miércoles, 28 de mayo de 2014

De Sadhana - "EL PRINCIPIO de OBEDIENCIA INCONDICIONAL" - Primer Paso para La Ascensión...


Existe un Equilibrio fundamental sobre el cual esta realidad se sostiene tal cual es. Este equilibrio está dado por determinadas proporciones de cada elemento que compone la realidad y que la determina. El Ser Humano es uno de estos elementos componentes de la realidad que llamamos 3D y en el ser humano se reproduce a su vez el mismo esquema dual (fractal).

Una de las características más destacadas de esta realidad, tal vez el atributo más sobresaliente, es la dualidad en la que los elementos están polarizados. Esta polarización sostiene un Equilibrio Fundamental, un "Orden Natural de las Cosas/Elementos" que es propio y característico de esta realidad dimensional.

Esta fuerza fundamental que sostiene el Orden Elemental, es decir, un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar, actúa sobre cada manifestación de vida. Cada elemento componente de esta realidad tiene cierto margen de acción individual que llamamos libertad y en el ejercicio de su libertad los elementos producen movimiento, cambios, alteraciones. Estos movimientos afectan en distinta intensidad y medida el Equilibrio fundamental (el Orden Natural de las Cosas) generando como consecuencia un efecto compensatorio que tiene como fin mantener dicho orden alterado.

El Equilibrio Fundamental es sostenido por una Fuerza que rige los movimientos sin interferir la libertad de los elementos pues de lo contrario los elementos perderían la oportunidad de la experiencia, y del aprendizaje resultante. La manera en que esta Fuerza sostiene y mantiene el Orden o Equilibrio original es a través de efectos compensatorios (Ley de Causa y Efecto, Karma, etc.) correspondientes a cada causa de desequilibrio. Cuando generamos alteraciones al Orden Natural de las Cosas, surge un efecto compensatorio como consecuencia del desorden que hemos ocasionado no como castigo sino con el fin de sostener el Orden tal cual debe ser.

Si ponemos la mano en el fuego nos quemamos, eso nos da dolor y deja una quemadura en la piel que nos recordará la mala decisión que hemos tomado. Esto apunta a que evitemos los daños de exponernos al fuego a fin de sostenernos con vida. Así como existe un mecanismo de funcionamiento en el ser humano, que mantiene un equilibrio orgánico para sostenernos con vida, del mismo modo sucede con la vida en esta realidad. Formamos parte de un ser vivo que, como nosotros, cuenta con un sistema de funcionamiento que se encarga de mantener el orden de su vida, su salud.

Cuando en nuestro cuerpo surge un exceso de determinado tipo de bacterias por ejemplo, inmediatamente producimos un efecto opuesto que compensa el desequilibrio (que nos sana). El Planeta Tierra se maneja del mismo modo, mejor dicho, nosotros, como un elemento que lo compone, estamos diseñados de la misma manera que el planeta y sujetos al mismo principio.

El Equilibrio Fundamental está basado en dos polaridades, por ejemplo, el bien y el mal y por ello es reconocida ésta como una realidad dual. Ambas son opuestas pero necesarias para sostener el orden natural de las cosas (así como para hacer café con leche necesitamos el café y la leche en sus justas proporciones). La oscuridad, la maldad, la injusticia no solo son parte de esta realidad sino que son necesarias para sostener el equilibrio que determina lo que esta realidad es y debe ser. Pero cuando uno de esos polos, tanto el bien como el mal, rompe el orden natural de las cosas, inmediatamente surge un efecto compensador opuesto que lo recompone.

Por principio, la Luz jamás rompe un equilibrio, sino que en realidad compensa el desequilibrio generado por la oscuridad, es decir corrige el error. Somos oscuridad hasta que surge la Luz. La Luz viene a compensar el equilibrio dimensional de esta realidad cada vez que la oscuridad excede su proporción de equilibrio. Cada vez que nos equivocamos surge la necesidad de componer el error. Cuando actuamos con acierto no es necesario componer nada.

En esta realidad venimos a experimentar la libertad de acción como base de la creación para acceder al estado de co-creadores. Debemos aprender a crear, a manifestar realidades y como el error es parte lícita del aprendiz, este es el lugar donde podemos equivocarnos sin generar consecuencias negativas esenciales. Todo lo que desordenamos queda aquí y debe ser compensado aquí y no produce efectos más allá. Precisamente hasta tanto no dejemos de generar desequilibrios que nos obliguen por efecto a compensarlos no estaremos liberados de esta experiencia tridimensional (o Rueda del Karma)

Sin embargo, el ser humano, asistido por el polo que llamamos oscuridad -y que yo prefiero llamar como involución y a los seres que lo componen como involucionistas-, éstos nos han inducido y han motivado a la humanidad para que traspase la frontera de esta realidad interfiriendo realidades más allá de la nuestra.

