Por Jesús Gómez - LA INTERCONEXIÓN ARCOIRIS - CHAMUEL: "EL VIENTRE FEMENINO - EL PODER DE LA DIOSA"...

El_Vientre_Femenino

-El Poder de la Diosa-

El cuerpo es un símbolo y el vientre, el útero femenino, es el símbolo de la conexión con lo no manifestado, la Diosa. El vientre femenino ha sido agredido durante miles de años, por el mundo masculino y la energía metálica separada del corazón y la Madre Tierra que ha dominado nuestra civilización.

Y aún hoy sigue siendo agredido terriblemente en nuestra “avanzada” civilización. Se le agrede cuando el hombre sigue utilizándolo para descargar toda su frenética compulsividad mental, cuando tantos y tantos hombres se masturban dentro del vientre de una mujer y a eso le llaman hacer el amor. Le agrede la propia mujer cuando permite que cualquier hombre entre dentro de ella, y cuando ella misma copia los patrones sexuales masculinizantes, dirigiéndose a una sexualidad superficial (clitoridiana) y convirtiéndose en ese tipo de mujer, tan común hoy en día, que utiliza activamente la sexualidad desligada del sentimiento. 


Se le agrede por supuesto en los hospitales, en el llamado “parto tecnológico” dominante hoy en día, donde tantas y tantas mujeres paren de forma antinatural y son sometidas a la atrocidad de la episiotomía y otras aberraciones médicas, en aras del la efectividad técnica. Se la agrede cuando se ha inventado la píldora, que destruye el ciclo femenino, o todos los otros sistemas anticonceptivos intrusivos en el cuerpo de la mujer, -curiosamente siempre sistemas para la mujer. 


¿Porqué no para el hombre?. 

Se agrede el vientre femenino, cuando se ha hecho creer a la mujer que su regla es un trastorno, una molestia “que tiene que sufrir” y que la impide actuar en un plano de igualdad” con el hombre. Cuando se la ha hecho separarse del momento sagrado que es la menstruación y a base de “tampax” apartarse e incluso repudiar su propia sangre. 


Podríamos continuar con un sin fin de agresiones más de una civilización masculina que, desde su “omnipotente” hemisferio izquierdo, ha cometido y sigue cometiendo para controlar y aplastar a la Diosa, a la cual ha temido y no ha entendido. No es de extrañar que nuestra civilización esté destruyendo la Tierra, "siendo la Tierra la expresión por excelencia de la energía de la Diosa"...

La Diosa es la energía femenina y representa la conexión con lo que se siente, con aquello que está ahí pero no se puede aprehender con la razón. Y en la mujer, canal femenino en la Tierra, la Diosa está ligada al poder de su vientre, que sanado, la une directamente con la energía del corazón y con la Presencia del Ser, del Todo.

Es necesario que el vientre femenino sea sanado de todo el dolor, de todo el miedo y de todo el rencor, del karma colectivo, de miles de años de aplastamiento de lo femenino, de desprecio y de agresión a la Diosa.

Existen diferentes formas, y lo que podríamos llamar técnicas de sanación, que desembocan todas en tomar consciencia de la verdadera identidad, despejando todas las creencias erróneas sobre uno mismo incrustadas en nuestra mente-cuerpo. El mismo acto sexual, en la forma tántrica, es una potente forma de sanación.

La mujer tiene que “abrazar su dragón”. Hacerse consciente de su herida y sanarla a través del perdón consciente. No se trata aquí de establecer culpables. La curación del ser humano exige que comprendamos que nuestra historia es una historia colectiva, es la historia del despertar de la consciencia, y en esa historia todos hemos estado implicados en multitud de vidas, unas veces haciendo de una cosa y otras de otra. Y lo mismo que la curación del planeta requiere que el hombre abra su pecho e integre lo femenino dentro de él, esa misma curación requiere que la mujer cure su herida a través de la comprensión de sí misma y del perdón consciente.

Sanación no se refiere sólo a los síntomas físicos ya manifestados. Ese sería únicamente el final del proceso de la enfermedad original, la mente. La sanación real requiere un proceso consciente. La medicina alopática tradicional sólo entiende de los síntomas externos una vez manifestados, que considera, además, ajenos a nosotros mismos, algo que “le viene a uno” no se sabe porqué. 


