miércoles, 27 de enero de 2016

DE NEALE DONALD WALSCH - "CUANDO LO ÚNICO QUE NOS QUEDA" - "ES DIOS"...



Llega un momento, en el que lo único que NOS queda: 

Es Dios... 


Sucede más de una vez en la vida de la mayoría de las personas. Es ese momento cuando te sientes total y completamente aislado. 

Es ese momento cuando sientes, no que nadie te está oyendo, sino que no hay nadie que te oiga. Realmente estás solo. No hay nadie más, incluso cuando hay alguien más en la habitación. No hay nada más, incluso cuando hay mucho más a tu alrededor. Sólo estás tú, aun cuando el mundo te rodea. Tal vez especialmente cuando el mundo te rodea, sólo estás tú. 

Sí, llega un momento en que lo único que queda es Dios. Nada más importa. Nada más tiene ningún sentido. Nada más te llama, te magnetiza, exige tu atención – o ni siquiera es digno de ella. Este momento llega, me parece a mí, ya sea cuando no tienes nada, o cuando lo tienes todo. Este momento llega cuando todo lo demás te ha sido arrebatado y no te queda nada, o cuando se te ha dado todo y no hay nada más que puedas desear. 

Cuando llega este momento, es un gran alivio. Es una liberación, un dejar ir. Y sin embargo, para muchos de nosotros, todavía hay una pequeña parte de nuestro ser que anhela esa cosa que muchos de nosotros nunca hemos tenido: completa aceptación y amor incondicional. 


 
Alguien que Me Ame tal Como Soy. 


No hemos podido encontrar eso en otro. Pensábamos que podríamos encontrarlo en otro, esperábamos que pudiéramos encontrarlo en otro, pero no podemos. Ni siquiera podemos encontrarlo en nosotros mismos. Y porque no podemos encontrarlo en nosotros mismos, no podemos dárselo a otro y es por eso que no podemos encontrarlo allí. Porque no podemos encontrar en ninguna parte lo que no hemos puesto en ninguna parte, y nosotros no hemos puesto completa aceptación ni amor incondicional en ninguna parte. 


Ni siquiera podemos estar conformes con el clima, por el amor de Dios. Podemos encontrar algo de qué quejarnos acerca de todo. Y así, buscamos lo que no está ahí, porque todo lo que tratamos de encontrar en la vida, debe haber sido puesto allí por nosotros. Si no lo hemos puesto, no podemos encontrarlo. Lo que no ponemos en la vida, no encontramos, porque nosotros somos la Única Fuente Que Hay. 


Si no podemos encontrar perdón en nuestras vidas, es porque no lo hemos puesto allí. 
Si no podemos encontrar compasión en nuestras vidas, es porque no la hemos puesto allí. 
Si no podemos encontrar tolerancia en nuestras vidas, es porque no la hemos puesto allí. 
Si no podemos encontrar misericordia en nuestras vidas, es porque no la hemos puesto allí. 
Si no podemos encontrar paz en nuestras vidas, es porque no la hemos puesto allí. 
Si no podemos encontrar aceptación en nuestras vidas, es porque no la hemos puesto allí. 
Y si no podemos encontrar amor en nuestras vidas, es porque no lo hemos puesto allí. 


Todas estas cosas tenemos que poner en la Vida. Primero, en nuestra propia vida, luego uno en la vida del otro. O, para algunos, es al revés. Quiero decir que para la mayoría de nosotros es al revés. Para la mayoría de nosotros, es casi imposible darnos a nosotros mismos lo que más deseamos recibir: perdón, compasión, tolerancia, misericordia, paz, aceptación y amor. 


La mayoría de nosotros no podemos darnos estas cosas a nosotros mismos porque sabemos demasiado acerca de nosotros mismos. Creemos que no somos dignos de estas cosas. Imaginamos que somos algo distinto de lo que realmente somos. No podemos ver la Divinidad que la Divinidad Misma ha puesto en nosotros.


No podemos ver la Inocencia. No podemos ver la Perfección en nuestra imperfección. Como no podemos ver estas cosas en nosotros mismos, no podemos darnos a nosotros mismos lo que más deseamos recibir. Sin embargo, ya que no somos totalmente ciegos a lo que es bueno y vale la pena en el mundo, a menudo podemos ver estas cosas en los demás. 


