lunes, 4 de febrero de 2013

DE: TOM KENYON y JUDI SION... PARTE 2... "EL MANUSCRITO DE MAGDALENA"...

"EL MANUSCRITO DE MAGDALENA" 
PARTE 2

CINCO 

 La Iglesia os habría hecho creer que yo era una puta, pero ahora os digo que la Iglesia es la puta, porque os habría hecho creer que la mujer está manchada y que las pasiones sexuales entre un hombre y una mujer son malvadas. Sin embargo es aquí, en el magnetismo de la pasión, donde se crea el útero de la ascensión. 

 Este secreto de los secretos era conocido por todos los iniciados de Isis y sin embargo yo nunca hubiera imaginado que sería aquella que lo llevaría a su mas completa expresión en unión con alguien como Yeshua.

 Pero para aquellos que desean conocer el viaje físico... después de la crucifixión de Yeshua, yo y María, su madre, José de Arimatea, su hijo de doce años llamado Aarón y otras dos mujeres jóvenes nos pusimos en camino del norte de Egipto. 

 Irónicamente nuestro camino nos llevó al este antes que pudiéramos volver hacia el oeste y tuvimos que parar para buscar provisiones a lo largo de la ruta ya que nuestro barco era muy pequeño. Nuestro camino nos llevó a Malta y a la diminuta isla de Oudish, de aquí a Cerdeña y al extremo de lo que ahora es la Cinque Terra, finalmente atracamos en Saintes Maries de la Mer e hicimos nuestra caminata al norte a través de Rennes-le-Chateau hacia el norte de Francia y cruzamos el canal hacia la actual Inglaterra. Nos asentamos en Glastonbury durante algunos años, hasta que Sar´h cumplió doce. 

 Tras su duodécimo cumpleaños nos pusimos en marcha hacia el sitio entre los arrecifes donde habíamos tocado tierra. Allí, tan cerca de Egipto, como nos era posible ir de un modo seguro, inicié a mi hija en el culto de Isis y la bañé en las aguas del Mediterráneo según las enseñanzas que había recibido. 

Después volvimos a Glastonbury, hasta que Sar´h, mi hija y la de Yeshua, se casó a la edad de 16 años. Se unió a una familia bien conocida cuyos herederos llegaron a ser los Templarios aunque en aquel tiempo los Caballeros Templarios no existían. 

 La línea hereditaria de esta familia, a través de Sar´h, fue llevada hacia los mismos Templarios. Cuando Sar´h estuvo casada y segura en su nueva vida, me marché al norte de Gales y viví en una pequeña cabaña de piedra junto al mar durante el resto de mis días. 

 Detrás de mi cabaña pasaba un arroyo que bajaba de la colina y me sentaba allí muchos días. Había veces que este arroyo se dividía en dos, y los dos arroyos seguían uno al otro y luego uno giraba a la izquierda y otro a la derecha. Me sentaba allí entre ellos pensando sobre la corriente de mi vida y la de Yeshua – como, durante un tiempo, fluyeron juntas y luego se separaron. 


SEIS 

 Recordaré siempre la primera vez que Yeshua vino a mi después de su resurrección. 

 Había luna nueva y el cielo estaba claro. Una niebla luminosa colgaba del brezo y todo estaba plateado por la luz de la luna y de las estrellas. Vi aproximarse a mi una figura sobre el sendero tortuoso que llevaba a mi cabaña. 

 Irónicamente, había salido para sacar agua del pozo y allí estaba él. Era el mismo, aunque con un resplandor-inconfundible. Mis ojos se llenaron de lágrimas; mi corazón palpitaba. 

 Corrí hacia él y paré en seguida, recordé sus palabras justo después de su resurrección. 

 “No me toques aún”, había dicho entonces “porque no he ascendido al Padre” 

¡Oh, cómo yo, una iniciada de Isis, había anhelado todos estos años mantener el recuerdo claro! 

 ¿Qué significaban estas palabras? 
Los cristianos han heredado solo una parte de la verdad. 
La mayor parte de ella está oculta en los misterios de la Gran Madre; y dado que la Iglesia buscó privar de derechos a las mujeres y a todo lo que es femenino, arrojó lejos esta verdad. 

 Y la verdad tiene que ver con el mismo cuerpo Ka –lo que nosotros aprendimos como iniciados a llamar el Doble Etérico o Gemelo Espiritual- porque el cuerpo Ka cuando está cargado con energía suficiente y vitalidad aparece como el cuerpo físico. Sin embargo no está hecho de carne sino de energía en sí misma –energía y luz. 

 Y así cuando Yeshua vino a mí tras su resurrección,   estaba en su Ka pero no estabilizado todavía porque no había ido al Padre, es decir hacia el Gran Espíritu de su propia alma. Así, antes de que pudiera hacerlo, tenía que pasar a través del portal de la muerte y viajar a través del inframundo de su propio ser. Hizo esto por dos razones tal como yo conocí. La primera, como un maestro del alma, fue porque hacer tal cosa trae un gran poder al Ka. Y la segunda, para abrir un paso a través de la misma muerte   de modo que otros pudieran seguirle y pasar mas fácilmente a través del mundo oscuro siguiendo la estela de su luz. 

 Y así la primera noche que nos reencontramos –lo siento ahora todavía vívidamente claro y fuerte- mi corazón se llenó de alegría estando con él de nuevo. Vino a mi esa noche justo antes de la medianoche y se marchó justo antes de amanecer. 

Durante aquellas horas estuvimos echados juntos, nuestros cuerpos Ka se interconectaron de nuevo, sin necesidad de hablar. Nuestra comunicación fue telepática. Y sin el acto físico del sexo, el Poder de la Serpiente dentro de él se unió al poder de la serpiente dentro de mi y ascendimos hacia arriba a través de los caminos sagrados de nuestras espinas dorsales, hasta el trono de las coronas de nuestras cabezas llevándome hasta un absoluto éxtasis y dicha. Y así fue como sucedió durante muchos años. Venía a mi de este modo varias veces cada año. A veces hablábamos. La mayoría del tiempo permanecíamos en unión. 

 Le pregunté donde estaba cuando no estábamos juntos. Dijo que había ido a muchos lugares sagrados de la tierra – que se había reunido con mucha gente diferente. Dijo que estaba dejando un camino de luz. 

 Durante una de sus visitas le pregunté que me explicara ese concepto tan extraño. Dibujó un círculo en el piso de tierra de mi cabaña y entonces reconocí como dos triángulos en intersección, para hacer el trono de Salomón convertirse en la estrella de David. Dijo que había muchas tierras que nosotros, en esta parte del mundo, no conocíamos. Muchas de ellas tenían puntos que correspondían a los del Sello de Salomón. Al ir a estas zonas se aseguraba que su tarea tendría unas raíces mas profundas en el suelo de este mundo.


EL MANUSCRITO DE MAGDALENA

CONTINÚA:  PARTE TRES 

Vía HA LLEGADO LA LUZ de ALICIA BOTERO el 3/02/13 
http://hallegadolaluz.blogspot.com/2013

Re-Publicado por:ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
http://loqueheaprendidode.blogspot.com
http://romancesdivinossohin.blogspot.com

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