-¿Podríamos inhibir así la muerte celular?
-Eso sucede en las células cancerosas:
ciertos errores en la replicación celular suprimen en el ADN de la célula,
la orden de morirse: ¡así, las células cancerosas son inmortales!
-Pero si un día controlásemos ése mecanismo, ¿podría yo ser inmortal?
-¿Y sería interesante la inmortalidad? ¿Qué sentido tiene vivir si no vas a morir?
-Sí, ya, bueno, pero... ¿sería posible o no?
-Podríamos ir cambiándole órganos,
¡pero habría que ver si usted seguía siendo usted...!
Entrevista...
"De embrión, fuiste igual que un pez"
Tiene 77 años, nació en un pueblecito de Sudáfrica y vive en Gran Bretaña. Es biólogo, está casado y tiene tres hijos, un hijastro y cinco nietos.
¿Política?
"Creo en la ciencia y en las capacidades humanas. Me concedieron el Nobel por mis descubrimientos sobre la regulación genética de células y órganos".
-Cuándo decidió ser científico?
-A los diez años, cuando empecé a hacer experimentos químicos en el garaje de casa...
-¡Qué precoz!...
-Todos los niños sienten curiosidad innata por los elementos de la naturaleza, y la escuela pronto esteriliza ésas inclinaciones...
-¿Qué recuerda más de aquellos días?
-Los funerales...
-¿Cómo dice?
-A los 13 años debuté como plañidero profesional, en los funerales de la sinagoga, donde oraba por los difuntos a cambio de unos dineritos pagados por sus familiares...
-¿Tanto necesitaba el dinero?
-Sí. Mi padre era un judío lituano emigrado a Sudáfrica en 1910, huyendo de la miseria. Trabajó toda su vida como curtidor... Durante cuatro años yo ejercí de plañidero: ¡por eso hoy me niego a asistir a funerales! Si pudiese, ¡evitaría asistir al mío!...
-Aún falta para éso...: ¡le veo muy vital!...
-Cosa de mis genes...
-De éso sabe usted: como biólogo, fue pionero en estudios genéticos...
-Mi obsesión ha sido ésta: ¿cómo los genes ordenan la estructura y función de los órganos? Descubrí el RNA mensajero, que transporta órdenes de los genes, para que los aminoácidos construyan proteínas concretas...
-Que a su vez construyen los órganos...
-Sí. Por eso trabajé con el gusano Caenorhabditis elegans: para identificar qué genes rigen su pequeño cerebro de 300 células...
-A otra escala, ¿es lo mismo en humanos?
-Sí, pero con mayor complejidad. Porque las proteínas, a su vez, pueden inhibir o activar ciertas órdenes de nuestros genes...
-¿Podríamos inhibir así la muerte celular?
-Eso sucede en las células cancerosas: ciertos errores en la replicación celular suprimen en el ADN de la célula la orden de morirse: ¡así, las células cancerosas son inmortales!...
-Pero si un día controlásemos ése mecanismo, ¿podría yo ser inmortal?
-¿Y sería interesante la inmortalidad? ... ¿Qué sentido tiene vivir si no vas a morir?...
-¡Sí,... ya,... bueno!,... pero... ¿sería posible o no?
-Podríamos ir cambiándole órganos, ¡pero habría que ver si usted seguía siendo usted!...
-¿De cuántas células estoy formado?
-De 100 millones de millones de células, es decir, de 100 billones de células...
-¿Y cuánto tiempo vive cada célula?
-Cada día se te mueren 100.000 millones de células, que se renuevan con otras tantas. Cada día renuevas una de cada mil células...
-Entonces, dentro de mil días ¡seré otro!
-Tus células serán otras, sí, pero ¡tú no eres tus células: tú eres algo más que células!...
-¿Qué más soy yo?
-Memoria, recuerdos... Hay ciertas células que perviven toda tu vida: las neuronas...
-¿Las neuronas no mueren?
-Sí, también se nos mueren unas 3.000 neuronas cada día, ¡pero tenemos tántas!...
-¿Y qué células son las más efímeras?
