absoluta y vuestra intención enfocada son esenciales. 

 Gaia os está llamando a la acción, y todos los que pueden escuchar están tomando posiciones. Buena parte de vuestra fascinación por la Atlántida es estimulada por la dicotomía, las energías en conflicto de la oposición polar, porque junto con el continente hundido están enterradas algunas de las horas más grandes, y también algunas de las más oscuras, de la historia de la humanidad. 

 La situación está volviendo a ocurrir; es una repetición perfecta, y una vez más volvéis a confrontaros con vosotros mismos: las luchas de poder, el materialismo descarriado, vuestro miedo al futuro, la angustia que os producen las decadentes sociedades de vuestro mundo moderno... 

 Siguiendo la naturaleza cíclica de toda existencia, la civilización ha vuelto a alcanzar un nivel de desarrollo que está implosionando sobre sí mismo: el exceso de tecnología os convierte en robots y os perdéis a vosotros mismos en manos del todopoderoso dios mecánico. 

 Se os está desnudando de vuestra inteligencia natural, de vuestro deseo y voluntad, minando vuestra interacción energética e intercambio personal. Y lo más significativo es que la histeria tecnológica que se está adueñan-do de la cultura humana distorsiona vuestro entendimiento de la evolución y de vuestro propósito como unidades individuales de conciencia de la vibración gaiana. 

 Habéis dado la vuelta completa, representando las escenas de la Última Generación de la Atlántida, en las que a la raza humana, llevada de lo sagrado a lo profano, se le robó su lugar natural en la Gran Familia de Luz para convertirse en la alienada de la Tierra. 

 El wam, el acorde dorado de la Tierra, que una vez tocó la dulce música de los hombres, mujeres y niños de la Atlántida, se perdió finalmente, cediendo el lugar al estridente ritmo del «progreso», que obligó a las últimas generaciones a marchar al ritmo imperial del maestro. 

 Prototipo de las actuales culturas terráqueas occidentales, la Última Generación tuvo que confrontar la fuerza destructiva de su tecnología, que se convirtió en el arma con la que la élite de poder la controlaba. El Sacerdocio, los Guardianes de los Registros, de la frecuencia y de la cosmometría de la mente universal procedentes de Sirio, finalmente sucumbieron a la polaridad extrema de los campos terrenales. 

 Quienes eligieron el lado oscuro fueron impulsados por agresivas entidades extra-planetarias a tomar el poder, y esas mismas energías están ahora presentes en el escenario de la vida sobre vuestro planeta. 

 Para alimentar el hambre de unos pocos, en un abrir y cerrar de ojos, la gloria de una de las civilizaciones más expansivas de la historia de la Tierra fue anegada por las olas, Con ello, la mayoría de las criaturas vivas que coloreaban vuestras llanuras y mesetas fueron barridas por los furiosos mares, o inmortalizadas en los grandes fríos de las tierras altas, donde las nieves cayeron sobre ellas y borraron su existencia. 

Inmóviles en el no-tiempo, los seres de antiguos mundos permanecen congelados en vuestra memoria, y ahora, al calor de los Días del Desierto que se aproximan, pronto florecerán a la vida. Con ellos, el recuerdo total de los Últimos Días emergerá en las mentes de aquellos que una vez lucharon tan desesperadamente por olvidar. 

 Sin embargo, vosotros estáis aquí. Habéis superado vuestro terror y evolucionado para afrontar esta situación, la Gran Iniciación, por pura determinación, porque buscáis el alma y estáis comprometidos con la luz.

 Hijos de la Atlántida, os alabamos. Sois los valientes pioneros del verdadero emerger de la humanidad, y sabemos de la tuerza y visión que se requieren de vosotros ahora que afrontáis el largo viaje. 

 Ahora, cuando sentís que los muros se os vienen encima, que la Tierra se encoje y cede bajo el peso de la superpoblación incontrolable y las incesantes exigencias que esto impone sobre ella, vuestra civilización mira equivocadamente a la tecnología como vía de salida del dilema en que se encuentra. 

 Necesitáis urgentemente más espacio y alimento, más agua y recursos. La mayoría cree que las soluciones se conseguirán mediante la tecnología; por eso casi todos los seres terráqueos siempre le entregan su poder. 

 El todopoderoso ordenador, nieto rudimentario de los generadores cristalinos de luz de la Atlántida, os ha distraído momentáneamente de todo lo que es inarmónico a vuestro alrededor, al tiempo que os ofrece una falsa sensación de resolución para un futuro que simplemente no está ahí..., al menos no tal como lo veis. que simplemente no está ahí..., al menos no tal como lo veis.

 La élite de poder de la Tierra anima vuestra dependencia de las pantallas del ordenador y de los televisores, porque éstos son los mecanismos operativos de control de vuestro tiempo. Como el sacerdocio oscuro de Atlán, ellos están dirigiendo el conocimiento contra vosotros para alimentar su hambre, mientras que cantidades crecientes de seres humanos siguen sentados ahí, resignados a su impotencia, jugando necios juegos de «comunicación» holográfica. 

 Y los niños... ¿qué ocurre con ellos? Están abandonando los juegos y el descubrimiento, la risa y la inocencia, mientras sus delicadas mentes se aferran ansiosamente a distracciones electrónicas. 

 Es una desgracia observar a la humanidad volver a cerrarse a la verdadera comunicación, que ahora todos habéis olvidado pero que durante un tiempo supuso un gran intercambio emocional, intelectual y espiritual entre vosotros.

 Parece que son demasiados los seres humanos que han perdido la música, la visión y la luz cediendo ante el zumbido, la imagen y el deslumbramiento. 

 Si ahora traemos a colación la historia de la Atlántida oscura no es porque deseemos glorificarla o enfocarnos en las bajas vibraciones de vuestro pasado o futuro (puesto que entendéis que el tiempo se puede confinar en estos términos). 

 Más bien, queremos despertaros de la ilusión y mostraros cómo se manifiestan los pensamientos debilitantes cuando os permitís convertiros en víctimas de vuestra propia creación. Os llamamos a que recuperéis vuestro poder comprendiendo conscientemente no sólo cómo os ha sido arrebatado, sino también cómo lo regaláis continuamente. 

 Únicamente entonces podréis reconocer los instrumentos de control y liberaros de ellos, para participar como seres libres en la Gran Transformación que está a punto de revolucionar para siempre la vida en vuestro planeta y en todo vuestro sistema solar. 

 Muchos de vosotros nacisteis con atisbos de experiencias de vidas pasadas y ahora los estáis trayendo plenamente a la luz. Otros habéis trabajado para desarrollar la facultad de recordar las vidas pasadas y estáis evocando la antigua civilización de la Atlántida, que ha inspirado por doquier soberbias obras de arte, literarias y arquitectónicas. 

 Somos conscientes de incontables seres que actualmente están capitalizando su renovada popularidad para adquirir poder, de modo que tenéis que ser capaces de discernir; buscad siempre dentro de vosotros la respuesta intuitiva, que reconocéis como «reacción visceral». 

 Estas transmisiones nuestras no son una excepción. Os animamos a cuestionar todas las hipótesis y la información supuestamente científica, y a encontrar las respuestas... la validación... desde el fondo de vosotros; porque es allí donde se oye la verdad, cuando estáis suficientemente silenciosos para reconocer la voz de vuestra alma. 

 Desde los controvertidos escritos de Platón, cuyos Diálogos cuentan historias de la Atlántida tal como le fueron contadas por Solón, sabio de Hélade, hasta las visiones cristalinas de Edgar Cayce, la conciencia del continente perdido ha permanecido suspendida en algún lugar entre la fantasía y la realidad durante buena parte de vuestra historia. 

 Los curiosos han investigado las posibilidades científicas de que todo un continente quedara enterrado bajo las aguas del océano Atlántico durante siglos. 

 Esta búsqueda, el deseo anhelante de descubrir a vuestros antepasados antediluvianos, ha facilitado que muchos puedan recuperar la Sabiduría..., el «conocimiento» que reside en todos nosotros. 

 Otros (los de tendencias más científicas) creen que primero tienen que localizar los artefactos y monumentos enterrados bajo las arenas del gran océano para poder afirmar que la Atlántida es una realidad irrefutable.

 Ciertamente estáis descubriendo algunas pruebas, pero tenéis mucho que recorrer antes de poder articular coherentemente la historia de historias. Es un viaje de autodescubrimiento que realizáis sondeando el subconsciente, donde vuestra memoria conserva las imágenes más claras y todas las verdades esperan ser reveladas. 

 Como hemos afirmado en The Cosmos of the. Soul, el continente ciertamente existió en la realidad tridimensional. Oímos que debatís entre vosotros sobre su plano de existencia, y os confirmamos que el concepto de la Atlántida como paradigma de conciencia multidimensional —como una civilización etérica— sólo es válido si también reconoce la existencia física del continente sobre vuestro planeta. Y esto es absolutamente relevante para vuestra situación actual. 

