El dinero es, tal vez, el símbolo más concreto del poder terrenal que el hombre ejerce sobre el hombre. Quien tiene dinero tiene el poder de ser y de hacer cosas que no puede ser o hacer quien no tienen dinero, por ello, el dinero es la manifestación más clara del poder real. Pero el dinero no es el poder sino el instrumento a través del cual ejercemos el poder. El dinero no paga sino quien paga con dinero y eso que pagamos es a lo que le concedemos el poder que el dinero representa. Entonces, el problema no está en el dinero o en pagar con dinero sino en ¿qué es lo que estamos pagando, a qué propósito le concedemos el poder que el dinero representa?
El dinero no genera la prostitución, ni el robo, sino la decisión de la persona de ser y hacer lo que es y hace por dinero. El problema no está en el dinero sino en el poder que el dinero otorga y en quienes hacen mal uso de ese poder, y del dinero. Si comprendemos que el dinero es la representación concreta del poder para ser y hacer en este mundo, cada vez que pagamos algo o alguien debemos ser conscientes de que estamos otorgándole poder a ese a quien le estamos pagando. Si pagamos por mercadería que surge del robo, por ejemplo, estamos otorgándole poder a los ladrones y somos cómplices del delito y por ello, tenemos responsabilidad en la desgracia de quienes han sido asaltados. Del mismo modo y siguiendo la misma lógica, todo lo que pagamos nos convierte en “cómplices” de ello.
El dinero es poder y de acuerdo a cómo nos relacionamos y a cómo nos sentimos con el poder y con la autoridad que deriva de él, será entonces nuestra relación con el dinero. De acuerdo a cómo nos llevemos con el poder así nos llevaremos con el dinero. De acuerdo a nuestro nivel de consciencia será nuestra política de transferencia del poder que otorga el dinero, es decir, cuanto más conscientes seamos mejor utilizaremos nuestro dinero dado que al comprender que el dinero transfiere poder a quien lo recibe, solamente daremos nuestro dinero a aquellas obras y propósitos que sabemos son para bien.
El dinero que ganas ejerciendo tu vocación es dinero productivo y positivo para todos. Es positivo el dinero que pagas al artista que te conmueve con su talento, es positivo el dinero que gastas en ese viaje que te ha abierto el corazón y ha inspirado nuevos aspectos de vos mismo… enriqueces la vida tuya y la de todos cuando ganas dinero dando lo bueno, tu talento, tu vocación y cuando pagas la vocación y el talento pero, eres tu quien da mal uso al dinero cuando lo consigues haciendo cualquier cosa con tal de conseguirlo y cuando pagas no los frutos del talento sino otra cosa.
Para quienes están iniciando su Despertar Espiritual, y comienzan a sentirse incómodos con el mundo tal cual es y a experimentar cierto rechazo, para estas personas el dinero surge como “el enemigo” dado que precisamente es el representante del poder mundano, es la excusa y la causa de tanta corrupción y muerte… Sí, es cierto! el dinero es excusa y causa de tanta decadencia e involución pero, ¿es realmente el dinero o más bien, es la intención y el propósito extremadamente egoísta de quienes hacen cualquier cosa por dinero y hacen cualquier cosa con el dinero? Entonces, llegamos a la conclusión de que el dinero es como un revolver, no es malo o bueno en sí mismo sino que ello depende de quién y para qué lo utiliza.
El primer paso que debemos dar en nuestra nueva identidad consciente y para comenzar a producir el cambio en la realidad, que todos deseamos y que sabemos es para bien de todos, es el de darle al dinero y al poder que el dinero nos otorga un nuevo sentido. Si el dinero es poder para quien lo tiene, y cuando pagamos estamos transfiriendo ese poder a quien lo recibe, entonces, paguemos aquello que sabemos es lo bueno, aquello que contribuye con la Vida. No paguemos cosas robadas, no depositemos el dinero en bancos que financian guerras, no paguemos prostitución porque estamos transfiriendo poder a todo ello!
Comencemos a ser conscientes en el uso del dinero! esto es, el dinero que recibimos utilicémoslo con consciencia y con decisión, esta es una manera de CREAR la realidad, dando el dinero a aquellas cosas y propósitos que son para el bien de todos. Dejemos de financiar lo negativo, lo involutivo. Pensar que el dinero es el problema y pretender que lo bueno no debe pagarse ni cobrarse porque el dinero es malo… es infantil y es un claro error! porque si acaso te manejaras sin dinero en la vida, ok! pero no es así como vives, recibes dinero y lo usas y si no lo usas para pagar por las cosas buenas porque consideras que lo bueno, lo Espiritual, lo Santo no debe pagarse… entonces, dime, ¿en qué utilizas tu dinero, a quiénes o a qué le estás transfiriendo el poder que no quieres otorgarle a lo bueno? Es exactamente al revés de como muchos lo piensan! lo Espiritual, lo Santo, lo Bueno! es lo que mas debemos pagar, a lo que más dinero debemos asignar, es lo que debemos empoderar en nosotros y de esa manera, estaremos redimiendo el uso del poder, estaremos TRANSMUTANDO los abusos que el hombre a cometido a través del dinero.
Vivamos con el Corazón en el Cielo y con los pies sobre la Tierra, Equilibrio es la Clave! mientras estemos encarnados, viviremos en este mundo y debemos ajustarnos a las condiciones de la vida en este mundo, negarlas no hace sino quitarnos resonancia y limitarnos en nuestra tarea. Fluyamos con el mundo, no vayamos en contra de nada! no hemos venido a destruir sino a mostrar el Camino!
Saludos,
Nicolás Niglia
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Re-Publicado por ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
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