-Quizá las de las papilas gustativas, que se renuevan cada cuatro días... Las de la sangre y la piel se renuevan también a buen ritmo.
-Y todo éso programado genéticamente...
-Sí, pero tampoco creas que tú eres sólo tus genes. Incluso unos gemelos univitelinos, clónicos, presentarán, con el tiempo, diferencias -por ejemplo- en sus sistemas inmunitarios, por causas accidentales diversas...
-Cada individuo es único, pues: ¡soy único!...
-Sí, aunque en su fase como embrión, fuese usted idéntico a un embrión de pez...
-¿Yo fuí como un pez?...
-Y después su embrión fue igual al embrión de rana, y después al de pájaro, al de ratón... La evolución del embrión humano, refleja la evolución de las especies que filogenéticamente nos precedieron...
-¿Qué campo de investigación le parece más apasionante de cara al futuro próximo?
-El relativo al cerebro humano. Explicar qué es la consciencia...Explicar mediante qué procesos aprehendemos el mundo... Explicar los procesos inconscientes...
-¡Muy ambicioso!...
-Complejo. ¡Me sorprendería que hubiese una explicación simple para todo éso...! Pero quién sabe, quizá al final sí sea simple...
Nuestro organismo funciona a base de renovación de células. En todos nuestros tejidos, las células mueren y se renuevan. Cuando un órgano deja de tener ésa habilidad de renovar sus células, ése órgano empieza a morir. En éste proceso se basa la terapia con células madres...
Pero no es una excepción, todo el universo se compone de estrellas que nacen, viven y se mueren, y muriéndose liberan todos los átomos que crearon por las reacciones nucleares que se desarrollan en su corazón, bajo el efecto del calor intenso. Los expulsa en el Universo, permitiendo así la creación de masas sólidas y celulares...
Y digo yo….. Si mis células de cuando era pequeña, ya murieron... ¿he muerto yo? Y si es así, ¿he vuelto a nacer? ¿Qué parte de mí muere constantemente? , pero si mi cuerpo ha muerto, y yo no me he enterado, ¿quién soy yo? ¿Donde estoy ubicada?...
¡Lo que más me fastidia… es que mañana tendré 3.000 neuronas menos!... ya que es menester que tenga muchas, porque si no, dentro de poco me volveré una todavía bien chocha.
Y mis preciosas papilas gustativas que acaban de saborear el pan con nocilla, dentro de 4 días ya no estarán...
¡Cada día se mueren 100.000. millones de células!…. ¡Ufffff se van más rápido que el dinero!... ¡Cómo para ir al entierro de todas... no haríamos otra cosa!... y casi es mejor que se mueran, porque si les da por ser inmortales, como Supermán, te aparece un cáncer como la copa de un pino y éste te mata, ¡qué contrariedad!... ¡Si no se mueren, te matan... y si se mueren, sigues viva!...
Pensándolo bien... puede tener sus ventajas, ya que si yo no soy la misma que cuando era pequeña, mi marido no es el mismo que cuando me casé… y si tengo problemas, siempre podré alegar que no es él con quién me casé...
Y es que la vida y la muerte es un misterio, o tal vez tan sencillo que no lo podemos o queremos ver. ¡Debe haber muerte para que haya vida!... ¡No existe la muerte sin la vida, y la vida es lo mismo que la muerte!...
Después de ver la sabiduría del cuerpo... y su constante creación entre la vida y la muerte, me pregunto yo, aún sin entenderlo... ¿Por qué pretendemos ser distintos al funcionamiento del resto del universo, incluido hasta nuestro propio cuerpo?... ¿Por qué no queremos morir? Aunque... si nuestro cuerpo, sí que ha muerto varias veces en ésta vida, ¿quién es el que no quiere morir dentro de mí?...
¡Hace tiempo era algo que aspiraba a comprender... ahora es algo que aspiro a vivir!...
Bueno,... os dejo ésta reflexión, pues ya vi que se habló... ¡de la incomprendida muerte!...
Por: Sydney Brenner, Nobel de Medicina 2002
Publicado por: Gloria Helena
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