 Durante los cien mil años de su evolución, la Atlántida floreció y declinó en tres ciclos diferenciados, conociendo a lo largo de sus transformaciones tanto el frío de las yermas extensiones de hielo como la calidez de las brisas tropicales. 

 En cada periodo, los nativos alcanzaron niveles de civilización altamente sofisticados, y después, para completar el ciclo, sobrevino un declinar social irreconciliable. No obstante, ninguna de las civilizaciones de la Atlántida fue tan significativa como la última, que se desarrolló entre el 27000 y 18000 a. de C., cuando llegó a su trágico final. 

 En las últimas etapas —los años anteriores a la inundación—, este pueblo consiguió inimaginables logros tecnológicos, y vosotros os identificáis con este proceso. Vosotros sois el proceso. Vosotros, la raza humana, con vuestras «primitivas» herramientas estáis yendo de la ilimitada libertad natural a las jaulas de la «sofisticación» cultural y tecnológica. 

 Al hacerlo, estáis perdiendo vuestra capacidad de oír, ver y sentir el mundo que os rodea. Como vuestros antepasados atlantes, os habéis vuelto perezosos y os aburrís con los objetos que no se encienden automáticamente y que no os atraen hacia nuevas ilusiones —como las realidades virtuales— porque estáis empezando a estar demasiado aturdidos para poneros de píe por vosotros mismos y encontrar vuestro camino. 

 Una vez más, el sonido mecánico de vuestros aparatos os está haciendo perder la vibración wam, y aun así no llegáis a oír el ruido de vuestros inventos. Entonces, ¿cómo reconoceréis la música de vuestras almas? 

 En éstos, los últimos años de vuestra generación, la humanidad está cometiendo el error universal de jugar a ser Dios con la vida, manipulando el ADN y las ilimitadas aplicaciones de la biogenética. Este es el mayor error que puede cometer cualquier civilización tecnológicamente avanzada. 

 Sí, todos somos co-creadores, pero nos pasamos de la raya cuando creemos que nosotros mismos, unidades individuales de conciencia, somos capaces de realizar las obras supremas del Creador Original. 

 Esto es demostrar insolencia hacia lo Divino. Lo sabemos...: nosotros también hemos interferido, aunque con las más elevadas intenciones, en la regeneración evolutiva de la humanidad en el planeta Tierra, y éste es un karma que aún estamos resolviendo. 

 Las mutaciones de hombres y animales, las últimas monstruosidades científicas, ya existen bajo tierra desde las últimas generaciones de la Atlántida, y vuestra deuda kármica sigue aumentando. Hablaremos en detalle de la parte subterránea de vuestro mundo, y de las formas de vida que habitan en sus cuevas y túneles en pasajes posteriores. 

 Si creéis que la vida intra-terrestre es algo demasiado descabellado para considerarlo una posibilidad real, os pedimos que meditéis sobre esto: ¿Qué creéis que están haciendo los científicos locos allí, en vuestros «centros» de investigación biológica e instalaciones militares subterráneos? 

 Pronto las cepas mutantes de sus laboratorios genéticos escondidos avanzarán sobre vuestro mundo, y estas formas de vida genéticamente alteradas —los virus complejos, los híbridos extraños y los clones— crearán alteraciones increíbles en la secuencia de vida natural de los animales y de los seres humanos en toda la superficie del globo. 

 En realidad este proceso ya ha empezado. Ya habéis estado expuestos a unos pocos de estos híbridos: algunos de ellos, como el chupacabras del que se ha informado en Puerto Rico y Chile, han estado causando alteraciones en la superficie terrestre y aterrorizando a la población local. Otros están escapando a mundos externos y, de momento, son relativamente desconocidos para la población. 

 El sida y otros súper virus mortales se crean bajo tierra y se sacan a la superficie cuando se considera que ha llegado el momento de poner a prueba sus cepas. Algunos ya han pasado las pruebas; están siendo utilizados secretamente en armas biológicas y liberados sobre ciertos segmentos de población en la guerra secreta que se libra contra la humanidad. Muchos más están en camino. Muchos más saldrán de debajo de vuestra Tierra en los Días del Desierto. 

 ¿Aún seguís creyendo que «lo que no conocéis no os hará daño»? ¿Confiáis en que «un conocimiento parcial puede ser una cosa peligrosa»? Estos son pensamientos controladores creados para manteneros en la ignorancia, y han demostrado ser eficaces a lo largo de la historia porque, paradójicamente, muchas de vuestras sociedades han adoptado este tipo de expresiones como frases «sabias». 

 Nosotros sugerimos que lo que sabéis, la luz del conocimiento, es lo que os libera, y os invitamos a eliminar de vuestra programación estos implantes de pensamiento negativo envueltos en frases coloquiales. Vuestra valentía depende de vuestra capacidad de entender que el conocimiento es vuestra liberación. 

 Una vez más, como en el caso de la Última Generación de la Atlántida, los terremotos, los cambios de continentes y las erupciones están destrozando vuestras realidades, y vuestro limitado conocimiento de las fuerzas cósmicas os hace temer más que nunca por el futuro de vuestro planeta y las perspectivas de la supervivencia humana. 

 Sin embargo, la historia nos demuestra que los cambios violentos en las masas continentales de Gaia y su orientación polar, las inundaciones devastadoras, los fuegos y las hambrunas son reflejos de los infinitos ciclos terráqueos de transmutación de la forma y energía en el reino físico, en el que ella ha existido hasta ahora. 

 Sabed que la vida no puede ser aniquilada, porque dentro de la conciencia de cada ser vivo —cada célula, molécula y átomo— su conciencia de cada ser vivo —cada célula, molécula y átomo— se encuentra el pensamiento-semilla del Ser Supremo, la Voluntad Primordial, que no tiene otro propósito que el de Ser. Y así, la vida muta y evoluciona, pero el alma nunca deja de existir, porque en el universo todo se halla en un eterno estado de «devenir».

 Observad. La hierba crece y se abre paso a través de las grietas del pavimento, traspasando barreras impenetrables para salir a la calidez del sol. La vida siempre empuja hacia delante, siempre va hacia la luz, siempre busca la iluminación. 

 Simplemente, ésta es la naturaleza de la conciencia en expansión de Todo-Lo-Que-Es. Incluso los que eligen continuar en las sombras de la oscuridad finalmente irán más allá de ellas, porque el ir y venir de cada ser consciente a la luz absoluta del Creador Original es inherente al ciclo de la Totalidad. 

 No temáis por el futuro de la humanidad. Una vez más, tendréis que hacer frente, cara a cara, a la furia de la revuelta de Gaia, pero podéis determinar en qué medida esa energía explotará a vuestro alrededor y dentro de vosotros. 

 No negamos que muchos saldrán y se perderán para vuestro mundo, pasando a otros estados de ser o reencarnando en otros cuerpos planetarios. Por más difícil que os resulte de creer, éstas son decisiones que se tomaron mucho antes de que los individuos pasaran por el canal natal de su madre y encarnaran físicamente como habitantes de la Tierra. 

 Al nivel del alma, ellos están en paz con este resultado probable. A nivel consciente, comprensiblemente, es posible que pasen mucho miedo y sufrimiento, y ésa es la razón por la que hemos venido a ayudar en el tránsito. Estamos buscando el modo de que deis el paso sin dolor ni desesperación, al tiempo que respetamos las leyes del no intervencionismo. No es una tarea simple. 

 Lentamente, la mente masiva está despertando al hecho de que vuestro planeta ha entrado en una fase de alteración geofísica muy drástica, mientras vosotros permanecéis sentados en el límite del tiempo, contemplando que vuestras creencias están siendo arrancadas de raíz, como árboles en un huracán. Mirad a vuestro alrededor. 

 Cada día se producen nuevos fenómenos climáticos extremos, y las erróneamente denominadas «calamidades naturales» están ocurriendo con creciente y feroz frecuencia en cada punto del globo. 

 El campo áurico de Gaia, la capa de ozono, se está desgarrando literalmente. Sin esa protección, la Tierra no puede sostener la vida (tal como vosotros la conocéis) sobre su superficie. Incluso las zonas más templadas comienzan a experimentar violentas sacudidas cuando Gaia tiembla, atronando y vertiendo su rebelión sobre vosotros. 

 Muchos están buscando los mensajes del Mesías, ansiosos por construirse refugios hasta que acabe la tormenta. Sabed que sólo existe un puerto seguro...: el centro de vuestro ser, donde todo se halla en equilibrio y el miedo no puede prevalecer. 

 Vuestra primera tarea es entender que hay que calmar el péndulo; la siguiente es aquietar vuestros cuerpos emocionales y estar allí. Eso, queridos míos, es la verdadera Arca...; es vuestra única garantía de un tránsito seguro a la siguiente dimensión. 

