Cotidianamente nos enteramos, que en uno u otro lado del planeta,
hay terremotos, accidentes de la más variada índole,
lluvias torrenciales que producen deslizamientos terrestres,
en fin... es larga la lista.
Es por ello que hoy nuevamente recalco que todos los humanos tenemos el compromiso de tratar de ayudar a las almas que se pierden en esos accidentes. Cuando algo así pasa y el alma abandona el cuerpo, ¡en el primer momento está totalmente perdido, y generalmente no sabe que ha abandonado el cuerpo, por lo cual anda flotando sin saber a dónde dirigirse ni qué hacer!...
Es por ello que nosotros, mediante nuestra intención nos elevamos como almas y vamos a esos puntos en donde se han producido los desastres, y hay que tener en cuenta que en esos momentos no hay ninguna selección ni juicio que hacer cuestionándonos si tal o cual alma merece ser rescatada.
Nosotros como Seres de Luz tenemos que ayudar a esas almas desorientadas y llevarlas a la Luz. Esa es nuestra labor más importante y con la cual podemos demostrar nuestro Amor y Luz.
Cotidianamente nos enteramos que en uno u otro lado del planeta hay terremotos, accidentes de la más variada índole, lluvias torrenciales que producen deslizamientos terrestres, en fin es larga la lista.
Es por ello que nosotros, mediante nuestra intención, nos elevamos como almas y vamos a ésos puntos en donde se han producido los desastres, y hay que tener en cuenta que en esos momentos no hay ninguna selección ni juicio que hacer, cuestionándonos si tal o cual alma merece ser rescatada.
Nosotros, como Seres de Luz, tenemos que ayudar a ésas almas desorientadas y llevarlas a la Luz. Esa es nuestra labor más importante y con la cual podemos demostrar nuestro Amor y Luz.
Se preguntarán ¿cómo hacerlo?...
Es simple... Me siento, respiro profundamente, y con cada respiración me elevo más y más, y cuando percibo que he abandonado el magnetismo terrestre -que nos tiene firmes anclados en la tierra-, como alma me traslado al sitio donde hace falta, y bajo, no totalmente, sino hasta una altura en la que las almas que están desorientadas me puedan percibir, y ¡ahí los voy juntando en mis brazos; permito que se peguen a todo mi cuerpo y luego como si fuéramos un racimo de uvas, me elevo más y más hasta llegar a la dimensión en la que me esperan los ángeles que se hacen cargo de ésas almas!...
A veces hago dos o tres viajes de éste tipo y ¡recomiendo a todos, que tomen ésta actividad muy en serio, ya que es de máxima importancia el tipo de ayuda que podemos prestar!...
Con todo amor,
Por: Alexiis
5 de noviembre, 2010
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