Cuando sólo intentamos curarnos de los síntomas externos cuando aparecen, y lo hacemos sin asumir la responsabilidad de nuestra enfermedad y de nuestra curación, sin tomar partido en ella, únicamente a través de medios externos, de medicamentos, de operaciones quirúrgicas, como propone la medicina convencional, no se produce realmente la sanación. Podrán remitir temporalmente los síntomas específicos, pero el origen energético/mental sigue ahí, reproduciéndose más tarde, puede que de otra manera.

Cuando hablamos de sanar no nos referimos a sanar una enfermedad física ya manifestada. Como decíamos, eso no es más que el final del proceso de una mente no curada. Aunque no haya enfermedad física manifestada, la sanación es igualmente necesaria, puesto que el problema es mental/emocional, se manifiesta en nuestra propia vida, que no es más que un reflejo de nuestra mente y nos impide tomar nuestro verdadero poder, acceder a la esencia de lo que somos. De esta forma, la sanación de nuestra mente, nos lleva a encarnar quien realmente somos, por una parte, y a evitar las manifestaciones físicas en forma de enfermedad, por otra.

Sanar es “desatar” las causas. Comprender y liberar el pasado, no repitiendo en el presente las actitudes que previamente originaron los problemas. Por eso es tan efectiva la terapia de regresión. A través de regresar al pasado de esta vida o de vidas anteriores, comprendemos desde una visión más amplia de la historia de la vida, lo que nos permite entonces liberar nuestra mente a través del perdón. Cuando la mente “ha comprendido”, la sanación física se produce.

Sanar la mente es sanar el cuerpo porque mente y cuerpo no están separados. Cuando sanamos el cuerpo, cuando llevamos consciencia a una parte de nuestro cuerpo, activamos la parte del cerebro, antes dormida o bloqueada, que controla esa parte del cuerpo. De manera que cuando sanamos el cuerpo “conscientemente” (no a base de medicamentos, “irresponsablemente”) también estamos sanado la mente, activando partes de nuestro cerebro antes dormidas o bloqueadas, liberando y elevando el nivel de nuestra mente, ampliando sus horizontes y elevando nuestra consciencia.

La sexualidad tántrica puede ser una ayuda poderosa en el camino de sanación del vientre femenino, pues revierte el proceso de la enfermedad del desamor, que inunda las células del vientre femenino. Cuando una mujer hace el amor con “penes emocionales”, con penes compulsivos y egoístas, que no saben estar presentes amorosa y desinteresadamente dentro de su vientre, está acentuando la herida. El contacto con el pene de un hombre que ha sanado o que está en el camino consciente de sanación, que ha abierto su corazón, que ha integrado en él mismo la energía femenina, la energía de la Diosa, comienza, sin embargo, a purificar el vientre femenino. 


Comienza a darle “nueva información”, esta vez desde la consideración, desde el amor. Por eso es muy importante para cualquier mujer en el camino de sanación consciente, ser cuidadosa en sus relaciones. No se trata de represión, de negar ahora el derecho de libertad sexual, tan arduamente conseguido; sino de una toma de consciencia de “lo que estamos haciendo”. Pasado el tiempo, tan necesario, después de siglos de locura de represión, de la liberación sexual de los hippies, estamos ahora en otro lugar, donde debemos empezar a tomar responsabilidad sobre las verdaderas consecuencias de lo que hacemos.

Por Jesús Gómez


Fuente: tantranuevatierra.com

CONSCIENCIA CRISTAL ARCOIRIS EN ACCIÓN

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DE RONNA HERMAN - "EL ÚTERO CÓSMICO DE LA DIOSA MADRE DIVINA" ☆ MENSAJE DEL ARCÁNGEL MIGUEL...

 ☆ Mensajes del Arcángel Miguel 

1 de enero de 2014 a la(s) 10:35 

facebook/tonydepablo © 

Transmitidos a través de Ronna Herman 

Queridos maestros, muchos de ustedes han preguntado por qué hay tan pocos arcángeles o avatares femeninos, maestras y sabias que se comuniquen con nosotros y nos brinden su orientación.   