 Nos conmueven las oleadas de la desesperación humana y la disminución de vuestra fuerza de voluntad, y deseamos ayudaros; sin embargo, se nos han mostrado los límites. Cruzarlos implica interferir en vuestro proceso kármico, y esa lección ya la tenemos aprendida. Podemos compartir nuestras comprensiones con vosotros y mostraros el camino hacia la Sabiduría, pero vosotros sois los conductores evolutivos de vuestro propio destino. 

 Si veis la destrucción por todas partes y teméis el futuro, eso se debe a que aún tenéis que entender la impulsora fuerza vital de la muerte. Pero si podéis expandir vuestra visión e ir más allá de los signos físicos de alteración y de las catástrofes que se producen actualmente, reconoceréis la verdad universal subyacente a toda vida: todas las cosas están en constante estado de cambio y la evolución, el reflejo superior de este proceso, es cíclica. 

 Contempláis vuestro mundo con desesperación porque hay una desarmonía increíble a diversos niveles, y muchos creéis que el final de toda vida está cerca... simplemente porque habéis llegado a lo que parece ser un punto de irreconciliable declinar social y ecológico. 

 Esa es una conclusión equivocada. La humanidad se eleva y cae como las olas del mar, porque ésa es la naturaleza de la existencia en el mundo material Todas las cosas tienen su primavera, los días en que todo es novedoso; su verano, en el que operan las energías más dirigidas; su otoño, cuando la vida empieza a ralentizarse y desvanecerse, y su invierno, un tiempo de descanso y preparación. 

 Y sí, ahora os estáis aproximando al invierno gaiano, los Días del Desierto de vuestra civilización, en los que el suelo se abre y se hincha con las primeras heladas, y todo parece desolado e inexorable, pero después viene el deshielo... y los primeros capullos de la nueva vida aparecen en el paisaje. 

 Lo viejo da a luz a lo nuevo y después se vuelve sobre sí mismo, tal como desde la semilla se despliega el árbol, que después vuelve a la semilla... y la vida continúa. 


Por: Patricia Cori 

Publicado por: Anshelina hoy viernes 11 de mayo 2012

WebSite: http://loqueheaprendidode.blogspot.com



DE: SUZANNE LIE PhD... "MENSAJE DE NUESTRO SER" ...


Saludos, 

 Somos las expresiones de alta frecuencia de su SER Multidimensional. Venimos a su conciencia ahora porque vemos que están listos para ascender. De hecho, muchos de ustedes han sentido como si estuvieran en la cúspide de ir a otro lugar, sabiendo algo y/o experimentando la versión de su SER que han olvidado luego de innumerables encarnaciones en la tercera dimensión. 

 Pueden sentir esa expresión de ustedes mismos, así como el coraje, dignidad, poder y amor incondicional de esa expresión de su SER, más allá de su alcance. Por supuesto, han aprendido, finalmente, que alcanzar algo es un paradigma tridimensional. En el paradigma pentadimensional cambian su realidad, no tratando o trabajando duro contra resistencia. En la quinta dimensión cambian su realidad fluyendo en la corriente de la luz multidimensional y amor incondicional, al entregarse a cada una de las situaciones que encuentran/crean. 

 Encontrar/crear es la base del cambio de paradigmas. En la tercera dimensión, encuentran, corren hacia y esperan por eso que DESEAN experimentar. Por otra parte, en la realidad pentadimensional, siguen, fluyen y se entregan a cada patrón que ustedes Saben que han creado con sus pensamientos y emociones... Desde la quinta dimensión pueden observar su expresión tri/tetradimensional tratando No de tratar y pelear por ese momento de entrega. Están teniendo esta lucha, no porque sean temerosos, sino porque sus hábitos tridimensionales aún dictan su conducta. 

 Al moverse a la quinta dimensión, cada pensamiento y emoción se vuelve manifiesta. De hecho, esto está ocurriendo ahora, pero hay todavía “tiempo” y no siempre se dan cuenta de la conexión entre sus pensamientos/emociones y la realidad que han creado. Ahora que están en la cúspide del paradigma pentadimensional de la realidad, sus pensamientos y emociones se están manifestando más y más rápido. Por lo tanto, el tiempo entre pensamientos/emociones se está cerrando. 

 Desafortunadamente, muchos de ustedes no se han vuelto aún, Maestros de su Energía. Por eso, algunos de sus pensamientos y emociones están todavía basados en el miedo (ego). Las emociones basadas en el miedo/ego abarcan miedo, enojo, tristeza, ira, ansiedad y depresión. Mientras el patrón de energía de su conciencia aún contiene pensamientos y emociones basados en el miedo, crean una realidad que es tri/tetra dimensional porque la resonancia de su conciencia es demasiado baja para adherirse a la matriz pentadimensional. 

 Su resonancia debe alcanzar la frecuencia de resonancia de cualquier mundo dado, de manera de que su conciencia se adhiera a los patrones de frecuencia de esa realidad. Los patrones tridimensionales son angulares, separados y opuestos, mientras que los patrones de energía pentadimensionales son confluentes, unidos y circulares. ¿Es posible para un estado de conciencia angular adherirse y fluir en una matriz circular?

 También “tratar duramente” de controlar este campo de energía no servirá, ya que tratar es una conducta tridimensional. Ustedes solo tratan de hacer algo porque dudan (miedo) de que pueden hacerlo fácilmente. Piensen en esto, si saben que pueden hacer algo, no traten. Simplemente háganlo. 

 Aquellos de nosotros, que han vestido un envase terrestre 3D por muchas encarnaciones, han olvidado las habilidades innatas que su envase ha escondido dentro de su cerebro y al apagar el ADN. Ahora, nuestra luz Galáctica y amor incondicional está encendiendo este ADN no usado y bajando y poniendo en marcha su nuevo Sistema Operativo Multidimensional. Este Sistema ha estado latente en su cerebro humano por milenios, pero si regresan en su memoria a la Atlántida, recordarán cómo usarlo.

 También “recordarán” cómo aceptar que su pensamiento innato es multidimensional. Para pensar multidimensionalmente, deben liberar conceptos que están unidos al tiempo, ego, separación, género, polaridad, oposición, así como cualquier cosa que esté basada en el miedo. El desafío es que para liberar todos los pensamientos y emociones basados en el miedo, deben ser conscientes de ellos antes de poder elegir negar participar en ellos. En otras palabras, cuando se descubren a sí mismos en medio de pensamientos o emociones basados en el miedo deben reconocer que esto es así, en efecto, basado en el miedo. Pueden pensar que es una tarea sencilla, pero no lo es. El miedo se ha vuelto una parte integral de su vida tridimensional, la mayoría de él va sin que lo noten. 

 De hecho, la identificación consciente de cualquier forma de miedo puede sólo ocurrir cuando NO están atrapados por el juego 3D. Como todos han experimentado, no es difícil reconocer el miedo cuando están en un estado elevado de conciencia. Por una cosa, la yuxtaposición entre el amor incondicional y la conciencia superior y el miedo, es muy obvia. Más aún, cuando están experimentando amor incondicional, es una tarea sencilla liberar el miedo perdonándose incondicionalmente por experimentarlo. Desafortunadamente, sólo tienen unos pocos “minutos” para ser conscientes de su miedo, ya que el miedo liberará adrenalina en su sistema la cual bajará su conciencia hacia la tercera/cuarta dimensión. 

 Una vez que su conciencia ha retornado a la resonancia de su realidad 3D, es muy difícil amarse incondicionalmente a ustedes mismos y liberar el miedo. De hecho, una vez en un estado de conciencia tridimensional, son más propensos a juzgarse a sí mismos por haber tenido miedo y volverse enojados por “hacerlo OTRA VEZ”. Nosotros, las expresiones superiores de su SER, entendemos su dilema. Una vez que retornan al hábito de ser tridimensionales, el miedo y el auto enjuiciamiento son las primeras cosas que encuentran. Debido a este problema, deseamos darles una ayuda en los próximos pasos de su viaje.

 Nosotros, que somos actualmente USTEDES a una frecuencia más alta de resonancia, estamos bajando nuestra resonancia para encontrarnos entre medio y que puedan sentir y vivir lo que están viviendo. Sabemos que no pueden sentir nuestra presencia cuando están atrapados en el miedo, el trabajo, el conflicto, el tiempo, la soledad y otras experiencias tridimensionales. Sin embargo, con cada segundo que puedan liberarse de esta trampa, daremos un paso en su conciencia. Se preguntarán cómo podemos dar un paso dentro de ustedes. Contestaremos esta pregunta. Podemos hacerlo porque nos han dado permiso para hacerlo. 