Esta acción ha producido como efecto compensador la intervención de Seres de Luz que han venido a poner orden limitando la acción de los Seres Involucionistas y de los seres humanos que forman fila en esas huestes. Así es que hemos visto por ejemplo que ojivas nucleares han sido desactivadas misteriosamente, que ciertas personas desaparecen lo mismo que objetos, aviones, etc.

Precisamente, la primera lección que debemos aprender aquí, inclusive antes de comprender cómo es esto de manifestar realidades, es la lección de OBEDIENCIA. En la antigüedad se hablaba del Temor a Dios. Y es el temor que nos hace obedientes, el temor al castigo que no es otra cosa que el efecto compensador de nuestras malas acciones. El castigo no es causa sino efecto, entonces, para evitar el castigo debemos no producir la causa que lo genera. Si sabemos que el fuego quema, no pongamos la mano en él, y si aun sabiéndolo lo hacemos, entonces, no culpemos a nadie más que a nosotros mismos por ello. Pero el Temor a Dios como recurso de obediencia era necesario cuando el estado de consciencia o de inconsciencia del ser humano era aún mayor del actual.

Para recuperar -o para acceder a- la condición de Co-creadores, es fundamental la Obediencia pero no basada en el Temor a Dios, sino la obediencia que surge de la comprensión es decir, de la consciencia acerca de que existe una Mente Universal Creadora que determina el Orden Natural de las Cosas tal cual es en cada dimensión de realidad. Así como el músico debe obedecer al Director de la orquesta para integrarse a ella en armonía y sumar a la obra en vez de interferirla… si el músico pretende tocar su instrumento cuando y como le place entonces interferirá la tarea de los otros músicos y de la orquesta y será desplazado.

Para integrarnos en la Corriente Creadora Universal, es decir, para ser Co creadores de realidades, debemos antes que nada ser Obedientes de la Voluntad que rige esa Fuerza Universal Creadora. La Fuerza Creadora Universal esta regida por un propósito creador, es esa la Voluntad de Dios a la cual debemos obediencia incondicional. Es la Obediencia lo primero que debemos aprender e incorporar y luego recibiremos la Libertad y el Conocimiento.

Hemos escuchado hablar acerca de Angeles Caídos, hemos escuchado acerca de la Rebelión de Lucifer, etc. Siguiendo el ejemplo del músico, digamos que estos eran seres con un estado de consciencia mucho más elevado que el nuestro y que formaban parte de la “orquesta” pero un día decidieron no obedecer al Director y tocar su propia música y por ello fueron desplazados y conducidos a un lugar en el cual deberían aprender o recordar el principio de la Obediencia, no el de la creación pues ellos ya eran creadores pero al Caer, su Poder Creador les fue velado hasta tanto recuperen la obediencia hacia la Voluntad de Dios.

Estos seres, que llamo involucionistas pues están en caída y no en ascenso, son los que inducen al error a seres de menor consciencia quienes son fácilmente manipulables por estos tal cual lo relata la historia de Adan y Eva y la Serpiente. En el mundo actual en el que vivimos, estos seres involucionistas son responsables del desequilibrio que se ha generado no solo sobre la condición humana sino sobre Gaia y más allá de este planeta y por lo cual han dado razón para que Seres Evolucionistas deban intervenir y compensar estos efectos desestabilizadores del orden.

Son estos seres involucionistas los que nos mantienen en la desobediencia y por ello alejados del conocimiento. Lo hacen a través de los mecanismos sobre los que se ha construido y se sostiene este mundo, sobre los esquemas de poder, sobre los criterios de distribución del dinero, sobre las corporaciones, sobre el derecho y la ley y los criterios de justicia, sobre el uso de la publicidad y del marketing como herramientas de inducción de actitudes y comportamientos, penetrando religiones y corrompiendo sacerdotes, sembrado duda sobre todo y cada cosa para que reine la confusión...

