Amado padre y Creador Nuestro, aquí me presento porque siento que hay que transmitir un mensaje. Con todo mi amor, quedo esperando.
Siento la presencia de Jeshua y de la Madre María.
Abro mi canal para vosotros, amadísimos de mi corazón.
Habla Jeshua…
“…Bueno, sí querida niña, hace rato ya que nos sientes, efectivamente somos nosotros, Jeshua y mi Madre, María.
Lo que venimos a decir es simple, sencillo…
Venimos a anunciar la caída del velo. Ahora estáis explícitamente entre dos mundos; es por eso que os podéis sentir mareados, desorientados, como si os tambaleaseis y no supieseis muy bien, en qué momento de vuestras vidas estáis, o que tenéis que hacer, es como si hubierais perdido el rumbo, pero nada más lejos de éso, ahora es cuando más preciso rumbo tenéis.
Como ya fue anunciado por Mi Padre, se está separando el trigo de la mies; ya nada será igual, para los que despertaron a la luz, los que siguen a la luz, los que vibran con la luz, e hicieron el intenso y difícil ejercicio de liberarse de la dualidad; de lo material, y del lastre de lo mundano, porque lo que veis ante vosotros es la Gloria, la Vida Eterna, porque así perdurará por los siglos.
Dejaos llevar por vuestro corazón, porque en él está el Rumbo bien definido, el rumbo que os lleva al Padre.
Abandonaos a la Voluntad del Creador que nadie mejor que él sabe lo que os convienen y os aguarda.
Sed como juncos que se dejan mecer por el viento, y no se resisten a su empuje, porque aquél que se resista, se quebrará y no habrá esperanza de que vuelva a sentirse Uno, íntegro y entero.
Así pues éste es mi mensaje para hoy.
Aceptad lo que está llegando Ya, AHORA en vuestro tiempo.
"Hay aún muchos milagros de los que seréis participes."
Habla ahora la Madre María…
“Querida hija, querida niña… aquí me presento, aunque llevamos días unidas por ése trabajo que hacemos conjuntamente, tú me invocas cada amanecer y yo estoy aquí.
Los acontecimientos venideros, que ya están sobre vosotros, no deben perturbaros.
Aceptad como os dice mi Amadísimo Hijo, la Voluntad del Padre, así como Yo misma la acepté en su momento; porque es lo que os llevará a la Dicha y a la Plenitud de Vuestros corazones.
Ahora más que nunca, debéis dejar florecer en vosotros los sentimientos de los que tanto hemos hablado hacia vuestros hermanos, y que ya no es necesario repetir, porque algunos permanentemente os esforzáis en sentir eso.
Vuestro trabajo ha sido enorme, y es reconocido a nivel planetario, cósmico y universal.
El orgullo de ver a nuestros hijos despiertos, con la Voluntad férrea de ayudar y salvar a sus hermanos y a su planeta, es indescriptible para Nosotros.
Seguid trabajando desde vuestro corazón; mi Hijo, el Cristo que vive en cada uno de vosotros y Yo misma, estamos a vuestro lado …
Ya falta muy poco para ver los resultados de ése gran trabajo en vuestras vidas.
Sed pacientes y esperad en el Padre.
Yo os bendigo y os cubro con mi inmenso manto de Amor y luz.
Sois amados.”
Por: MADALA
22/09/2010 — 13:41
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