A menudo podemos ver Divinidad en los demás. A menudo podemos ver Inocencia en los demás. A menudo incluso podemos ver Perfección en la imperfección de los demás. Y por eso podemos dar a los demás perdón, compasión, tolerancia, misericordia, paz, aceptación y amor. 



Podemos, 
Pero la pregunta es: ¿Lo haremos? 


Con demasiada frecuencia, no lo hacemos. A causa de nuestras propias heridas, no podemos sanar las heridas de los demás. Y entonces le negamos a nuestro mundo las cosas que nuestro mundo más necesita. Le negamos a nuestro mundo perdón, compasión, tolerancia, misericordia, paz, aceptación y amor. Y cuando le negamos esto a nuestro mundo, nos lo negamos a nosotros mismos – porque lo que no hemos puesto en el mundo, no podemos recibir del mundo. 

Una vez más, dejen que repita la Nueva Regla de Oro: 
Lo que no hemos puesto en el mundo, no podemos recibir del mundo. 


Llega un momento en que nos damos cuenta de que nosotros somos la Única Fuente Que Hay. Nadie nos va a dar a nosotros o al mundo lo que nosotros somos incapaces de darle al mundo, y por lo tanto a nosotros mismos. No por mucho tiempo.
 

El primer lugar donde descubrimos esto es en relación con otro. Lo que no podemos o no estamos dispuestos a dar al otro, no vamos a recibir del otro. No por mucho tiempo. Si no podemos dar a la persona que está al otro lado de la habitación perdón, compasión, tolerancia, misericordia, paz, aceptación y amor... no podemos esperar que la persona al otro lado de la habitación nos dé estas cosas a nosotros. Pues ellos sólo tienen para dar lo que nosotros les hemos dado. 


 Nos imaginamos en la relación que la otra persona tiene lo que nosotros no tenemos, y por lo tanto, que ellos pueden proporcionárnoslo. Ésta es la gran ilusión. Éste es un gran error. Éste es el gran malentendido. Y ésta es la razón por la cual fracasan tantas relaciones. Nos imaginamos que el otro nos va a proporcionar perdón, compasión, tolerancia, misericordia, paz, aceptación y amor. 


Imaginamos que el otro nos va a proporcionar lo que nosotros no podemos proporcionarles a ellos, y lo que ni siquiera podemos darnos a nosotros mismos. Y luego nos enojamos con el otro. Y luego nos enojamos con nosotros mismos. 


Y entonces... nos damos cuenta de que no queda nada más que Dios. Nos volvemos, entonces, hacia Dios. Por favor, Dios, dame perdón, compasión, tolerancia, misericordia, paz, aceptación y amor. Por favor, dámelo, para que yo pueda darlo a los demás. 


El mundo se está acercando rápidamente a este punto de inflexión. Estamos empezando a comprender que Dios es la Fuente Única y Original. 


Ahora lo único que tenemos que hacer es comprender, también, que no existe separación entre Dios y nosotros. Cuando por fin captemos esta comprensión fundamental, cuando aceptemos, finalmente, esta verdad básica, nos vamos a cambiar a nosotros mismos, a cambiar nuestras relaciones, y a cambiar el mundo. 


Hasta entonces, no lo haremos. Y vamos a esperar por ese momento cuando nos demos cuenta.... de que no queda nada sino Dios. Con suerte, llegaremos a ese momento antes de que lo creemos... en la manera más cruda posible: 


Destruyendo todo lo demás hasta que no quede nada. 

Destruyendo nuestra relación hasta que no quede nada. 

Destruyendo nuestro mundo hasta que no quede nada. 

Destruyéndonos a nosotros mismos hasta que no quede nada. 


Conversaciones con Dios contiene una afirmación sorprendente. Es algo que nunca he olvidado. Dios dijo: 

"No es necesario pasar por el infierno para llegar al cielo." 


Yo nos invito a todos nosotros a recordar eso en este día. Nos invito a todos a adoptar una nueva noción acerca de nosotros mismos y la vida: no que no queda nada sino Dios, sino que no existe nada sino sólo Dios. 


Cuando veamos a Dios en cada persona y en cada cosa, entonces nos habremos despojado de nuestras ilusiones, habremos hecho a un lado nuestras imaginaciones infantiles, y vamos a tratar a todo y a todos, como que eso, ella o él, son Divinos. Y si no crees que eso cambiará tu vida y tu mundo, piénsalo de nuevo. 


