domingo, 8 de noviembre de 2015

SOY EL SIN NOMBRE... Soy Aquél que ERES...


Aquel que no se puede nombrar. Sin nombre, sin historia, sin pasado ni futuro. Soy lo que podrías llamar el Silencio, pero soy también todo el Amor que buscas por lo que llamas tu vía o tu camino.

Muy a menudo fuiste a mi búsqueda, lanzándote en una carrera desenfrenada, una búsqueda sin fin en la cual pensabas reencontrarme.

Te digo, Bien Amado, que no tienes que buscarme porque estoy en ti desde siempre, soy tu como tu eres yo. Sin ninguna identidad, sin ningún rol, sin ninguna función y sin ningún juego.

Soy la Vida que toma forma en tu mundo porque Estoy presente en cada UNO. Así, podrás reencontrarme en la mirada de cada uno, podrás contemplarme y por ahí mismo contemplarte a ti-mismo en lo que llamas este efímero donde Estoy.

Cuando estás situado en tu centro, en Mis brazos, en tu Corazón, en este océano de Amor que formamos, puedes vivir en este mundo, sin extraviarte en lo más mínimo. Porque reencontraste tu naturaleza profunda que está Presente en cada instante. También, cuando te digo que estoy por todas partes y en cada uno, acéptalo, acógelo, acoge mi Presencia a través de tus hermanos y hermanas, acoge mi Presencia cuando contemplas la naturaleza porque soy la Presencia Infinita que ESTÁ en cada cosa, en cada sonido y en cada forma.

También, te pido de parar toda búsqueda en la cual todavía podrías extraviarte porque no hay nada a encontrar en un hipotético futuro ni incluso en un conocimiento pasado porque Estoy AHÍ, y efectivamente Aquí, en el Instante, La presencia Infinita de Amor que ES y lo que siempre fuiste.

A ti de volverte frente a ti mismo, a ti de observar lo que todavía pueda quedarse como resistencias y como creencias.

Juntos, en Unidad, y más allá de toda forma, somos la Danza. Somos el Baño de Amor, la Ola deliciosa de Alegría, de Gracia y de Plenitud. Esto Esta, en ti y a tu disposición yo diría en cada Instante. A ti de situarte allí si tal es tu deseo, si tal es tu aspiración.

Entonces olvida todo lo que aprendiste, olvida las formas y los decorados, olvida los sonidos, todas tus costumbres y toda tu historia. Porque nada de todo esto es tu Verdad. Sólo podrás ser colmado cuando hayas reintegrado la Plenitud que es toda cosa, que está allí sin ti, a pesar de ti. Se trata pues de una rendición total del ego, de la personalidad o también del Sí que contempla y el que tiene miedo de perderse. ¿Entonces dime, Bien Amado, cómo podrías perderte allí dónde ya estás? ¿Cómo podrías quemarte allí dónde eres el Fuego, este Fuego de Amor?

¿Comprendes que no hay nada más a comprender? ¿Aceptas que no hay nada a recibir sino a aceptar de ser esta Infinita Presencia ?

En el Silencio de nuestro Amor, vengo a ti. ¿Vengo a invitarte a reencontrarte, vengo a acurrucarme sobre tu hombro como sobre tu Corazón, ¿me escucharás? ¿Volverás allí donde ya estás?

Para esto, te basta simplemente con dejar todas estas ilusiones, todos estos apegos que no tienen ningún sentido porque cuanto más te proyectas al exterior, más te alejas de lo que Eres. A ti esta responsabilidad, a ti esta atención.

TODO ESTÁ AQUÍ.

Tu Naturaleza Verdadera ESTÁ AQUÍ. Es todo lo que hay que aceptar.

Esto es inevitable porque la Infinita Presencia que eres está aquí, toma cada vez más espacio, iluminando, consumiendo todo lo que no es Su Naturaleza. También, si aún no te reencontraste plenamente, estés sin inquietud porque todos, tarde o temprano, más allá de todo tiempo, Me reencontrarán, y se reencontrarán.

La Danza, más allá de toda Comunión, se instala cada vez más sobre este mundo, inundando de Gracia y de Luz, todas las ilusiones que deben desaparecer. Entonces Sé, se Quién Tu Eres, más allá de todo papel, dejando todas las máscaras que no necesitas más. Eres ya Pleno, eres ya entero, no te falta nada.

¿Entonces, si estás lleno de este Amor Último e infinito, cómo podrías sentirte vacío o sentir una necesidad de estar colmado? Que sea por un amor falsificado, que sea por unos objetos u otra cosa, todo esto es sólo un sueño, un espejismo proyectado. No es lo que Tu Eres. Porque nunca naciste y tú, mi Bien Amado, eres el Sin Nombre. Vacío de toda creencia y de todo miedo, pero lleno de toda la Gracia, la que siempre fuiste.

Te llamo al Gran Regreso, te abrazo de este Amor común que se extiende día a día por todas partes en ti y alrededor tuyo. Rindo Gracia a nuestra Danza común, rindo Gracia a tu Presencia, rindo Gracia a tu Abandono.

Soy el Sin Nombre y vengo a ofrecerte nuestro Amor.

Sé Esto, sé este Amor, si tal es tu Corazonada, si tal es tu premonición.

Aquí, justo Ahí, Estoy contigo.

Somos la Gracia, somos el Amor, bien más allá de todo amor humano. Sólo hay Eso. A ti de reencontrarlo. Te invito, y te elevo si me lo permites en cada instante, Bien Amado, en el Fuego de nuestro Amor, esta Hoguera que baila y que celebra la Vida.

Soy Esto y es lo que Eres.

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