LA CUEVA
MYTRIA CONTINÚA:
Estoy un poco vergonzosa de decir que vívidamente recordé el sentimiento de mezclarme con la forma etérica masculina al mínimo detalle, pero no podía recordar el mensaje personal del Arcturiano. ¿Estaba tan desesperada por amor que había desacatado el mensaje que me fue dado directamente por un Arcturiano? Afortunadamente, no pensé en esa pregunta cuando recién me desperté. Estaba demasiado débil. Mi forma etérica había permanecido fuera de mi cuerpo por demasiado tiempo y mi cuerpo estaba por entrar en shock.
Experimenté dos realidades a la vez. Sentí mi cuerpo etérico tratando desesperadamente de volver a mi caparazón física, y también sentí mi débil, fría y semi-consciente forma física tratando de aceptar su espíritu. No estaba soñando o siquiera meditando. Tenía una fiebre alta y mi cuerpo se estaba volviendo azul. Respiraba dificultosamente y tenía mucho, mucho frío.
Me acurruqué como una bola apretada y me puse contra la roca en un urgente y fútil intento de encontrar calor. Estaba perdiendo la conciencia, volviendo, y desmayándome de nuevo. Estaría pronto oscuro, y las noches eran muy frías aquí.
No sé si estaba consciente o inconsciente cuando vi una hermosa Dama de Luz. Ella era enorme y lucía como hecha de nubes y estrellas. La llamé pidiéndole ayuda mientras flotaba hacia mí. No sé si la próxima memoria era real o una alucinación, pero ella flotó me sobrepasó y entró en la roca contra la cual me había recostado.
Una calidez bendecida parecía fluir desde donde ella había entrado en la roca, y escuché un inolvidable tono lírico en mi mente. De alguna forma encontré la fortaleza para arrastrarme hacia el lugar donde el Ser de Luz entró en la roca. Estaba tan débil que tenía que asirme a la roca para estar de pie, pero cuando lo hice, me sentí entrar en una rendija, o era en el vórtice, y dentro de una cueva oscura. Estaba cálido, y escuchaba el agua corriendo mientras caía dormida.
No sé cuánto estuve dormida, pero recuerdo el estirarme para beber algo de agua, y luego volver a dormir. Después de un tiempo, descubrí algunos hongos creciendo junto al agua. Tomé un poco de ellos y los puse en mi nariz y labios y encontré que eran buenos para comer. Tomé tan solo unos pocos bocados, luego volví a dormir, completamente.
Finalmente, me desperté sintiéndome descansada y vi lo que parecía ser un haz de luz. Agarrándome a las paredes de la cueva para levantarme y caminar, seguí el haz de luz hasta su fuente, que estaba en la boca de la cueva. El aire era claro y cálido y me sentí mejor que nunca en largo tiempo. Había casi olvidado mi “sueño, meditación y/o visión”, pero recordé que el planeta era hermoso y fértil.
Dormité al sol hasta que el hambre me llevó a encontrar algunas plantas y raíces comestibles. El agua que corría a través de la cueva se reunía en un pequeño estanque. Reconocí varias plantas como comestibles y encontré el único plato que me quedaba lleno con agua y bebí mientras comía las plantas. Cuando se volvió frío, regresé a la cueva a dormir. No estoy segura cuánto tiempo viví de esta manera, ya que estaba tan profundamente dentro de mí misma que no noté el pasaje de los días.
Viví en el ahora de la naturaleza. Comí cuando tenía hambre, bebí cuando estaba sedienta, me moví cuando estaba entumecida y dormí cuando estaba cansada. Estaba afuera cuando el clima lo permitía y en la cueva cuando estaba frío, llovía o estaba oscuro. Sin embargo, algunas veces permanecí hasta tarde o me levantaba muy temprano para memorizar estrellas y constelaciones. Entonces, cuando estuve más fuerte, comencé a vagar por la tierra para reconocerla también.
Estaba más saludable cada día y dormía razonablemente cada noche. Mis sueños eran muy vívidos, pero usualmente los olvidaba en la luz del día. No traté de retenerlos en mi memoria. De hecho, no “traté” de HACER nada. Viví con la tierra, miré hacia el cielo, empapándome en el estanque y buscando comida. Un día encontré dos rocas que creaban una chispa cuando se frotaban una contra la otra, y fui capaz de hacer fuego.
De forma de moverme hacia la expresión más grande de mi ser, fui hacia atrás a los elementos primitivos de supervivencia. Después de un tiempo, incluso el recuerdo de mi mezcla con lo masculino fue perdida en mi memoria. No podía pensar sobre qué había sucedido antes o qué pasaría después. Viví cada respiración en una calma serenidad. Pienso que podría haber vivido mi vida entera de esa forma, hasta que lo conocí a él.
Había viajado muy lejos aquel día y había encontrado un hermoso lago con una cascada y un precioso lugar para zambullirme en las aguas profundas. Después de un pequeño chapuzón, fue emocionante bucear, nadar y quedarme debajo de la cascada. Era un tiempo tan delicioso que no noté que la noche se aproximaba. Finalmente, miré hacia arriba y me di cuenta que debía apurarme hacia la cueva. Salí del agua y estaba caminando rápidamente hacia la dirección de mi cueva cuando me tropecé directamente con alguien.
No podía ver su rostro en la tenue luz, pero supe instantáneamente que era él. Era el hombre con el cual me había mezclado en la cueva. Pero ahora él era físico, y así también era yo.
Cuando regresemos, Mytra hablará sobre su temprano despertar.
Mytria / Mytra.
A través de: Suzanne Lie, PhD
http://suzanneliephd.blogspot.com/
Traducción al español - Shanti
http://arcturusmihogar.blogspot.com
Publicado por: Shanti en 15:52
26/05/2012