lunes, 17 de febrero de 2014

DE LA DRA. SUZANNE LIE - MENSAJES DE NUESTRO SER - INCONSCIENTE - Parte 2


1/19/2014 

Nuevamente nos tomamos un momento para revisar el comienzo de nuestro viaje hacia la Luz de nuestro verdadero SER. Mirando atrás hacia quienes éramos y qué estábamos haciendo cuando comenzamos nuestro camino, nos damos cuenta que este Camino está compuesto de muchas escaleras. 



 La escalera 

Desperté, o recién me había quedado dormida, para encontrarme en una escalera. Sobre mi la escalera se hacía más brillante y suelta de forma. Hacia abajo era más oscura y confinada. 

Miré la escalera hacia arriba y sentí una chispa de amor llamándome a subirla. Pero cuando lo intenté me di cuenta que en mi interior algo me tensionaba a girar y descender por la escalera. Giré para mirar hacia abajo y sentí un escalofrío que llenó mi corazón de temor. 

“¿Por qué querría allá abajo?” me dije a mi misma. 

“Porque ya lo hiciste, ”susurró una voz que parecía salir de la chispa de amor arriba mío. 

“Si ya he estado en ese lugar”, pregunté, “¿por qué querría alguna vez volver?” 

“No necesitas volver,” la voz inspiró en mi corazón. “Nunca te has ido.” 

“No, eso es imposible. Solo me siento estando en este lugar, en este peldaño” 

“Pero también te encuentras en otros peldaños. De hecho hay otro tú, es más, hay varios tú en cada peldaño. Cada peldaño representa una dimensión, un plano de la existencia” 

“Sí es que hay tantos fragmentos de mí misma, ¿por qué no me entero de ellos?” 

“¿Sientes la tracción de los peldaños de abajo?” 

“Sí, la siento” 

“Esa tracción proviene de las partes de tu ser que se encuentran perdidas en las dimensiones de abajo. Están perdidas porque creen que se encuentran solas. Crees que estás sola porque no las has liberado”. 

“¿Cómo puedo liberarlas al sentirme que estoy perdida?”

“Oh querida, no estás perdida. Has encontrado tu voz superior, ¡me has encontrado a MÍ! Las partes ‘perdidas’ de tu ser te han enviado hacia arriba en la escalera, como una scout, para ver si había algún otro camino. Ahora lo has encontrado. Vuelve ahora y comparte tu experiencia con ellas”. 

“Por favor no me dejes volver. Ahora recuerdo como es allá abajo y quiero quedarme aquí”. 

“Te vas a quedar donde estas ahora, así como te vas a quedar donde ya has estado. No te vas a mover, en cambio, te vas a expandir.” 

“¿Expandirme?” 

“Sí, ahora te ves a ti misma como un único punto de consciencia. ¿Puedes extender esa consciencia imaginando que te encuentras en cada peldaño?” 

Cerré mis ojos y di rienda suelta a mi imaginación. Siempre he tenido una imaginación vívida. Oh sí, ahí se encuentran. Hay una persona en cada peldaño. Cada una tiene la misma cantidad de energía y densidad como el peldaño en que se encuentran. Todas se ven diferentes, pero hay algo en ellas que se siente igual”. 

“Sí”, contestó la voz a mis pensamientos. “Son todas de una misma consciencia. ¿Puedes sentir como tú eres Yo es lo mismo?” 

Es difícil para mi poder imaginar que puedo ser la misma que esta sabia y amorosa voz, pero cerré mis ojos y traté de hacer la conexión. Al comienzo solo pude percibir las voces de duda, ridiculez y miedo llamando desde los peldaños debajo de mi. Pero gradualmente también sentí el amor y soporte brillando desde las escaleras por sobre mi. 

Con este sentimiento mi consciencia y mi percepción comenzaron a expandirse más y más. Me sentí tirada como un elástico tensionado a tal punto que está a punto de romperse. Cada vez más tensionada me sentí tironeada al punto de casi no poder soportar la tensión. 

Luego, de un golpe repentino entendí. Yo soy la amorosa voz que me ha guiado. Yo soy la resistencia de miedos y dudas. Yo soy cada persona en cada peldaño. De hecho, yo soy cada peldaño y la imaginación que los ha creado. Yo soy TODO EN TODO. 

“Sí”, resonó la amorosa voz en cada persona, en cada peldaño y en cada dimensión. “NOSOTROS somos un ser multidimensional. Es NUESTRA expansión desde una consciencia singular hacia una consciencia multidimensional la que nos permite SABER quiénes somos”. 

Al despertar hacia quien realmente somos, podemos encontrar con mayor facilidad el coraje para entrar en las sombras de nuestra mente inconsciente. 



 El estanque de las sombras 

Me di vuelta para irme pero con el primer paso me di cuenta de que debería quedarme. Si es que no podía ver qué había en el estanque, entonces quizás podría sentirlo. En realidad quizás lo mejor era entrar en el estanque y sentir sus aguas oscuras alrededor mío. 