© 2010 Fundación ReCreation - http://www.cwg.org. Neale Donald Walsch es un mensajero espiritual contemporáneo cuyas palabras siguen conmoviendo al mundo en maneras profundas. Su serie de libros Conversaciones con Dios ha sido traducida a 27 idiomas, tocando a millones de vidas e inspirando cambios importantes en sus vidas cotidianas.

Traducción: Margarita López 

Edición: El Manantial del Caduceo 

Nota Personal. 
El día que llegó a mis manos CONVERSACIONES CON DIOS, comprendí simplemente que lo que había sentido toda mi vida era lo real, nadie me lo había dicho antes, solo que pensaba que estaba a veces equivocada, pero su tranquila forma de conversar con Dios, me recordó que yo también podía hacerlo....lo había hecho antes.....y lo sigo haciendo ahora. Con amor se los transmito...   Dannys. 

Publicado por Dannys Beatriz de la Cruz Arteta en http://gruposiron.ning.com/forum/topic
el febrero 21, 2013 a las 8:43pm en CAMINANDO HACIA EL AMOR 

Re-Publicado por ANSHELINA, la Luz que llama a despertar 
http://loqueheaprendidode.blogspot.com 
http://romancesdivinossohin.blogspot.com

Por Neale Donald Walsch - PARTE 2 - DE DIOS: "¿QUÉ PASA DESPUÉS DE NUESTRA MUERTE?"... Continúa Parte 3 ...


¿Qué pasa después de nuestra muerte?
Un maravilloso mensaje de Amor... en una íntima Conversación con Dios
Tengamos en claro... El infierno No Existe.
Simplemente no hay tal sitio.


¡La muerte es algo que te intriga… Te intriga y es emocionante y es totalmente maravillosa!… 

He estado oyendo durante mucho tiempo, que mis creencias afectan mi vida. Supongo que creía que cierto tipo de “reglas diferentes” funcionarían después de la muerte. Me sorprende un poco oír que, incluso después de la muerte, estoy creando mi propia realidad.


DIOS: Entonces me alegra que estemos teniendo esta conversación.


Espera un momento. ¿Qué significa eso con respecto a mi padre? Mi padre creía que no sucedía nada después de la muerte. Absolutamente nada.


Si mueres con la certeza de que no hay vida después de la muerte, una vez que te das cuenta de que has muerto, irás inmediatamente a la etapa dos, que será la experiencia de que no hay vida.


¿Cómo puedo experimentar la “No Vida”?...


No experimentarás nada en absoluto. Simplemente no habrá experiencia. Las cosas seguirán ocurriendo, pero tú no podrás percibirlas… Sería exactamente como sería ahora si estuvieras durmiendo mientras las cosas ocurren a tu alrededor.


¿Entonces no hay esperanza? Mi padre murió con la absoluta certeza de que no había nada de nada, ni vida de ningún tipo ni experiencia de ninguna clase, después de la muerte… entonces… no hay esperanza para él…

De nuevo, cuando mueres creyendo eso, es como quedarte dormido. Para experimentar algo más, simplemente tienes que despertarte.


¿Cómo se puede despertar él?....


La buena noticia es que todo el mundo se despierta. Igual que en la vida terrenal no te quedas durmiendo para siempre, tampoco en el Más Allá permanecerás en un sueño inconsciente para siempre. Ese no es el plan… El alma se despertará con la ayuda de los seres queridos y de los ángeles. Entonces se preguntará dónde está, por qué no está ocurriendo nada, qué pasó. Empezará a atar cabos, y en ese momento el alma pasará a la conciencia plena de la etapa dos de la muerte.


¿Cómo será eso? ¿Qué experimentó mi padre?


Lo que eligió experimentar entonces.


¿Cualquier cosa que quisiera crear? ¿Cualquier cosa en absoluto?


Definitivamente. Pero, si hay confusión, la experiencia podría ser un poco confusa. Una especie de mezcolanza de escenarios creados rápidamente que puede que tengan sentido o no.


Eso no suena muy emocionante.

No te preocupes. No es nada “malo”. Se trata sólo de orientarse otra vez. Es como pasar de un canal a otro en la televisión rápidamente con un mando a distancia. No pasa nada malo. Simplemente tienes que decidir qué “canal” quieres ver.