 Ya que la Tierra es aún un planeta de libre albedrío, deben darnos a nosotros que somos ustedes, permiso para dar un paso en su conciencia cada segundo que identifiquen y liberen todas las expresiones de miedo. Por lo tanto: 

- Tomen un momento y dennos permiso AHORA…
- SIENTAN nuestra presencia delante de ustedes…
- ¿Cómo les parecemos a ustedes? 
- ¿Cómo nos escuchan? 
- Intenten y tóquennos… 
- Permitan a su aura expandirse para encontrarnos… 
-Abran su corazón y mente para experimentar nuestro amor incondicional… 
-Entréguense a ese sentimiento de amor incondicional y luz multidimensional… 
- Caigan en el Flujo de nuestro SER (su Ser Superior)
- A medida que avanzamos hacia USTEDES… 

 Sólo el miedo y su mejor amiga la duda de sí mismos, puede interferir con este proceso. Recuerden, el “camino correcto” para hacer esto, es “Su propio camino”. USTEDES son su Camino de Ascensión. USTEDES son el Portal de su Ascensión. 

 El 97% del ADN que está siendo ahora encendido por la luz y el amor entrantes, está lleno con agujeros de gusano en miniatura en el mundo multidimensional que han eludido su percepción consciente. Adicionalmente, su Sistema Operativo Multidimensional está siendo conectado y a su vez prima sobre su Sistema Operativo Tridimensional cada vez que se Entregan a su SER de alta frecuencia. Recuerden, no pueden apegarse, conectarse o forzar su SER pentadimensional, ya que esas son acciones tridimensionales. En vez de ello, empleen acciones pentadimensionales de aceptación, entrega en las expresiones más elevadas de frecuencia de su SER.

 De esta manera, se están volviendo UNO con el sentimiento, realidad, expectación que parece tan cercana y aún tan lejana. Afortunadamente, cercano y lejano son términos tridimensionales, que se están volviendo cada vez más obsoletos. Otras cosas también se están volviendo obsoletas en su realidad, como la preocupación, la oscuridad, el miedo, el dinero, el trabajo, las guerras, los impuestos, la restricción y mucho mucho más. 

-¿Pueden CREER que estas experiencias tridimensionales están dejando su realidad? 
- ¿Pueden tomar el riesgo de CREER que todo lo que han sentido dentro de sus estados de conciencia más elevados es REAL? 
- ¿Pueden CREER que la tercera dimensión es una ilusión, una proyección holográfica? 

 Han leído o escuchado estas promesas de otros, y también han escuchado estas palabras, impresiones e imágenes dentro de su SER. AHORA, de forma de entregarse en eso que ven y desean TAN PROFUNDAMENTE, y que están listos para experimentar, deben CREER que es real. 

 ¿Cómo podrían avanzar hacia una ilusión? En realidad, la respuesta a esa pregunta es muy simple, ya que es la base de la realidad tridimensional. Por innumerables vidas se han voluntariado para dejar la versión de su verdadero Multidimensional SER, para entrar en el mundo tridimensional basado en la ilusión del tiempo, la polaridad, la separación y la limitación. La versión tridimensional de Gaia se está graduando en su Expresión Superior ahora. Gaia desea que todos ustedes se unan a Ella, pero Ella no puede esperar mucho más por su decisión de entregarse. El campo de energía cósmica que es suficiente para “llevarla a Casa”, está en el AQUÍ AHORA. 

 Están teniendo un sentido de urgencia y una necesidad de volverse, pero no están seguros de volverse qué. Por lo tanto, deben entregarse a lo desconocido de su ser tridimensional, pero bien conocido SER Multidimensional. La alta expresión de su SER ha entrado y salido de muchas realidades y ha tenido muchas experiencias de ascensión. Por eso, no necesitan aprender nada. Sólo necesitan conectarse conscientemente a su Sistema Operativo Multidimensional ¡de manera de recordar su SER AHORA! 

 (Después de escribir lo de arriba, miré el final del show 9 de Star Trek, Deep Space, en el cual me quedé dormida anoche. El show era sobre la imaginación y cómo las cosas que imaginaban se volvían realidad. Se volvían temerosos con la experiencia, primero un pequeño miedo, luego un miedo mayor y finalmente miedo de que todo el sistema estelar podría ser destruido. El problema era que no sabían que estaban imaginando todo. Finalmente, el Comandante lo resolvió y les dijo a todos que imaginaran que todo volvía a la normalidad. En la escena final, una de las personas que pensaron que habían imaginado se volvió un ser muy avanzado, el cual estaba explorando el poder de la imaginación humana. Salió que el Comandante había imaginado todo. Así que… ¿quién es el Comandante de tu imaginación?)... 


A través de: Suzanne Lie, Phd

WebSite:http://suzanneliephd.blogspot.com/2012/05/normal-0-false-false-false-en-usjax_08.html#comment-form 

Traducción para este blog:- Shanti

WebSite:http://arcturusmihogar.blogspot.com

Respete estos créditos. Muchas gracias. 

11/05/2012 MENSAJE DE NUESTRO SER 
 Publicado por Shanti en 01:29


DE: PATRICIA CORI ... "VUELVE LA ATLÁNTIDA" ...Parte 1 ... "Las Revelaciones de Sirio" ...


Queridos Hermanos, también he recibido el consejo de actualizar la serie de mensajes "VUELVE LA ATLÁNTIDA", "Las Revelaciones de SIRIO" que inicié a publicar el 29 de Julio del 2010... 
En ese tiempo aún no recordaba que conocía a Sohin y tampoco sabía que yo era de Sirio, lo cual me ha sido confirmado... 
Nos están aconsejando que en este gran momento de cambios sobre Gaia e internos nuestros, re-leamos esa serie de Escritos en los cuales El Alto Consejo de Sirio nos está contando toda la verdad de lo que hemos estado viviendo, debido a la élite del poder que ha dominado a la humanidad, para que nos vayamos preparando para los cambios que vamos a tener con la ascensión a la 5aD.
Para los que no lo han leído, voy a ir publicando diariamente un capítulo hasta terminar con los 9 publicados.


VUELVE LA ATLÁNTIDA - Parte 1... 
Las Revelaciones de Sirio...  


 Me encuentro en una cueva, siendo la observadora de la escena. Allí hay un altar. Su base es una gran espiral como de cobre, que se eleva unos cuatro metros sobre el suelo. Encima de ella hay una esfera cristalina perfecta, y dentro de este gran globo de cristal está ensamblado un filamento de oro, curvado en forma de «S», como una serpiente preparada para atacar. 

 En un momento dado entiendo que, enviando pensamientos en dirección ascendente por la espiral de cobre, puedo encender el cristal: toda la cueva se ilumina cada vez que envío un pensamiento por la espiral. Aquí empiezo a canalizar alguna información muy significativa sobre realidades dimensionales, universos paralelos y el verdadero significado de la alquimia.

 Me entretengo enviando estos pensamientos por la espiral y viendo que la esfera de cristal se enciende como una farola. En un instante, la cueva se ilumina completamente y veo las paredes forradas de cristales y espirales de cobre, conectadas con esmeraldas sin tallar. Toda la estructura es un complejo diseño de cristales de cuarzo y amatista, de espirales de cobre, esmeraldas y filamentos de oro que interconectan los cristales. 

 Desde el punto donde me encuentro, grito , y seguidamente me despierto; un sudor frío cubre mi cuerpo...me abruma la sensación de que, más que un sueño recurrente, este es un sueño verdadero de la Atlántida que está emergiendo de las profundidades de mi alma. Este recuerdo de la Atlántida inspiro a Roberta Bongiovanni, la ilustración utilizada en la portada de este libro. Para Alick Barthobmew, mi agente, editor y amigo, por su coraje para superar las limitaciones, por su visión del mas haya y por dedicarse a traer al mundo la luz del conocimiento. 

 INTRODUCCIÓN 

 Mi primera conexión «consciente» con los emisarios del Alto Consejo de Sirio comenzó en 1996, sólo unas semanas después de que se produjeran una serie de extraños sucesos sincrónicos que me pusieron en contacto con el fenómeno de los dibujos que aparecen en los campos de cereales en diversos puntos de Inglaterra. 

 Ese verano había ido a Inglaterra para realizar un curso avanzado de cromoterapia en el Instituto Hygeia, un centro muy reconocido por sus cursos sobre esta disciplina. Se trataba de un programa de formación intensivo para terapeutas, cuyo horario abarcaba desde primera hora de la mañana hasta el momento de la cena, después de la cual generalmente nos quedábamos estudiando y preparando los exámenes hasta bien entrada la noche, por lo que dormir y descansar bien era muy importante. 