Como ya sabrán, los de los reinos angélicos son andróginos y portadores de todos los atributos, cualidades y aspectos tanto de nuestra Madre como de nuestro Padre Dios; sin embargo, sí tienen sus preferencias y, lo mismo que ustedes, suelen acentuar los atributos y cualidades tanto de nuestra Madre como de nuestro Padre Dios. Esto es especialmente cierto en el caso de los arcángeles y ustedes, gracias a las sabias enseñanzas que les han llegado a lo largo de las edades, aprendieron los nombres de muchos de los arcángeles más predominantemente masculinos y femeninos, cuya principal atención está en esta galaxia y en este sistema solar, en la Tierra y en la humanidad. 

Esperamos que se hayan familiarizado con el Rayo en particular que cada uno irradia a todo este universo, las cualidades y atributos refractados de la conciencia del Creador, y habrán estudiado las cualidades positivas y negativas de cada Rayo con el fin de que ello les ayude en su vuelta al equilibrio y a la armonía en el interior de su propio campo de fuerza “Ra-(yo)-diante” (Ray-diant en el original en inglés). 

Cuando este joven universo fue creado hace tantos eones, la irradiación tanto de nuestra Madre como de nuestro Padre Dios resplandecía en igual medida, y los dos fueron compañeros e iguales en el proceso creativo. Nuestro Padre Dios, la Esencia masculina del Creador, aportó las “SEMILLAS” para la nueva creación que tenía en su mente, lo que produjo un Proyecto Divino que fue desarrollado en el Centro Amoroso, naturaleza emocional o “útero cósmico” de la Diosa Madre. 

La Llamarada de Amor supremo lanzada como Esencia de Creación por nuestra Madre/Padre Dios fue irradiada por todo el universo, y con la asistencia del Elohim, de los grandes Seres de Luz, refractados e investidos de la naturaleza Mental de nuestro Padre Dios, y del reino arcangélico, el de los primeros portadores de la naturaleza Amorosa de nuestra Madre Diosa, fueron manifestados visiones y milagros sin fin, y las multidimensiones de la creación fueron lanzadas al gran vacío. 

La sentencia “Como es arriba es abajo” siempre está vigente, y tan seguro como que ustedes vinieron al mundo procedentes de la acunadora calidez del útero de sus madres, de la misma manera todos nosotros fuimos lanzados desde el útero de nuestra Madre Divina en una llamarada de Chispas Divinas de Luz del Creador dotadas de conciencias individualizadas, expresiones espirituales de una variedad tan grande y compleja que rebasa toda comprensión. 

El centro de atención durante muchos, muchos milenios de su tiempo, estuvo en el Dios Padre, y la humanidad procuró encarnar sus virtudes y atributos dominantes: poder, voluntad, valor, verdad y el deseo de crear cosas nuevas. Era un mundo patriarcal que sólo imaginó y reconoció al Creador en los aspectos masculinos de SU grandeza. 

El amplio espectro de la dualidad y de la negatividad que predomina en la actualidad en la Tierra principalmente se creó debido al uso inapropiado de la “energía masculina”. Con esto no queremos dar por implicado que la población masculina actual tenga la responsabilidad exclusiva de todo el ambiente negativo mundial, ya que no es el caso. Recuerden que cada uno de ustedes ha pasado muchas vidas en cuerpos tanto masculinos como femeninos, y que TODOS ustedes participaron en las creaciones fallidas que ahora la humanidad se está esforzando por rectificar. 

También en su antigüedad hubo muchas eras en las que los aspectos de la Madre Creadora fueron la energía predominante y punto central de adoración. De la misma forma en que están congregando todas las partes de su Ser más inmenso, es hora de que reúnan y den su reconocimiento a la totalidad, así como a las múltiples expresiones del Creador. El aspecto de la Diosa, Dios Madre o energía femenina del Creador, está irradiando más de sus atributos y de su energía por todo el universo en este tiempo, los atributos de amor Divino, compasión, iluminación, cuidado, gratitud, fe, creatividad, el enfoque en el interior y la consciencia del Espíritu. Estas energías benditas enriquecerán, refinarán y complementarán a los aspectos masculinos del Creador, voluntad Divina de crear, sabiduría, verdad, valor, resolución y poder, aspectos que ustedes siempre tuvieron y tendrán a su disposición. 