Si empiezas a sentirte un poco agobiado y a desear tener algo de ayuda, inmediatamente te harás consciente de esos seres queridos y ángeles y espíritus que han estado revoloteando a tu alrededor y asistiéndote, esperando a que te dieras cuenta de que estaban ahí.

En cualquier caso, pronto te vas a quedar a gusto con una imagen, de entre las miles de imágenes de tu mente, y empezarás a crear desde ahí… Pero ahora es importante que entiendas que ninguno de los escenarios que te he descrito tiene nada que ver con la Realidad Última. Eso se experimenta en la tercera etapa. Los escenarios que acabo de describirte son las primeras dos etapas, las etapas más tempranas, de tu “experiencia después de la muerte”.


De acuerdo. Entonces en la primera etapa de la "muerte" lo que ocurre es que me daré cuenta de que “ya no soy mi cuerpo”... En la segunda etapa de la “muerte” me moveré a través de lo que yo haya imaginado o decidido que sucederá cuando “muera”. ¿Y en la tercera etapa? ¿Vas a describirme eso? ¿Qué me sucederá entonces?


Te fusionarás con la Esencia y empezarás a experimentar la Realidad Última en el Centro de tu Ser.

O sea, ¿Dios?...


Puedes llamar a la Realidad Ultima como quieras. Algunos la llaman la Esencia. Algunos la llaman Alá. Algunos la llaman Todo. No importa cómo la llames, es la misma cosa.

¿Qué pasa si eso es exactamente lo que yo siempre había pensado que pasaría?


¿Qué pasa si qué es exactamente lo que siempre habías pensado que pasaría?


¿Qué pasa si lo que yo siempre había pensado que pasaría después de mi muerte era que estaría inmerso en Dios? ¿No se experimentaría eso entonces en la segunda etapa de la muerte?


Tu idea acerca de eso se experimentaría en la segunda etapa, sí. Es así porque en la segunda etapa de tu muerte estás operando todavía desde tu mente… ¡Sería una experiencia tan placentera y gloriosa como pudieras crearla, en tu imaginación!... Pero entonces, en la etapa final de la muerte, tendrías la experiencia como es en realidad, no como te has imaginado que sería… Pero tienes razón. Lo estás captando. Si lo que siempre creíste que sucedería, es que inmediatamente después de tu muerte estarías en “Casa con Dios”, lo estarás… Esa es la más alta esperanza del mundo, y es verdad.


¡Mi madre no tenía esa esperanza, ella lo sabía!... ¡Mi madre sabía que sería recibida por todos los ángeles y que estaba volviendo a Casa!...


¡Y eso es exactamente lo que experimentó!... ¡Después pasó a la siguiente etapa de la muerte, y su imaginación se transformó en una realidad aún más grande!...


¿Experimentó la presencia de Dios? ¿Estabas ahí para recibirla?


Te lo estoy diciendo, ¡Estoy Ahí para recibir a Todos!… ¡Es imposible morir sin Dios!. ¡Siempre estaré ahí!... ¡Te abrazaré, te aliviaré, te daré la bienvenida y te aseguraré que eres perfecto tal como eres, y que estás perfectamente listo para entrar en el Reino del Cielo!... ¡Después te dejaré en las manos de las almas de tus seres queridos y de los ángeles, que te guiarán el resto del camino, conduciéndote al reino espiritual… o a lo que podría llamarse “el cielo auténtico”, en contraposición al que tú te has imaginado!. Allí harás el trabajo que fuiste a hacer allí.


¿Tengo que “trabajar” en el cielo?...


No te preocupes. Será como jugar. ¡Estarás jugando en los Jardines de Dios!... Verdaderamente será el “cielo”. Uso la palabra trabajo en el sentido de “cumplir con lo que empezaste a hacer”…

¿Y qué es eso que “empezaré a hacer” en el cielo?


Cuando lleguemos a nuestras exploraciones del reino espiritual, veremos eso. No obstante, sabe esto ahora: ¡no te irás de mi presencia hasta que yo haya hecho –y tú hayas respondido- la Pregunta Santa!...


¿La Pregunta Santa?...


Sí. Pero me gustaría hablarte de esto más adelante. Esto puede que sea la parte más importante de nuestra conversación, y quiero preparar un poco más el terreno.