Sin embargo, estos seres involucionistas tienen el derecho de recuperar su condición, es decir, de regresar a la senda de la evolución. Cuando cambian su curso y dejan de ir con rumbo de involución y ponen proa hacia la evolución, comienzan a despertar/recordar y se convierten en Maestros/as, en Guías de otros poniendo todo su conocimiento al servicio de la evolución. No todos los seres humanos son seres caídos, algunos son almas jóvenes en evolución. Los seres caídos ahora redimidos, son quienes deben Guiar a los otros y es esta una manera de compensar todo lo negativo que han generado en otros mientras estaban en sintonía involucionista (un ejemplo claro de esto es la historia de Saulo el perseguidor de cristianos convertido luego en Pablo el Apostol).

Es fundamental que comprendamos entonces este Principio de la Obediencia. Porque es lo que da sentido a muchas de las circunstancias que nos ocurren en la vida. Circunstancias que suenan injustas, impropias e injustificables y que nos hacen sentir que no merecemos lo que nos pasa y eso nos enoja con la vida, con Dios... y actuamos como los judios en el desierto que ante la ausencia de Moises fundieron oro y plata y adoraron al becerro...

A veces te puede pasar que te sentís muy capacitado para una determinada vida y no podes alcanzarla y ves que otros “menos capacitados que vos o que no la merecen tanto como vos” tienen esa vida. A veces sentis que el reparto de suerte fue injusto y a unos le dieron tu porción o lo que vos crees que era tuyo.. Eso no es un error o una injusticia de la vida, jamás hay error no lo que te pasa ni lo que te pasa es fruto de error sino solamente tuyo... y te pasa para que lo reconozcas y aprendas a no generar nuevamente ese desequilibrio en el Orden... pero ello requiere obediencia de la Ley y del Orden...

Debemos aprender humildad y obediencia para poder entonces integrarnos en la Corriente Universal Creadora sin generar “ruido”, interferencia. Solo Dios, la Consciencia Universal Creadora sabe las razones de cada decisión y los Co-Creadores que son a su vez su creación, deben aportar su parte sin condición, eso es obediencia incondicional, CONFIAR en quien manda, en quien lidera y aceptar su voluntad sin condición. Porque asumimos que Dios sabe más que nosotros de hecho, somos su creación y lo respetamos a través de la obediencia incondicional de su Voluntad. Te parece justo el final de Jesús? sin embargo él dijo "Señor, hagase tu voluntad y no la mía!"

Otra clara muestra de esto es la historia de Abraham cuando llevó a su hijo para sacrificarlo tal cual se lo indicó Yavhe (según el Antiguo Testamento) pero cuando Yavhe comprobó que Abraham estaba dispuesto a sacrificar a su hijo, es decir cuando comprobó la obediencia incondicional de Abraham entonces no solo le perdonó la vida de su hijo sino que le dio el Poder a Abraham que todos conocemos según relata el AT.

Este mundo y todo lo que ocurre en él es creación de Dios, por ello debemos respetar a este mundo tal cual es porque es esa una demostración de nuestra obediencia al Creador. Mientras luchemos contra el mundo y cuando digo “mundo” me refiero a este sistema de Equilibrio que he mencionado al principio, mientras rechacemos lo que nos pasa por considerarlo injusto o inmerecido estaremos rechazando a Dios y a su Voluntad y eso es una clara desobediencia y un acto de soberbia.

Mientras generemos desequilibrio o desorden estaremos rechazando el Orden Natural de las Cosas que es Voluntad y Creación de Dios. Mientras rechacemos a nuestro prójimo, mientras lo juzguemos sea por la causa que sea, estaremos actuando en desobediencia y demostrando nuestra ignorancia y desmereciendo el estado de consciencia al cual pretendemos llegar. Mientras rechacemos las circunstancias que no nos gustan o que nos parecen injustificables, estaremos rechazando la oportunidad de “ganarnos el Cielo” tal cual lo hizo Abraham.

Algunas circunstancias de la vida son sencillamente así no para que reaccionemos ante ellas sino para que precisamente las aceptemos tal cual son pues reaccionar implica rechazarlas. Debemos aceptar la Voluntad de Dios, sea cual fuere y dado que Dios está presente en TODO y CADA COSA y que Dios no será cómplice de injusticia alguna, dado esto TODO lo que nos pasa y todo lo que no nos pasa es Voluntad de Dios y es para que aprendamos la Obediencia tal cual lo hizo Abraham. Todo lo que nos pasa es siempre para nuestro bien! y así debemos aceptar lo que nos pasa, con confianza en la decisión de Dios, con Fe!


Saludos


Nicolas



Estar Para Ser

Tomado de: https://www.facebook.com/estar.paraser


Re-Publicado por ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
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