Sí, la bendita Señora María está muy presente y siempre está irradiando a la humanidad la energía amorosa y compasiva de la Madre Divina. Ella es un grandioso arcángel e irradia los asombrosos atributos del Quinto Rayo, el del conocimiento científico, el desprendimiento, las vocaciones por la sanación y la escucha atenta, junto con el amado Arcángel Rafael. Estos dos resplandecientes Seres están ayudando a la Tierra y a la humanidad. 

Como ya les hemos dicho, este bello Ser resplandeciente, María, fue designado el guardián supervisor femenino de esta experiencia universal, lo mismo que a mí, Miguel, se me confirió el honor de ser el guardián protector masculino. Hay otros cuantos bellos representantes femeninos que han acudido con enseñanzas sabias y que han tenido una profunda influencia sobre la humanidad; sin embargo, como ya saben, las sabias enseñanzas y la guía que ustedes han tenido en sus tiempos históricos recientes han tenido una naturaleza predominantemente masculina, y existe una razón para que esto haya sido así: 

En este universo está en marcha un gran ciclo de creación nueva; ya les hemos explicado de qué manera las Partículas Diamantinas de Luz del Creador están impregnando este universo que está en un luminoso sendero de Luz. Parte de esta Luz está siendo enviada a las grandes ciudades de Luz estacionadas por todo el universo y, por consiguiente, está a disposición de cualquier alma que tenga la habilidad de introducirse en las vibraciones de la baja quinta dimensión. Ya hemos explicado esto con gran detalle, y en esta oportunidad no vamos a elaborarlo más. Lo que no les hemos explicado es que la mayor parte de la Luz del Creador o Partículas Diamantinas ha sido diseñada para la Creación de la nueva galaxia dorada de la que ya les hemos hablado hace algún tiempo. 

Hace varios cientos de años, la Madre Divina convocó a los miembros de la Orden de la Diosa, a las múltiples facetas de la Creadora femenina, con el fin de que se preparasen para un nuevo nacimiento. Estas bellas Señoras de la Luz acudieron desde los más lejanos confines del universo y, juntas, mediante el resplandor de su naturaleza amorosa, empezaron a construir el inmenso Útero Cósmico de esta Nueva Creación, en preparación para el advenimiento de la gran expansión del universo y de la nueva galaxia dorada. 

Sí, ellas siguen siendo conscientes de cada uno de ustedes, amados, y pueden irradiar su energía amorosa hacia ustedes y atenderlos en todo momento; sin embargo, su principal atención está puesta en irradiar la Amorosa Esencia de la Diosa Madre en ese Útero Cósmico para preparar a las Partículas Diamantinas a fin de que sean los pensamientos SEMILLA o Proyecto Divino del Creador Supremo a través de nuestro Padre Dios universal. Por lo tanto, la tarea de aporte de las sabias enseñanzas de la nueva era ha quedado relegada, en su mayor parte, a los emisarios masculinos de la Luz bajo la dirección de nuestro Dios Padre y Madre. 

¿Acaso no les hemos dicho que estos son tiempos sin precedentes? Este universo está siendo bombardeado por un megaciclo de impulsos de Luz llamados Partículas Diamantinas, que provienen directamente del corazón del Creador Supremo. Ya lo ven, es tiempo de reunificación a todos los niveles, desde el más inferior al más elevado; en consecuencia, los atributos, aspectos y virtudes de la Madre Creadora serán la fuerza dominante en este universo hasta que vuelva a restablecerse el equilibrio. Nuestra Madre omnipotente puede centrarse simultáneamente en todos los aspectos de la Creación, así que estén seguros de que Ella es consciente de todo lo que pasa en su universo, y de que Ella nunca deja de irradiar hacia ustedes su amor incondicional. 