 Por fortuna, la idílica ubicación de la escuela, sus jardines y el aire del campo nos proporcionaban la paz y serenidad que tanto necesitábamos. A pesar de las desventajas de alojarse en dormitorios colectivos abarrotados, yo siempre dormí como una niña, disfrutando de cada minuto de descanso. Transcurrida una semana de curso, tuve un sueño muy vivido, que me despertó a las cuatro de la madrugada, en el que me veía volando sobre Stonehenge, muy por encima de los frondosos campos verdes que rodean el monumento.

 Observando el enclave desde esta perspectiva aérea, me sorprendió ver impresa en un campo cercano una compleja espiral de círculos graduales, cuyas dimensiones aumentaban a medida que se desplegaban desde el epicentro, y seguidamente, en el ápice, los círculos descendían en la misma proporción hasta el último de la cola. 

 Sabía que este dibujo era una representación perfecta de la proporción áurea de Pitágoras (geometría sagrada de la biología terrestre), puesto que la acabábamos de estudiar en la lección del día, y que de algún modo el sueño me estaba diciendo que la geometría sagrada era un aspecto muy importante del mensaje. 

 Mirando hacia abajo a la imagen colosal, me sorprendió comprobar que sta formación era casi diez veces mayor que Stonehenge, y me pregunté qué podría ser. Una voz familiar replicó que era «un punto de encaje para la inteligencia extra-terrestre», y que tenía que prestar absoluta atención..., que este símbolo iba a tener mucha importancia para mí, y que no pasaría mucho tiempo antes de que llegara a entender la profundidad del mensaje. 

 Me desperté sabiendo que había recibido una especie de comunicación cósmica urgente, pero sin ningún indicio respecto a su significado. Muy animada, les conté el sueño a otros alumnos durante el desayuno, y todos parecíamos resonar a algún nivel con la información transmitida. Después de todo, las conexiones con extraterrestres en sueños hacen que se dispare la imaginación, y todos sentíamos que había algo en el aire mientras nos preparábamos para salir de excursión en autobús hacia Glastonbury. 

 Era como si todos supiéramos que este mensaje velaba algo que descubriríamos allí, y que el verdadero propósito de nuestra visita era obtener la información que me ayudaría a descifrar la iconografía de la espiral, traduciéndola a un lenguaje que todos pudiéramos entender. 

 Como Glastonbury tiene una amplia oferta para los amantes de la metafísica, la ciudad era un «paraíso natural de compras» para nuestro grupo, de modo que, en cuanto llegamos, renunciamos a nuestra intención original de explorar los lugares sagrados de Avalón y nos dirigimos a la librería Growing Needs, a la abadía de Glastonbury. 

 Al entrar en la tienda, mis ojos se posaron instantáneamente sobre una imagen exacta tamaño póster de la forma espiral que había visto en el sueño, aparentemente fotografiada desde un avión que sobrevolaba Stonehenge, de modo que se veía el tamaño relativo del monumento con relación a la escultura. Perpleja, le pregunté a la cajera qué representaba la gran imagen espiral. 

 Ella me dijo que era «la última formación aparecida en un campo» y que se había formado junto a Stonehenge, justo al otro lado de la carretera. Incrédula, miré fijamente la sorprendente imagen: una réplica perfecta de la aparecida en mi sueño. Entonces supe perfectamente que había sido «llamada» a los círculos de los sembrados, un fenómeno del que apenas había oído hablar antes de aquella increíble cita con el destino... el verano de 1996.  

 ¿Estaba prestando atención? Puedes estar seguro de que en ese momento no me importaba nada más. Descubrí fotografías aéreas de los símbolos aparecidos en los campos de aquel verano en todas las librerías y tablones de anuncios de Glastonbury, y era indudable que mis guías me habían preparado el camino para que experimentara el fenómeno de primera mano. 

 De una cosa podía estar segura: la espiral de círculos que parecía que habían soplado en el campo de trigo de Stonehenge tenía algo muy importante para mí, y sí, sin duda estaba «interesada».En ese momento me di cuenta de que la verdadera razón por la que había ido a Inglaterra aquel verano era para aprender algo sobre los círculos de los sembrados y para experimentar con ellos, y que el curso de cromoterapia sólo era un medio para este fin. 

 Cuando el universo te pone las cosas delante, simplemente lo sabes: el gran plan se despliega ante tus ojos. En esos momentos entiendes verdaderamente la sincronicidad y sabes que estás fluyendo con la totalidad, puesto que sientes la emoción de cabalgar la ola y confías en que te está llevando donde tienes que estar. 

 Sentí que todo a mí alrededor me validaba, por lo que no me sorprendió enterarme de que aquella misma noche se acababa la conferencia anual de los círculos de los sembrados, y que el principal experto en este fenómeno, Colin Andrews, daría una conferencia específicamente sobre el círculo de Stonehenge. 

 Después de compartir los detalles del sueño con el personal de la librería, me aseguraron que, aunque todas las entradas para la conferencia se habían agotado meses antes, la historia de mi vuelo astral sobre Julia Set me garantizaba un asiento..., y así fue. Aquel verano todo el mundo en Glastonbury estaba tan sintonizado con la energía de los círculos que era como si todos estuviéramos predestinados a estar allí. 

 El sentimiento era tan emocionante y sublime...; era como ver una enorme ola chocar violentamente con la costa, y después seguir su camino de vuelta...-en la calma del incesante ritmo marino. Supe que tenía que estar allí, de modo que, aun a riesgo de quedarme sin transporte aquella noche, me aseguré de poder asistir a la conferencia, y después informé a los demás de mi decisión. 

 Por suerte, al conductor de mi transporte no le importaba pasar la tarde en Glastonbury, de modo que acordamos que los demás coches regresarían a la hora programada y el nuestro volvería cuando acabara la conferencia. Como siempre, el universo proveyó el modo, las personas y el lugar para que se hicieran las conexiones adecuadas. Las cosas funcionan así cuando seguimos la corriente. 

 Lo que aprendí en la conferencia era tan vasto e interesante que me sentí obligada a quedarme en Glastonbury, abandonando la escuela y el curso de cromoterapia. Colin Andrews, investigador pionero de los círculos de los sembrados, iba a llevar a un grupo de la conferencia a Stonehenge a la mañana siguiente y yo quise ir, atrapada en la emoción del momento. 

 Sabía que era muy importante que entrara en la formación circular para sentir algo allí; sin embargo, mi compromiso con el trabajo que estaba realizando en el instituto y la inversión realizada me hicieron aterrizar. A regañadientes, me uní a los demás alumnos y volví al instituto, aunque mi cabeza seguía llena de pensamientos galácticos, maravillada ante las nuevas energías que se estaban manifestando en mi mundo. 

 Como era de esperar tras un descubrimiento tan notable, a la mañana siguiente, la charla sobre los círculos de los sembrados presidió la mesa del desayuno. Repasamos animadamente las fotografías de los círculos compradas en la librería, y viéndolos estuvimos de acuerdo en que eran absolutamente idénticas a mis descripciones y a los bocetos que había realizado días antes a partir del «material de mis sueños». 

 Compartí los detalles sobre el fenómeno que había anotado en la conferencia y los otros se quedaron paralizados, sabiendo que estábamos abriéndonos a algo maravilloso, y que mi experiencia estaba destinada a ser compartida por todos. 

 Uno de los profesores se sintió atraído por la emoción generada cuando comparamos las fotos de los círculos de los sembrados con mis bocetos de la visión que había tenido en sueños. En mi opinión, nunca entendería con claridad su significado a menos que entrara físicamente en el círculo..., aunque eso parecía poco probable teniendo en cuenta lo apretado de nuestro programa de estudios y lo lejos que estábamos de Stonehenge. 

 Convencido de que aquello era importante, se ofreció voluntario para llevarme en coche hasta allí, facilitando una experiencia que ambos sabíamos que tenía que ocurrir. Debía esperar otra semana más hasta que terminara el curso...: una gran exigencia teniendo en cuenta lo que anticipaba que me estaba esperando en la llanura de Salisbury. 

 Después de sufrir con impaciencia aquellos siete largos días de clases, conferencias y exámenes finales, el curso terminó con una cena de despedida y adioses emocionados. Al día siguiente, a primera hora de la mañana, el profesor y yo nos pusimos en camino. Ambos reconocíamos que estaba a punto de ocurrir algo extraordinario. Como había dicho la voz del sueño, el símbolo contenía un «profundo» significado para mí, aunque aún no imaginaba la medida de su profundidad. 

 Después de tres largas horas de viaje en medio del abundante tráfico de turistas con mapas y visitantes de fin de semana, finalmente llegamos al círculo neolítico de Stonehenge pero, a pesar de su imponente presencia, no tuve el menor deseo de detenerme a explorar el monumento. En ese momento sólo me interesaba el campo anexo, pues estaba ansiosa por divisar el círculo en la cosecha. 