El hecho de solo pensar en entrar al agua turbia encogía la voluntad en mi corazón. ¿Debía conservar mi ropa para tener una mínima protección o debía entrar tan desnuda como el día en que nací? 

Ya sabia la respuesta. Debía confrontar las profundidades sin ninguna protección externa. Debía encontrar protección en el coraje que me llevaría al interior del estanque turbio. Coraje que se encontraba en el centro de mi ser, que sería mi propia mi única protección para enfrentar la oscuridad y los secretos que se ocultan en ella. 

Me quite rápidamente la ropa, antes de perder el valor y salté al nefasto estanque. Contuve mi respiración e inmediatamente me sumergí en lo profundo. Me orienté con mis brazos mientras aún no estaba lista para abrir mis ojos.

Al llegar al fondo del estanque supe que debía abrir mis ojos mientras todavía quedara aire en mis pulmones para permanecer ahí. Me esperaba una visión de lodo y suciedad al ir abriendo mis ojos. Pero, ¿qué es eso que se encuentra allá? 

Algo de color oro brillaba contra la suciedad de alrededor. Oh, debe ser rescatado, pensé. No pertenece a este lugar. Esta cosa como de oro es diferente de toda la mugre de alrededor. 

Nadé hacia la partícula de luz dorada y quité el barro de su superficie. El barro oscuro quedó suspendido en el agua, esperando volver a cubrir el objeto de oro. Alcancé el objeto con la intención de subirlo a la superficie, pero me di cuenta que se encontraba agarrado lejos en lo profundo del estanque. Tiré y tiré pero no logró soltarse. 

Finalmente me paré en el suelo cubierto de musgo para tomar suficiente fuerza y poder soltar el pedazo de oro. Mis talones resbalaban en el barro pegajoso y llenaban el agua de musgo. Tuve que cerrar mis ojos para protegerlos mientras tiraba del objeto de oro al empujar contra el suelo del estanque. 

Todavía no funcionaba nada y me estaba quedando sin oxígeno. ¿Tendría que abandonar el tesoro oculto en las profundidades musgosas del estanque? Me quedé quieta durante un momento y solté el objeto de oro. Instantáneamente se hundió hasta el suelo fangoso. 

Solo una pequeña parte de este se reflejaba a través del agua turbia. Con tristeza me di cuenta de que no podría liberar el tesoro. Luego recordé que mi intención había sido sentir el agua. Sí, ahora la sentía. Se sentía como pena y culpa, y sobre todo como miedo. 

El miedo perneaba cada roca y cada átomo del estanque. No me sorprende que lo que es hermoso no pueda ser liberado. Cuando terminé mi pelea el lodo que llenaba el agua comenzó a cubrir mi cuerpo. 

Lo sentía asiéndose a mi piel recordándome de sentimientos que había sentido afuera del estanque oscuro. ¡NO! Debo abandonar estas profundidades y las emociones que me genera. No pude salvar el tesoro. Tendré que dejarlo en las profundidades musgosas. Además que no podía contener mas tiempo la respiración. Debo volver a la superficie. Pensar en escapar se sintió bien y necesario. Nadé hacia la superficie sintiendo alivio y tristeza, alivio de haberme podido liberar del fondo y tristeza por no haber podido liberar el tesoro escondido. 

Mi cabeza flotaba de lado a lado sobre la superficie del estanque y una fresca lluvia limpió la mugre de mi rostro. Nadé hacia la orilla del estanque elevando mi cuerpo hacia una roca. De pie dejé que la gentil lluvia limpiara mi cuerpo. La sensación del agua fresca en mi piel me rejuveneció y me calmó. 

El barro del estanque se removió fácilmente, ya que nunca fue mío. Tomé consciencia de que la mugre del estanque era algo que tomé temporalmente sobre mi cuerpo, que momentáneamente experimenté. 

Miré al estanque de nuevo. Ahora se veía mas limpio. El lodo que traje conmigo de abajo, de nuevo volvió al fondo. Recordé el pedazo de oro que seguía allá abajo. ¿Cómo podría liberarlo? 

Tendría que volver a entrar al estanque turbio y nadar hacia sus profundidades más oscuras. ¿Podría recordar mi propia pureza, incluso cuando el barro se adhiriera a mi propia forma? ¿Podría encontrar el trozo de oro oculto bajo el musgo y traerlo hacia la superficie? 

“Sí”, grité al sol que atravesaba con sus rayos las nubes. “Encontraré lo que fue perdido. Aquello que fue enterrado y olvidado debe ser encontrado y devuelto”. 

“Algo de gran valor se encuentra perdido en las profundidades de la oscuridad y debo recuperarlo”. 


A través de la Dra. Suzanne Lie

http://suzannelieinspanish.blogspot.com 


Traducción - Ramón Muñoz 


Publicado 4 days ago por LUZ ZOHAR 


Re-Publicado por ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
http://loqueheaprendidode.blogspot.com
http://romancesdivinossohin.blogspot.com

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