De acuerdo… pero ya son dos las cosas de las que has dicho que son muy importantes y que has dejado para más adelante. Anteriormente dijiste que tenías una respuesta a una pregunta mía que realmente podría conmocionarme. Dijiste que “había mucho trabajo preliminar que hacer antes”. Ahora me estás diciendo que me vas a revelar qué es la “Pregunta Santa”, pero sólo después de “preparar un poco más el terreno”. Así que me tienes realmente intrigado aquí.


Bueno, la muerte es algo que te intriga… ¡Te intriga y es emocionante y es totalmente maravillosa!...

Entonces, si Dios estaba ahí para recibir a mi madre, dime, ¿Qué aspecto tenía Dios? O sea, cuando me encuentre contigo, ¿Podré reconocerte?...


¿Qué aspecto quieres que tenga?



¿Vas a tener el aspecto que yo quiero que tengas?


Sí. Como en todas las cosas, tendrás cualquier cosa que elijas. Sí, sí y, una vez más sí. Si eliges que me parezca a Moisés, me pareceré a Moisés. Si esperas que me parezca a Jesús, me pareceré a Jesús. Si deseas que me parezca a Mahoma, me pareceré a Mahoma. Adoptaré cualquier forma que esperes o que te haga sentirte cómodo en mi Presencia.



¿Qué pasa si no tengo la menor idea de cómo es Dios?


¡En ese caso seré un sentimiento!... ¡Será el sentimiento más maravilloso que hayas tenido nunca!... ¡Se sentirá como si estuvieras inmerso en un baño de luz cálida, como si estuvieras siendo abrazado por el Amor!… O puede que te sientas como si estuvieras envuelto en un capullo, o suspendido en un radiante receptáculo ingrávido de aceptación absoluta e incondicional. Experimentarás este mismo sentimiento en el caso de que apareciera ante ti en alguna forma física. Al final esa forma se disolverá en un sentimiento, y nunca más tendrás la necesidad de verme en ningún tipo de forma o manera en particular.
No obstante, recuerda ahora lo que he dicho. ¡Es imposible morir sin Dios, pero no es imposible “pensar” que lo estás haciendo!... Puedes pensar lo que quieras en la etapa dos de la muerte. Así que la energía de mi Esencia Pura puede rodearte, y tú puedes elegir rechazarla, reducir la experiencia, creer que es una alucinación o descartarla por completo.

Yo nunca haría eso… ¿Por qué iba a hacer eso?...


Lo has hecho muchas veces durante tu vida. ¿Qué te hace pensar que no podrías hacerlo después de tu muerte?

Porque no sería tan tonto. Cuando esté muerto, es de esperar que no sea tan tonto. Además, cuando esté muerto, tú harás que sea muy claro para mí que tú eres Dios, y que soy amado, y que esta experiencia que estoy teniendo eres Tú, dándome la bienvenida a Casa. 


Escúchame… ¡La muerte es un momento de creación!... Hay un ajuste de energía en el momento de lo que tú llamas muerte, que sintoniza con precisión la energía con la que entras en ese momento, produciendo un efecto duplicativo en el mundo no físico en el que acabas de entrar, para que puedas continuar teniendo la experiencia que has estado creando, incluso durante tu transición a otro reino. (El mismo proceso ocurre al nacer, sólo que al revés. Cuando naces, la energía que has traído contigo del reino espiritual se transforma en materia por este proceso de sintonización de energía, produciendo un efecto duplicativo en el mundo físico en el que acabas de entrar).

Recuerda lo que dije antes: la muerte es un umbral, y la energía con la que atraviesas ese umbral determina qué hay al otro lado. Ahora, puedes re-crear algo nuevo en cualquier momento que elijas (igual que en la vida), pero encontrarás ahí, inicialmente, lo que esperas encontrar ahí… Si no crees en Dios, y entras en la muerte no creyendo en Dios, Dios estará ahí y tú experimentarás a Dios, no más de lo que lo experimentaste durante tu vida… ¡Tienes que saber que Dios está presente, para experimentar que Dios está presente!...

“Si miras una flor y sabes que Dios está ahí, verás a Dios ahí”... Si no, no verás nada más que una flor. Puede que incluso veas una mala hierba… ¡Si miras a alguien a los ojos y sabes que Dios está ahí, verás a Dios ahí!... Si no, no verás nada más que un ser humano. Puede que incluso veas un villano… “Si te miras a los ojos en un espejo y sabes que Dios está ahí, verás a Dios ahí”... Si no, no verás nada más que una persona tratando de descifrar quién está ahí… Puede que incluso veas a una persona que no tiene la respuesta a esa pregunta.