Recuerden que su ADN está codificado con Amor Divino, compasión y creatividad, así como con la fortaleza, el poder y la voluntad de crear que nos legaron a todos nosotros nuestros padres espirituales Divinos. Ha llegado el momento de recuperar e integrar todos los dones y bendiciones con los que ellos los invistieron a ustedes. La fuerza más potente del Omniverso es la FUERZA DEL AMOR, que es irradiada a través de la Esencia de la energía Diosa del Creador; sin embargo, la Luz no puede empezar a impregnar las frecuencias estáticas o deformadas que revisten al vehículo físico de las dimensiones tercera y cuarta, sin permiso del receptor o sin la apertura del centro de su Corazón Sagrado. Su ser álmico, superior o divino sólo está esperando una señal suya para iniciar el proceso, para abrir la línea de Luz a la vida eterna. Su ADN está lleno de Luz, y cada átomo de su cuerpo está lleno de Luz en un grado u otro. Si no fuese así, ustedes no podrían existir. Es tiempo de abrir el flujo de la Luz de Dios desde el interior y el exterior, y es imprescindible que quiten los filtros de sus ojos y de su mente. 

Como ya saben, cada ambiente dimensional resuena en un rango específico de patrones de frecuencia, y cada dimensión que se va ascendiendo vibra dentro de un rango cada vez más elevado y refinado. Cuando ustedes hicieron su viaje al “espacio exterior”, metiéndose en los más lentos patrones de frecuencia de las dimensiones inferiores, cada nivel generó un cierto grado de “separación de la conciencia” de su Ser Superior. En otras palabras, en el interior de su estructura cerebral y de su cuerpo mental, los patrones de frecuencia correspondientes a cada nivel de conciencia (o dimensión) quedaron almacenados en lo que denominamos “paquetes Lumínicos de sabiduría”. Fueron envueltos en “membranas de Luz” que restringen el acceso a los diversos niveles de conciencia dimensionalmente superiores hasta que ustedes vuelvan a resonar con ese nivel de conciencia. 

El mismo proceso se utilizó para aislar las hebras de su ADN que contienen la totalidad de quienes ustedes son en el sentido material, así como de su linaje y su herencia Divina. A medida que ustedes fueron descendiendo a los niveles inferiores de la conciencia, las hebras de ADN fueron recubiertas de dos en dos por esas membranas de Luz y, como resultado, la mayoría de los humanos sólo tienen acceso a dos hebras de codificaciones de su ADN. 

Ya hemos explicado el proceso por el que, a medida que ustedes iban elevando gradualmente su conciencia y recuperando el equilibrio y la armonía de sus cuerpos físicos, mentales, emocionales y etéricos, las membranas de Luz que rodean a las hebras de su ADN y el interior de su estructura cerebral se fueron disolviendo lentamente, permitiéndoles acceder a niveles cada vez mayores de conciencia cósmica. 

En muchas de las antiguas enseñanzas ustedes ya han leído que, al ir ustedes hundiéndose en la densidad de los mundos dimensionalmente inferiores, sobre su memoria se colocó un “velo del olvido”. Esto no fue un castigo, sino un componente necesario de su proceso de refracción o de decrecimiento en Chispas de conciencia cada vez más pequeñas. El término “velo” no es verdaderamente muy exacto; sin embargo, es el más simple que podemos utilizar para transmitir masivamente el concepto antes de que comience a producirse el “gran despertar”. 

Ya lo ven, todo es cuestión de “conciencia consciente del Ser”, porque ¿cómo hubieran podido ustedes experimentar lo que es tener una “capacidad disminuida” de haber mantenido sus habilidades, su memoria total de quiénes son y de cuáles son sus orígenes? Además, ¿cómo hubiesen podido emprender su travesía hacia el gran vacío abandonando la pureza y la perfección de la FUENTE, sin experimentar una “fragmentación de su Ser” que produjese esa “capacidad disminuida”?. Y como ya ven, los velos en realidad no están “ahí afuera”, sino que se formaron en el interior de su propio Ser. 

De ustedes y nada más que de ustedes depende disolver los velos que hay en su conciencia para que puedan volver a acceder a su verdadera identidad como seres maestros. La Ascensión consiste en “ascender en conciencia” y en reclamar la inmensidad de quienes son mientras recorren el camino de vuelta que es la iluminación. 

