Dedicado a mis amigos El
Dr. Angel Luis Fernandez mi guía y mentor... Patricia Sosa y Felipe Pigna... Con
todo cariño y respeto por toda la ayuda que me brindan al publicar mis
escritos... Un abrazo para todos...
Este fue el Cuento que me hizo ganar en el Año 1999
cuando escribía:
"Encuentros con los Constructores de una Nueva
Humanidad"...
Y fue premonitorio de lo que me está ocurriendo.
En este Aquí y ahora y lo
comparto con todos mis amigos...
"CUENTO PARA REFLEXIONAR"
“MÁS RENUNCIA”...
Dos sabios que habían arribado a la sabiduría por caminos distintos, se encontraron cierta vez. Uno de ellos, trascendía por su afabilidad y carisma. Sus conocimientos eran tales, que la gente que lo oía quedaba fascinada por tanta inteligencia y no hacían otra cosa que alabarlo.
En cambio el otro, no era según parecía conocido por muchos. Lo que trascendía de él, era su mirada. Una mirada sumamente profunda, tan profunda que se clavó en el corazón del primer sabio.
Entonces le surgió la
duda y se preguntó:
¿Será más advertido que yo, o es que me creo el más
inteligente, y me molesta que me mire así?.
Cavilaba y cavilaba,
hasta que un día se atrevió a preguntarle.
¿Sabes tú realmente mas verdades que
Yo?.
No, le respondió el otro
sabio. ¡Sólo tengo más Renuncia!...
¡No te entiendo!, ¿Cómo
es posible?, ¿Puedes probármelo?...
Si tú lo deseas!…
Sí lo deseo, ¿Cómo lo harás?.
Si te parece bien,
mañana a la madrugada nos encontraremos en la puerta de esta fundición, y le
entregaremos nuestras vestimentas al fundidor.
Luego le pediremos que las ponga
en el horno por un tiempo, durante el cual haremos nuestras peticiones… después
él mismo las sacará y veremos qué sucede.
El desafío era grande e
inesperado; pero dadas las circunstancias, le pareció al primer hombre que no
podía rehusar. Era como un agravio a su Yo más profundo. Así que aceptó.
Entonces, buscó qué ropas llevar para ése evento… y pensando en la posibilidad de
que corrieran peligro de dañarse, las cambió por otras que creyó menos
inflamables.
Al día siguiente se encontraron… y cada uno puso su vestimenta a disposición del fundidor. Advirtió el primer hombre, que su interlocutor traía para el evento, el mismo ropaje que había estado usando el día anterior. El segundo hombre envolvió su ropa sobre el ropaje del primer hombre como haciendo un paquete, y lo dejó hacer al operario.
Pasó un rato, y el
fundidor sacó las vestiduras del horno. Para sorpresa del primer hombre, las
ropas exteriores del segundo hombre estaban intactas.
¡Maravilla! - exclamó, y pidió al segundo
hombre que desenvolviera el bulto para ver su propia ropa.
Esta apareció
totalmente quemada!.
Pero el primer hombre no dejó de maravillarse nuevamente, y de preguntar cómo
había sucedido semejante milagro con la ropa del segundo hombre.
- Aunque tú no lo creas,
tú mismo lo has hecho.
-¿Cómo yo? ¡Imposible!
Sí, todo lo has hecho Tú.
Lo único que hice yo, "fue renunciar a la expectativa de si se iba a quemar o no" para competir
contigo o con otros.
Sólo oré para que el sacrificio del único ropaje que
poseo -que me ha sido dado por un tiempo nada más- sirva para demostrar que la
verdadera renuncia, no posee ninguna ambición de causar efectos... ¡Y entonces el
“fuego” se desentendió de mi vestimenta!...
-¿Pero mi ropa, por qué
se quemó?.
- ¡No se quemó por sí
misma!…
¡Sino por tu ansiedad transformada en curiosidad, por saber qué
resultados obtendríamos en ésta lid!...
Y Así Es…
Por Jorge
Alberto Pani
Escrito el 10
de agosto de 2013
Publicado por ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
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