¿Quieres decir que Dios no me rescatará de mi propio “no-saber”?..



¡Dios te está “rescatando” cada día de tu propio “no-saber”... ¿Sabes esto?...


Supongo que sí.


¿Sí?



Bueno, a veces.


Es lo mismo inmediatamente después de la muerte. A veces la gente lo sabe, y a veces no. Y, según sea aquello en lo que crees, así se hará en ti.

¡Menudo mensaje, hombre!... Ciertamente esperaba más que esto. Esperaba que me dijeras que la presencia de Dios en el Más Allá haría “borrón y cuenta nueva”, anulando cualquier creencia en contrario y colmando el momento de una Gloria Absoluta.


Dios colmará el momento de una Gloria Absoluta, porque no hay nada más glorioso que el Acto de la Pura Creación y Dios te permitirá crear en el momento de tu muerte cualquier experiencia que desees… Esto es lo que pasa en la etapa dos de la muerte. En la etapa tres llegarás a conocer una Verdad más profunda sobre ti mismo: y entonces recordarás otra vez cómo crearla. Porque eres parte del Dios del que estás hablando aquí. Incluso aunque continúes imaginándote que no lo eres, todavía puedes crear cualquier experiencia que desees… Y por eso ahora entiendes esto: tu primera experiencia después de la muerte es algo que estás creando aquí y ahora, y que continuarás creando entonces y allá, con tu pensamiento sobre ella y con tu esperanza.


¿La esperanza juega un papel?...


Recuerda lo que te dije antes. Si tienes la más vaga esperanza de que alguien venga a ayudarte, estarás rodeado de seres queridos y de ángeles. Si tienes la más vaga esperanza de encontrarte con Mahoma, Mahoma te guiará. Si tienes la más vaga esperanza de que Jesús esté ahí, Jesús estará ahí. O Krishna. O Buda. O sólo simplemente la Esencia del Amor Puro… ¡La Esperanza juega un papel maravilloso en la “muerte” y en la “vida”!... (Son lo mismo, por supuesto)… ¡Nunca abandones la Esperanza Nunca!... ¡La Esperanza es una declaración de tu deseo más alto!… ¡Es el anuncio de tu sueño más grandioso!... ¡La Esperanza es el pensamiento, hecho Divino!...

¡Oh, qué declaración más maravillosa!... ¡La esperanza es el pensamiento… hecho Divino!... ¡Que declaración tan perfectamente maravillosa!...


Ya que te gusta tanto esa declaración, aquí está esa “Fórmula de 100 palabras para Todo en la Vida” que te prometí...

¡Oh, sí, una de tus promesas pospuestas!...



La ESPERANZA es el umbral para CREER... 
CREER es el umbral del SABER... 
SABER es el umbral para CREAR y 
CREAR es el umbral para la EXPERIENCIA… 
La EXPERIENCIA es el umbral para la EXPRESIÓN... 
La EXPRESIÓN es el umbral para LLEGAR a SER y 
El LLEGAR a SER es la ACTIVIDAD de TODA la VIDA 
y la ÚNICA FUNCIÓN DE DIOS…
 
Lo que ESPERAS, lo CREERÁS eventualmente; 
Lo que CREES, lo CONOCERÁS eventualmente; 
Lo que CONOCES, lo CREARÁS eventualmente; 
Lo que CREAS, lo EXPERIMENTARÁS eventualmente; 
Lo que EXPERIMENTAS, lo EXPRESARÁS eventualmente; 
Lo que EXPRESAS, lo LLEGARÁS a SER eventualmente.


¡Esta es la fórmula para todo en la vida!… 


¡Así de simple!…



Por: Neale Donald Walsch


Parte 2... Continúa Parte 3...



Fuente Original: Extracto del libro de Neale Donald Walsch, 
"En Casa con Dios - Una vida que nunca termina", Editorial Kier.


WebSite:http://www.caminosalser.com/i1239-que-pasa-despues-de-nuestra-muerte-por-neale-donald-walsch/


Sitio oficial de Neale Donald Walsch: www.nealedonaldwalsch.com

Edición y correcciones: www.caminosalser.com


WebSite:http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm


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