Ya se les ha dicho que entre los niños que están naciendo ahora hay cada vez más almas muy viejas provenientes de universos o sistemas estelares muy distantes, y que están encarnando con más hebras de ADN a su disposición y que, también en diversos grados, tienen en su estructura cerebral niveles superiores de conciencia a su disposición. Es importante que entiendan que las reglas han cambiado a medida que el proceso de evolución ha ido avanzando en espiral hacia el siguiente nivel. 

Cada generación de almas de los últimos cien años aproximadamente ha encarnado con una mayor cantidad disponible de su memoria cósmica. En otras palabras, el velo del olvido se está adelgazando y va siendo lentamente eliminado por completo. El proceso evolutivo de la humanidad avanza lanzado a un paso asombroso. Abran sus corazones y sus mentes, queridos, y acojan la infusión de Amor y Luz Divinos que los espera. 

Relájense en la Gloria de la reunión con nosotros mientras avanzamos juntos en esta increíble travesía hacia una nueva realidad. Estamos siempre con ustedes y los amamos con la mayor profundidad. 

YO SOY EL ARCÁNGEL MIGUEL. 

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Editado por Tony de Pablo ©

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DE: ERIKA IRUSTA RODRÍGUEZ... "LAS MUJERES DE MI CASA - SANACIÓN DE NUESTRO LINAJE FEMENINO"...

Erika Irusta Rodríguez 

Mujer, hija, doula, pedagoga especializada en energía femenina y sanación de Lo Sagrado Femenino. 

“La salud de la mujer es el terreno sobre el que crece toda la Humanidad. Mejorar la salud de una mujer fertiliza y aprovisiona el terreno para todos, hombres, mujeres, niños, animales, plantas y el propio planeta. El vínculo madre - hija, en toda su belleza, dolor y complejidad, forma el cimiento mismo del estado de salud de una mujer. Esta relación primordial deja su huella en todas y cada una de nuestras células para toda la vida”. 

Las mujeres, como los hombres, nos creamos en el útero de nuestra madre. Bebemos sus emociones, sentimos todo aquello que acontece en su cuerpo, mente y espíritu. Es nuestro universo durante nueve lunas y constituye nuestra esencial referencia de la vida humana. 

En el caso de las mujeres, nuestros úteros son creados en el útero de nuestra madre y en él se imprimirán sus emociones básicas acerca de la feminidad. Así, en su útero, se albergan también aquellas de nuestras abuelas y, si seguimos esta espiral, caeremos en la cuenta de que en este útero de creación y recreación, nuestro Templo Sagrado (útero), está construido sobre los pilares de todas las mujeres de nuestro linaje matrilineal. 

El legado de todas estas mujeres hasta nosotras (o hasta nuestras hijas) está impreso en nuestro cuerpo, en concreto en nuestros genitales, nuestros órganos sexuales, nuestros senos y nuestro abdomen. Tener conciencia de esto nos ayuda a entender el porqué de tantos dolores “inexplicables”, de tanta ira contenida y de tantas lágrimas sordas anudadas en nuestra garganta. 

Las mujeres de nuestra casa sufrieron miles de abusos, desde la imagen de pecadora que tuvieron que aceptar “gracias a” la Iglesia Católica, hasta la reclusión “recomendada” en los fogones. Nuestras ancestras fueron niñas, fueron mujeres, fueron hijas, fueron madres como hoy lo somos nosotras. 

Sus miedos y sus contentos eran similares a los nuestros. Ellas tuvieron sus sueños cumplidos y sus sueños frustrados. Fueron algo más que cuidadoras, aunque ahora apenas lo recordemos. Tuvieron inquietudes y necesidades de brillar como las que hoy sólo confesamos ante el espejo o una mano amiga. 

Leyendo el libro de "Madres e Hijas" de la Dra. Northrup, pude poner palabras a lo que tantas veces había sentido hacía mi madre y hacia mi abuela. Esa necesidad de verlas como mujeres, sin el lazo específico de la sangre familiar sino con el lazo universal que nos une a las mujeres en manada. 

Llorando encontré que en el seno de mi madre residía una mujer llena de poder. Una mujer a la que podía admirar. El reflejo de la Diosa, que tantas veces ilustré con dibujos prestados, estaba ahí y era real. 

