Balance Masculino Femenino
Si los humanos fuéramos inmortales y/o hermafroditas, no tendría sentido el impulso de reproducción y el deseo de formar pareja que surge de él. Solo porque somos mortales y porque existe una división de género entre maco y hembra es que tiene sentido el impulso de reproducción en el interés de Gaia de mantener la vida tal cual es. Este impulso reproductivo forma el deseo sexual y, en misma intensidad, el deseo de constituir pareja pues, con solo aparearnos no conseguiríamos el propósito de la continuidad de la especie pues las crías necesitan protección y suministro. Es por esto que surge el deseo de formar pareja con igual intensidad que el de aparearnos.
El deseo de constituir matrimonio, pareja, el cual surge del impulso reproductivo tiene como propósito dar continuidad a la especie humana y por ello la necesidad de la pareja pues la cría necesita no solo recibir alimento, abrigo y protección sino que tan importante como eso es la necesidad que tenemos de los estímulos que nos permitirán desarrollarnos para cumplir el mismo propósito que nuestros padres cumplen en su madurez siguiendo el designio de su naturaleza terrenal humana. Suele decirse que los niños “absorben todo” que copian todo lo que ven! y es esta una cualidad muy natural en ellos pues, así es que la Naturaleza se garantiza nuestro desarrollo, impulsando a nuestros padres formar pareja y a criarnos, así nosotros, de niños observaremos de ellos y recibiremos los estímulos que papá y mamá nos darán y que activarán nuestros aspectos.
De la madre recibiremos los estímulos que desarrollarán nuestro aspecto femenino y del padre los aspectos masculinos. La ausencia de uno de los dos o cualquier alteración (baja estimulación de uno de ellos o sobre estimulación de uno de ellos) producirá un desequilibrio o desbalance entre los aspectos masculino y femenino de la persona. Pero no solo de nuestros padres recibimos los estímulos que activan los aspectos masculino y femenino sino que también lo recibimos de nuestro entorno: hermanos, primos, amigos… Los estímulos son no solo las enseñanzas sino también las experiencias en sí, el trato, lo que observamos de la relación de mamá y papá, el respeto o la falta de respeto, el abuso, etc. Todo ello va dando forma a nuestra relación interior masculino femenino, todo ello forma el balance o el desbalance masculino femenino.
Nuestros chackras inferiores van recibiendo el estímulo en forma de vibración y su proyección será insuficiente si el estímulo lo es y será una proyección exaltada si es sobre estimulado. Dado que por impulso natural y siguiendo las programaciones que conforman el sistema de funcionamiento humano, buscaremos lo que necesitamos para satisfacer las demandas que la propia naturaleza humana nos impone, el hombre buscará el estímulo masculino en su padre, en sus amigos y, si no lo consigue en ninguno de estos casos lo buscará emparejándose con otro hombre pues, necesitamos los estímulos que activan los aspectos que debemos desarrollar y que la naturaleza y la vida demanda. Lo mismo sucede con la mujer, necesita el estímulo de la madre, de las amigas… Todos estos estímulos van dando forma a nuestra identidad de macho y de hembra pero, sobre todo, estimulan los aspectos masculino y femenino de la persona.
¿Por qué razón necesitamos el balance masculino femenino? ¿por qué razón el macho tiene un aspecto femenino y la hembra tiene un aspecto masculino?
Pues, en la especie humana convergen dos naturalezas, la naturaleza terrenal animal es la que nos da el genero macho y hembra pero, la naturaleza Divina no tiene esa división, no existe esa separación entre macho y hembra, Dado esto, el Ser Superior que somos y que se encarna en un humano y que debe polarizarse en un género, hombre o mujer, pierde o apaga un aspecto que debe reconstituir para regresar al estado Superior. Dicho de otro modo y más gráfico, antes de encarnar somos una consciencia que no tiene genero macho o hembra, cuando encarnamos debemos identificarnos con un genero, macho o hembra y desarrollaremos los aspectos naturales de ese genero y no desarrollaremos los otros aspectos, los del género opuesto. Para conseguir la plenitud necesitamos activar los aspectos del género opuesto al que nos hemos encarnado, el hombre necesitará activar los aspectos femeninos y la mujer los masculinos y de esa manera alcanzaremos la plenitud como humanos pues todos los aspectos de la consciencia, la cual no tiene tal división de género, estarán activos y presentes.
Entonces, ¿cómo hace el hombre para estimular su aspecto femenino y la mujer su aspecto masculino? Los estímulos los recibimos de nuestros padres, hermanos, amigos… a través de lo que nos enseñan, a través de lo que experimentamos con ellos en la relación de hijos, hermanos, amigos. Pero, como he dicho, el impulso reproductivo es el más intenso luego del hambre, y este impulso nos empuja no solo al apareamiento sino al deseo de constituir una pareja por ello, la pareja reproductiva, el matrimonio es la relación más intensa que vive una persona y apenas por debajo de la intensidad de la relación de padres con hijos. Dada la intensidad que existe en el vinculo conyugal, es de fundamental importancia llegar a este vinculo con los dos aspectos balanceados, el femenino y el masculino pues, nuestra pareja será siempre el complemento de nuestro balance o de nuestro desbalance.
La relación que existe entre nuestros aspectos masculino y femenino determina la relación de pareja. Una persona que ha vivido el abuso por parte de su padre, no tendrá una estimulación sana de su aspecto masculino por ejemplo, no será capaz de entablar una relación de pareja con una mujer que esté en balance perfecto entre sus aspectos masculino y femenino pues ambos disonarán, no habrá atracción. Suele ocurrir que el abusado atrae abusadores pues su aspecto se ha desarrollado en ese patrón y necesita más de lo mismo para seguir activo. En las sociedades machistas por ejemplo, el aspecto femenino esta sub estimulado, deprimido y el aspecto masculino está exaltado, esto es claramente un desbalance que impide alcanzar el estado de Despierto, de consciencia activa, tanto en los hombres como en las mujeres. La mujer machista complementa al hombre machista, son uno hecho a imagen y semejanza del otro.
Cuando uno de ellos rompe su patrón, y, por ejemplo, desarrolla su aspecto deprimido, en este caso del ejemplo sería el aspecto femenino, entonces se rompe la resonancia en la pareja y se produce la separación o bien, el hombre en vez de separarse se adapta al cambio de patrón de la mujer y atenúa su masculino activando también su femenino el cual está siendo estimulado por el femenino activado de su mujer. Como verán es pura física! una vez que comprendemos las leyes que determinan estos comportamientos, sucede igual como sucedió cuando comprendimos las leyes de la sustentación, pudimos volar!.
Necesitamos activar los dos aspectos en cada persona, y estos aspectos deben estar en perfecto balance pues, de lo contrario no alcanzaremos el estado de Despiertos pues, la consciencia Yo Soy no tiene división ni condiciones de genero y si nosotros nos mantenemos condicionados por un aspecto de genero, entonces estamos condicionando la consciencia, es decir, estamos rechazándola, no ancla, no baja, no entra….
Saludos, Nicolás Niglia
Taller Matrimonio Primordial
Re-Publicado por ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
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