 Aunque no era visible desde la carretera, Colin Andrews nos había dado puntos de referencia para localizar la entrada al círculo, y pronto identificamos la Camioneta del granjero y el camino de tierra que conducía al enclave.

 ¡Estábamos allí!... 

 Lo primero que me sorprendió de este fenómeno es que muy poca gente era consciente de él. ¡Pensaba que sería uno de los acontecimientos más importantes del país! Conté no más de diez visitantes moviéndose por el campo, pasando calladamente de un círculo a otro, teniendo mucho cuidado de no alterar el dibujo impreso en la cosecha. 

 Me anonadó pensar que a pocos pasos de uno de los grandes monumentos de los antiguos observadores de estrellas, con sus enjambres de turistas, estaba esculpido en el trigo este diseño inexplicable, asombroso...; sin embargo, parecía que casi nadie sabía de su existencia, ni le importaba. Era como si un universo paralelo se hubiera materializado .mi e mis ojos, y yo podía ser testigo de ambos simultáneamente. 

 Este era uno de los símbolos más significativos jamás aparecidos en los campos, y su forma era tan compleja y de una belleza tan intrincada que anunciaba un nuevo nivel de complejidad en un fenómeno que había comenzado, según parecía, diez años antes (con un simple círculo). Decir que me dejó sin respiración sería quedarse muy corta. 

 En aquel momento místico necesitaba soledad... y silencio. Por suerte, el profesor lo comprendió, de modo que fui capaz de entrar en el espacio sagrado sin interferencias ni distracciones, libre de sentir y experimentar las poderosas vibraciones que parecían empujarme hacia su centro. 

 La conexión era tan increíblemente poderosa, tan inmediata, que en los bordes externos del campo ya empecé a entrar en un estado de conciencia alterada, y abandoné todas las expectativas, los condicionamientos y el sentido de identidad. 

 Fui guiada hasta el ápice del mayor de los 151 círculos, y allí me tumbé, nadando en las nuevas vibraciones y sabiendo que aquella experiencia me cambiaría la vida. Instantáneamente empecé a dar vueltas fuera de mi cuerpo y del tiempo, cediendo a la fuerza abrumadora de unos sonidos silbantes, de tonos cada vez más agudos, que me llevaron a un lugar lejano, mucho más allá de los campos de la planicie de Salisbury. 

 No tengo un recuerdo consciente de aquel estado de trance, aparte de la evocación vivida de haber viajado por esos sonidos como sonido mismo, sintiéndome absolutamente una con las ondas, sin conciencia de estar separada en ningún sentido de las demás vibraciones del universo. Puedo afirmar inequívocamente que fue el momento más significativo de mi vida y que nunca lo olvidaré. 

 Lo que para mí no fue más que un segundo, duró más de una hora, según me comentó Arthur posteriormente, y sin embargo mi memoria consciente no conserva ningún recuerdo del tiempo en que estuve tumbada en el círculo. Fui transportada más allá de cualquier punto de referencia, de cualquier experiencia de salida del cuerpo o estado alterado de conciencia, más allá del tiempo. 

 No tenía recuerdos conscientes de esta experiencia ni detalles de dónde había estado...; fue un alejamiento total y absoluto del reino terrenal, y sólo me quedó la sensación de haber sido «estirada» más allá de los límites: un sentimiento indefinible. 

 El viaje de vuelta de Salisbury a Londres me pareció envuelto en una especie de niebla. Nada parecía real o significativo, y lo único que quería era tumbarme en alguna parte y poner mi cabeza en orden. Pasaron varias horas hasta que pude anclarme en mi cuerpo, conseguir un vuelo a Roma y recuperar mi vida «normal». 

 Algunas semanas después comenzó mi nuevo viaje metafísico, que redefinió para siempre el significado de la palabra «normal»... Desperté (de nuevo a las 4:00 a. m.) oyendo un extraño sonido de fondo que sonaba en mi cabeza, como si en la base de mi cerebro se estuviera sintonizando una estación radiofónica. Instintivamente me levanté y busqué por las habitaciones, tratando de encontrar una explicación física y terrenal, pero no había nada anormal en la casa... nada que pudiera explicar el origen del sonido. Cuanto más intenso se hacía, más buscaba una explicación física, sin encontrar nada tangible. 

 En un estado como de trance, fui a mi estudio, encendí el ordenador y observé atónita que mis dedos empezaban a escribir un mensaje pulsando las teclas del ordenador. Según parecía, se había abierto un canal. 

 Esa fue la primera de una larga serie de sesiones matinales durante las cuales tuve el privilegio de oír y transcribir las enseñanzas de seres que se identificaron como los «Emisarios del Alto Consejo de Sirio»...; según se me dijo, las transmisiones procedían de la sexta dimensión. 

 Después de estar transcribiendo los mensajes claros y sucintos del Consejo, nació un libro. Este fue guiado sin esfuerzo a manos de Alick Bartholomew, entonces editor de Gateway Books, quien creyó en el material y poco después contrató los derechos de The Cosmos of the Soul para su publicación. 

 Me sentía encantada de haber dado a luz el material de los Emisarios, pero un poco decepcionada..., como si el final de este esfuerzo marcara también el final de mi más increíble incursión en el mundo de la metafísica. 

 Sin embargo, para mi sorpresa, la llamada a despertar a las 4:00 de la mañana volvió a producirse cuarenta y ocho horas después. Se me dio el título de las primeras transmisiones de ésta, su segunda obra: Vuelve la Atlántida.  

Este libro también ha sido una experiencia increíble, un proceso de ir más allá de mis Impías convicciones y creencias esenciales para aceptar el controvertido material que estás a punto de leer sin censurarlo. En el proceso de sacar esta información a la luz he abierto mi mente a una extraordinaria perspectiva universal que ha cambiado mi percepción de manera sorprendente. 

 En un momento en que el continente perdido está resurgiendo en el fondo de nuestra conciencia, las enseñanzas de Sirio nos ayudan a integrar el conocimiento de la Atlántida y el miedo de los Últimos Días..., miedo que, según nos dicen, hemos llevado en nuestra memoria colectiva hasta ahora. Su mensaje tiene la intención de educarnos respecto a las energías que estuvieron operando en los últimos días de la civilización atlante. 

 Su intención es explorar la lucha constante que asola a la humanidad y a nuestro planeta, fortaleciéndonos con la verdad y el libre albedrío que debemos reclamar como residentes siglo XXI de un ser cósmico que está a punto de ascender a la cuarta dimensión. 

 Se nos pide que usemos la información para equilibrar la balanza entre la luz y la oscuridad en este punto de inflexión —una época paralela a la Última Generación de la Atlántida— para toda la humanidad, nuestra Tierra y el cosmos. 

 Esto es una historia. Una lección. Y un aviso. 

 Comienza con un mensaje muy críptico: 

 Tienes una misión específica. 

 Tú, Guardián de los Cristales, has vuelto al escenario 3D (3 dimensiones) con una misión específica. Como Sumo Sacerdote de Ra, has conocido el poder de los guerreros oscuros y tienes recuerdos de cómo los miembros de la Última Generación imprimieron códigos etéricos e implantes electromagnéticos en las estructuras morfogenéticas individuales, al tiempo que alteraban las frecuencias electromagnéticas de los campos geotérmicos gaianos, que sirven para controlar la mente colectiva de esa civilización y para poner riendas a las energías gaianas. 

 Tú recuerdas la manipulación que el sacerdocio oscuro hizo de los elementos y el caos causado en el planeta Tierra por sus abusos y crueles descuidos. Está volviendo a ocurrir — 13 000 años terrenales después— y tú, Trydjya, eres una de los muchos que han vuelto para restaurar el equilibrio de la balanza. 

 Actualmente hay un gran número de atlantes encarnados que están abriendo el cofre del tesoro de la memoria colectiva humana a fin de poder trabajar su experiencia de la devastación ocurrida en la Última Generación. Y, sí, la raza humana siente crecer el temor en su seno, porque el recuerdo de la violencia del cataclismo global y de la esclavitud de la raza ahora está resurgiendo en vosotros. 

 Y, sí, vuelve a producirse un enfrentamiento entre las fuerzas de la luz y las de la oscuridad, Y en este momento de vuestra progresión, cuando estáis a punto de entrar en la cuarta dimensión, el cuerpo emocional de la Tierra oscila descontroladamente entre los polos, y vosotros habéis venido a aquietar el péndulo..., a ayudar al renacimiento de Gaia. 

 Vosotros, los de la Luz, habéis venido a calmar las aguas. Vuestro tiempo ha llegado y la mayoría sois conscientes de que se os está llamando a la acción. Por desgracia, los Seres Delfín y las Grandes Ballenas están siendo exterminados sistemáticamente, y ya no podéis contar con su ayuda. Esto es muy grave porque, sin su entramado sónico de frecuencias oceánicas, os encontraréis a merced de los iracundos mares terrestres. 