Todos estos años la buscaba y hasta que no bajé la espada del reproche y abracé nuestras sombras no pude ver el verdadero rostro de la mujer en la que me crié y acuné. 

Mi madre también es hija, como lo es mi abuela y todas mis ancestras. Todas tenemos en común nuestra Fuente de Origen y sólo cuando pude llegar hasta ella, entendí los misterios más inciertos y oscuros de mí. 

Comprendí que muchos no eran míos, supe que tantos otros no eran de mi madre y así fui deshilando la manta de los recuerdos, hasta llegar a Ellas. Las mujeres del pasado se manifiestan en nosotras a través de los pálpitos de nuestro útero. 

Esta Sagrada Vasija contiene las aguas de todas las emociones, suyas y nuestras. Hemos de sentirla sin miedo para poder elegir qué es lo que queremos quedarnos y qué queremos desechar. Ellas nos acompañan desde la Luz si así se lo pedimos. Simplemente hemos de nombrarlas con solemnidad, con el corazón y los brazos abiertos pidiendo su presencia y ayuda. Reconociendo el linaje de sangre lunar. Os invito a invocarlas. Así lo hago yo desde las profundidades de mi Ser: 

"En este caminar soy Erika, hija de Ana Rosa, hija de Lucila, hija de Eleuteria, hija de Pascuala, hija y nieta de las mujeres valientes que me precedieron. A vosotras, abuelas, os invoco desde el Amor, buscando la Sabiduría que reside en vuestro legado"... 

Con estas palabras reconozco su labor aún perenne en esta Tierra, pues ellas viven en mi sangre. Porque decido honrarlas, las nombro. Porque decido liberarme de aquello que no quiero, las nombro. Ellas son la fuerza que impulsa cada una de mis acciones. Ellas son la Savia de mi cuerpo. 

De todas y cada una, una sonrisa y cientos de lágrimas recorriendo mi cara. De todas y cada una, el regazo acogedor. De todas y cada una de las mujeres de mi casa llevo la Luz y la sombra. Son cientos y a todas ellas muestro mi veneración, porque del linaje de mis mujeres vine a este cuerpo, a esta familia en concreto... Como hija y nieta de tantas, decido caminar hacia las profundidades de sus úteros para encontrar el origen de la angustia y ponerle fin. 

Siento que no estamos completas hasta el día en que tomamos aire y nos aventuramos a bucear en las profundidades de nuestro linaje femenino. El momento en el que nos reconocemos únicas, es el momento en el que honramos aquello de lo que formamos parte. 

Sólo cuando pude sentirme cómoda y reconfortada en los brazos de mi madre, pude dar el paso hacia mi propio universo. Hasta entonces había sido una niña perdida, buscando la aprobación de una mujer que no sabía si amar u odiar. Fuera como fuera nunca tuve elección, sabía que hiciera lo que hiciera, siempre la amaría. 

Pese a todo lo que me dolía reconocerlo, era cierto. Mi universo fue esa mujer y como nuestra Madre Tierra, por mucho que trates de ignorarla ella siempre te sostiene. Quizás no es como esperas, pero Ella es el mundo que necesitas para aprender lo que has de aprender. 

Cuando comienzas a amar tus tifones, cuando entiendes tus cataratas, llegas a encontrarla hermosa. La miras y te reconoces en ella. Entonces sabes que sois Una, tal y como fuisteis hace años. 

Hemos de aventurarnos a recorrer este laberinto mágico que nos conduce a la Fuente. Nuestro primer pasadizo es nuestro cuerpo y de ahí se abren las puertas hacia las mujeres de nuestra casa. Pasamos a través de nuestro útero al útero materno y de allí al útero de nuestras ancestras. De una a otra tomamos conciencia de quiénes somos en realidad. Cada una descubrimos nuestros misterios y os aseguro, hermanas, que todos son bellos, sea cual sea su forma. 

PARA AVANZAR, NO SOLO HEMOS DE APRENDER, SINO TAMBIÉN HONRAR NUESTRO ORIGEN. GRACIAS A ELLAS PALPITAMOS. SÓLO NOSOTROS PODEMOS ELEGIR CÓMO...

Por: Erika Irusta Rodríguez

Recibido de: Ayam Ram Dadinu

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