 Una vez más, como en la Atlántida, la furia de Gaia está azotando vuestra realidad terrenal con ganas de venganza... recordándoos que la alteración de sus energías causada por la humanidad ha sobrepasado todos los límites, y que ella está, una vez más, tomando el mando por la fuerza. La vibración negativa del abuso humano es como una infección bacteriana mortal y, como el sistema inmunitario humano, el cuerpo emocional de Gaia está poniendo en acción su mecanismo de auto-curación para combatir la enfermedad. 

 Este, la repetición de la Última Generación de la Atlántida, será el último conflicto de la humanidad en el reino material. Una vez más los alquimistas, los manipuladores de las energías terrestres, os tienen atrapados entre los extremos polares. 

 Esto está ocurriendo tal como estaba programado. Las fuerzas que operaron en la Atlántida eran manifestaciones arquetípicas de la polaridad de la Tierra, y vosotros habéis venido a encontrar la resolución de dichos extremos en este momento tan crucial de ascensión en todo el sistema solar. 

 Los alquimistas de oscura intención han vuelto para reactivar la trama electromagnética, mientras imprimen nuevos dispositivos de control en los éteres, y todo esto se os está haciendo usando vuestra tecnología. Ahora, como en la Última Generación, las personas de la Tierra estáis siendo bombardeadas por sonidos subliminales, códigos e imágenes, frecuencias electromagnéticas y otros métodos de control mental que todos vosotros conocéis muy bien; basta con que levantéis el velo y recordéis. 

 Las improntas codificadas de los oscuros fueron almacenadas en el ADN humano como memoria racial, para poder ser reactivadas posteriormente y usadas por las fuerzas de la oscuridad con el fin de controlar, una vez más, a las masas de vuestro planeta. Es imperativo que ahora traigáis esta información a vuestra propia conciencia, que la emitáis a través del centro del corazón y que la hagáis llegar a aquellos que puedan entenderla y transmutar los controles codificados en frecuencias luminosas de amor. 

 Tú, Trydjya, debes estimular tu recuerdo de ese acto para ayudar a neutralizar esa intención. Tu retomo a la Gran Pirámide ha provocado la iniciación, que se completará en la cámara subterránea, en la que viajarás a esa vida pasada..., la Última Generación de la Atlántida. Serás guiada a ver con tu ojo interno la parte de la historia que no ha sido contada. Tú, Guardiana de los Crista/es, tuviste acceso a los generadores de luz activados mentalmente de la Atlántida. 

 Tú has conocido los frescos y oscuros túneles, así como las cuevas de curación amatista de los mundos internos de Gaia, y te has bañado en la soleada Cúpula cromática del templo de curación de Poseidón y en las grandes pirámides de Atlán, donde todo estaba iluminado por la irradiación de Ra, tu Deidad Solar. Despierta ahora, hija de la Atlántida. Es hora de ir a la escuela. 

 Mirando atrás, destellos de recuerdos enterrados de la Atlántida empezaron a revolotear en el ojo de mi mente. Algunos de ellos eran de cuando tenía cinco años; a esa edad, para asombro de mi madre, comencé a sentir una fobia peculiar por los puentes. Aún recuerdo el miedo que me daba atravesar con mi familia el puente de la bahía de San Francisco, mientras que cruzar el Golden Gate siempre me provocaba una reacción de pura histeria. 

 Mi madre tenía que sentarse en el asiento posterior conmigo, ponerme una manta sobre la cabeza y hablarme durante la fase traumática hasta que tocábamos tierra firme al otro lado, y eso continuó hasta bien entrada en la adolescencia. Aparte de esos inexplicables ataques de fobia y ansiedad, era una niña normal, feliz y adaptada, lo que hacía aún más notable el enigma de estas crisis causadas por los puentes. 

 En esos momentos sentía un miedo incontrolable de que el agua barriera el puente y me arrastrara al fondo del mar, como había hecho antes, en el puente y me arrastrara al fondo del mar, como había hecho antes, en alguna parte...; de algún modo, a nivel primordial, mi mente infantil recordaba. Ese lugar anterior era la Atlántida. 

 También tenía un sueño persistente y recurrente en el que una y otra vez era barrida de una playa desconocida y tragada por el mar, donde luchaba desesperadamente bajo el agua, intentando salir y, sin embargo, cuando empezaba a hundirme lentamente, era incapaz de distinguir el fondo de la superficie. Mirando atrás, me doy cuenta de que estos sueños eran muy extraños en una niña de seis años, y persistieron hasta bien entrada en mi vida adulta. 

 Al ser una niña psíquica, mis experiencias personales y las inexplicables comprensiones que surgían en mi mente a menudo cuestionaban los dogmas prevalecientes. Era un tiempo en que estas cosas se aceptaban mucho menos que ahora, a la luz de la era en la que estamos entrando. 

 Yo hablaba abiertamente sobre la Atlántida, la tierra «mítica» de Platón, sabiendo que mi fascinación por el continente perdido era algo más que mera curiosidad. Tenía retazos de recuerdos... imágenes de cuevas de cristal y torres iluminadas por el sol que volvían a mi mente una y otra vez. 

 Atlántida. Era parte de mí y estaba tan profundamente arraigada que la había llevado conmigo durante otras vidas hasta aquel cuerpo de niña que lloraba cuando tenía que cruzar puentes. Estaba dispuesta a entrar en contacto con ese recuerdo por muy escondidas que estuvieran las respuestas. 

 Los años anteriores a mis primeras comunicaciones claras con los Emisarios tuve la oportunidad de trabajar en Boston con una terapeuta especializada en regresiones a vidas pasadas que me guió en un viaje de tres horas por cinco vidas diferentes. 

 La más significativa de ellas es la que viví en Atlán, una ciudad tan moderna como las de nuestros días, con un impresionante perfil urbano de altas torres y templos piramidales. Guiada más allá de las distracciones de la mente charlatana, pronto me encontré de pie ante una enorme pirámide cristalina, una estructura que encontré de pie ante una enorme pirámide cristalina, una estructura que no tenía entrada ni marcas de ningún tipo. 

 Sin embargo, supe que podía penetrar su muro externo simplemente poniendo la mano en un punto de su superficie, porque yo era «del Sacerdocio». Le expliqué a la terapeuta que nosotros, los privilegiados de Atlán, teníamos códigos secretos en la palma de la mano izquierda que nos permitían entrar a todos los templos y estaciones energéticas de la Atlántida.

 Al momento siguiente —entrando en un parpadeo a la estructura— estaba dentro de la pirámide, muy consciente de hallarme en su epicentro absoluto y sabiendo que esta posición estratégica era importante para alinearme con las energías cósmicas presentes. Como profesora de la Sabiduría Secreta, estaba instruyendo a un grupo de doce iniciados, todos sentados en el suelo, a lo largo del perímetro de la pirámide. 

 Los sacerdotes llevaban puestas túnicas de color índigo de estilo similar a los monjes benedictinos, pero el tejido era de una textura brillante e iridiscente, e irradiaba luz de tal modo que parecía brillar en la oscuridad. En nuestro mundo actual no existe ningún material parecido, una consideración que parecía contener una clave importante sobre por qué yo había vuelto a contemplar este momento en mi memoria subconsciente. 

 Guiada a examinar la escena más de cerca, tomé conciencia de que, más que enseñar, en realidad estaba recibiendo algún tipo de transmisión. Parecía que la fuente estaba allí, entre ellos, pero a mí me costaba identificarla. Dirigida por la terapeuta, miré al contingente de iniciados para ver que una mujer —una figura luminosa y penetrante— se había puesto de pie y sus ojos emitían rayos láser directamente hacia los míos, realizando una transmisión de pensamiento que irradiaba en mi conciencia como «sabiduría». 

 Según me di cuenta, a continuación yo transmutaba esa luz en lenguaje para los sacerdotes que habían venido transmutaba esa luz en lenguaje para los sacerdotes que habían venido a recibir el conocimiento... porque, al ser iniciados de nuevo cuño, aún no estaban sintonizados para recibir la frecuencia directamente de la Fuente. 

 Se me dijo que ella era Kataar, una guía de otra dimensión que me había acompañado a lo largo de todas mis encarnaciones desde mi primera aparición en la Atlántida. Algunos años después, cuando empecé a recibir las transmisiones de Cosmos enviadas por el Concilio, comencé a tomar conciencia de lo increíble: no sólo había estado en contacto con la gente de Sirio desde el principio, sino que este ser brillante, Kataar del Alto Consejo, había sido mi guía personal durante mis misiones en la Tierra. 

 Dirigida por la terapeuta a examinar la escena aún más de cerca, observé el verdadero intercambio energético que se producía en la pirámide: parecía haber una configuración triangular de luz blanca-dorada moviéndose entre nosotros. Kataar, la iniciadora, me enviaba la «sabiduría cósmica» en esos rayos de luz láser concentrada; yo, la transmisora, decodificaba las frecuencias y las reenviaba a los sacerdotes como lenguaje; ellos, los receptores, enviaban su reconocimiento telepáticamente a ella, completando así el circuito. 

 Al estudiar la escena, la triangulación energética empezó a multiplicarse, desplegándose en una red de triángulos dorados —una trama luminosa—, y nos vimos rodeados repentinamente por un sobrecogedor espectáculo luminoso de simetrías y formas. Se trataba de un resplandor dorado que se extendía hacia la infinitud galáctica, un despliegue de energía espectacular: la Red de Luz Gossamer. 

 En medio de todo ello tomé conciencia agudamente de que uno de los iniciados, sentado en el rincón que quedaba a la izquierda del grupo, tenía una actitud sospechosamente furtiva y era, evidentemente, muy oscuro: un Judas. Sintiendo que había sintonizado con él, se puso la capucha sobre los ojos para escapar a mi escrutinio, tratando de pasar desapercibido. 

 A medida que la capa de oscuridad le envolvía, el espacio empezó a llenarse de oleadas de energía negativa. Sentí que la oscuridad lanzaba sobre mí una fuerza amenazante y ominosa, y supe inmediatamente que su presencia encubierta entre nosotros tenía una intención oscura. 

 En el mismo momento en que me sentí enfrentada con la poderosa oleada de energía negativa, Kataar envió el mensaje: -Tenemos una interferencia aquí... Voy a cortar la transmisión». Invocó la vuelta de la luz; los triángulos de luz empezaron a cerrarse y la regresión se detuvo casi inmediatamente. 

 Durante mucho tiempo después de la sesión me perturbó la oscuridad oculta que había debajo de aquella capucha, surgida de las oscuras profundidades de mi subconsciente y puesta a la luz como una pieza de un rompecabezas aún incomprensible. Sentí que anunciaba una iniciación que vendría en algún momento futuro de mi camino, y supe que el intruso oculto tras la capa se manifestaría antes o después en algún momento de mi vida. 

 ¿O era algo que había pasado anteriormente..., las sombras de una vida en Atlán? «Guardiana de los Cristales» La posibilidad de haber trabajado con cristales en otra vida en la Atlántida ciertamente explicaría la fascinación que siento por el reino mineral y mis años de dedicación al alegre trabajo de curar con cristales. 

 Mi primera colección de minerales fue una serie de pedazos de cuarcita y otras piedras que yo misma fui recogiendo en las colinas detrás de nuestra casa, donde desenterraba todo tipo de rocas, fósiles, cabezas de flechas indias y otros regalos de los fértiles campos. 

 Mi colección de productos de la tierra pronto llenó mi habitación y se extendió hacia la entrada de la casa. Por suerte, fui bendecida con una madre amorosa y generosa que animó mi pasión infantil y mi mente inquisitiva, y lo ha seguido haciendo hasta el día de hoy. 

 Aún recuerdo el día en que me llevó a la tienda de minerales para comprarme mi primer cristal de cuarzo. Ahora ambas sabemos que era la llamada de la Atlántida la que nos llevó a las dos allí —madre e hija— y que fue un momento mucho más mágico de lo que ella creyó entonces, un momento que duraría eternamente. 

 Mirando atrás, me doy cuenta de que ya en primer curso de primaria me obsesionaban los cristales, en la misma época que tenía pánico a los puentes y soñaba que me ahogaba en las profundidades del mar. Pasaba horas en mi habitación jugando con las rocas y minerales que había reunido, pero siempre me fascinaba la punta de cuarzo que mi madre me había comprado. 

 Era el orgullo de mi colección, porque tenía dentro un arco iris increíble y yo me perdía en los prismas de su luz...: mis primeros viajes astrales conscientes. Éste era un comportamiento relativamente extraño en 1958, mucho antes de que los cristales se pusieran de moda, y ciertamente no era la distracción típica para una niña de seis años. 

 Recuerdo que pasaba horas mirando la brillante punta de cuarzo, viajando por el puente de su arco iris, como un rayo de luz que se vierte por la ventana de una habitación oscura. Lo que mi madre llamaba «ensoñaciones» era en realidad la recuperación infantil de mis habilidades y mis recuerdos de vidas pasadas. Aunque entonces no lo sabíamos, aquel cristal generador estaba reactivando mi conexión con la Atlántida, si bien es cierto que necesité cuarenta años más para que el velo se levantara definitivamente y pudiera recuperar la experiencia de la Generación Perdida. 

 Sólo entonces recordé el propósito de mi actual encarnación, en medio de la confrontación final entre las fuerzas de la luz y la oscuridad: un preludio de la transmutación de Gaia. Durante un tiempo dejé de lado los cristales porque estaba demasiado ocupada creciendo y viviendo la pubertad para prestar atención a cualquier otra vida que no fuera ésta. 

 Como suele ocurrir con los niños dotados de poderes psíquicos, la conciencia y visión de mis primeros años se desvaneció, dejando paso a la montaña rusa de la vida emocional de una joven y floreciente mujer: la necesidad de ser querida, el descubrimiento del sexo, enamorarme, desenamorarme y volver a enamorarme, y viajar por medio mundo antes de que empezaran los «sueños» de la Atlántida. 

 Como las páginas de una novela, mis sueños entretejían un fantástico tapiz de paisajes ricamente coloreados, reflejos de un subconsciente lleno de grutas cristalinas y mares turquesa, bosques llenos de esmeraldas y cuarzos del tamaño de árboles, pirámides translúcidas y grandes naves voladoras que poblaban mis escenarios mentales. 

 He visto fantásticas imágenes de torres de cristal, cámaras de curación y motores solares, y siempre he sabido que estaba recordando una tierra que he querido, por la que he llorado y que he considerado mi verdadero hogar.

 Uno de los sueños ha dominado los campos de mi mente onírica durante tanto tiempo que apenas puedo recordar cuándo empezaron sus inquietantes reapariciones. Siempre es exactamente igual., no cambia nunca. Ahora, después de tantos encuentros con el recuerdo, cada uno de sus detalles ha quedado grabado indeleblemente en mi mente. 

 Me encuentro en una cueva, siendo la observadora de la escena. Allí hay un altar. Su base es una gran espiral como de cobre, que se eleva unos cuatro metros sobre el suelo de tierra. Encima de ella hay una esfera cristalina perfecta, y dentro de este gran globo de cristal está ensamblado un filamento de oro, curvado en forma de «S», como una serpiente preparada para atacar.

 Observando este altar hay un muchacho joven, de unos diez o doce años, vestido con ropa amatista. Lleva puestas serpientes de oro enroscadas alrededor de su cuello y muñecas. Tiene un halo aristocrático e intenso a su alrededor que le hace parecer mayor de lo que realmente es, y exuda una confianza intemporal. 

 Tiene una presencia imponente. De pie, junto a él, hay una mujer, una sacerdotisa vestida con una túnica de «madreperla» blanca luminiscente, que parece irradiar luz por cada curva y borde de su perfil. Yo estoy únicamente observando; no participo en la escena. La sacerdotisa está enseñando al niño algo sobre la energía y su manifestación. El es el supervisor de los generadores, el Guardián de la Energía. 

 En un momento dado entiendo que, enviando pensamientos en dirección ascendente por la espiral de cobre, puedo encender el cristal: toda la cueva se ilumina cada vez que envío un pensamiento por la espiral. Aquí empiezo a canalizar alguna información muy significativa sobre realidades dimensionales, universos paralelos 51 el verdadero significado de la alquimia, y me doy cuenta de que la información está viniendo a través del sueño para ofrecerme guía. Estoy experimentando que el pensamiento es Luz..., que el pensamiento crea luz..., que la luz es pensamiento en su expresión cristalina.  

En este sueño me siento ¡encantada! Se me está mostrando lo simple que es..., como si la «simplicidad», por sí misma, fuera un gran despertar. Me entretengo enviando estos pensamientos por la espiral y viendo que la esfera de cristal se enciende como una farola. En un instante, la cueva se ilumina completamente y veo las paredes forradas de cristales y espírales de cobre, conectadas con esmeraldas sin tallar. 

 Toda la estructura es un complejo diseño de cristales de cuarzo y amatista, de espirales de cobre, esmeraldas y filamentos de oro que interconectan los cristales. Desde el punto donde me encuentro, grito: «Soy el generador central de esta estructural», y seguidamente me despierto; un sudor frío cubre mi cuerpo...; me abruma la sensación de que, más que un sueño recurrente, éste es un recuerdo verdadero de la Atlántida que está emergiendo de las profundidades de mí alma.



Por: Patricia Cori

Publicado por: Anshelina el  29/07/10

Actualizado: Anshelina 11 mayo de 2012

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